Cromañón: Simplemente Justicia... Una tarde calurosa en la Plaza. Al igual que ayer durante la marcha contra la Ley Antiterrorista, la adrenalina no paró ni un instante. Ni a...

Cromañón: Simplemente Justicia...

Una tarde calurosa en la Plaza. Al igual que ayer durante la marcha contra la Ley Antiterrorista, la adrenalina no paró ni un instante. Ni antes. Ni después. Poco a poco, iban llegando los contingentes de diversas agrupaciones y de partidos políticos que luego se sumarían a la marcha.

A los costados del simple escenario, los familiares y amigos. Algunos de ellos, mimetizados entre los colegas de los diferentes medios y entre la pequeña gran multitud que iba ocupando los espacios libres de un espacio verde regado por las lágrimas y por los recuerdos. Un abrazo. Una mirada. Miles de sensaciones y emociones compartidas tras 7 años de injusticia.

Poco después de las 19.30 hs., comenzó el acto con la lectura de los nombres de los 194 jóvenes asesinados por la corrupción y la desidia estatal. Luego, no podía faltar la de aquellos padres y familiares que no pudieron soportar tanta espera en medio del dolor y de la indignación. El cierre de esta parte fue demasiado emocionante para quienes sentimos la causa Cromañón. Simplemente Justicia, era el pedido unánime mientras comenzaba a caer el sol sobre la histórica plaza.

Y una vez más, el documento de los familiares de las víctimas, sobrevivientes y amigos daba cuenta de la impunidad a 7 años de una tragedia evitable. Ibarra, Juan Carlos López, Fabiana Fiszbin, Rafael Levy. Nombres conocidos. Una causa sin condenas al poder político y económico. Chabán y Callejeros. Sin condena firme, para que las almas de las y los caídos pueda descansar en paz.

Justicia fue el reclamo a cada instante. Ni olvido ni perdón. Ni a los Kirchner, quienes estaban en El Calafate en plena tragedia. Abrazos, lágrimas y aplausos se fundían en un sólo momento.

Los Jóvenes Cromañón aportaron su visión. Precisamente, porque son jóvenes. Constituyen esa savia que da vida al Movimiento Cromañón. Saben que no pueden olvidar. Amigos. Parejas. Novios. Proyectos destruídos por esa masacre. Una condena necesaria y un pedido también unánime: Justicia.

Caía la noche cuando todas y todos nos disponíamos a marchar hacia el Santuario. Las y los chicos del Partido Obrero, del PTS, de Proyecto Sur, del Ciclo Básico de la UBA, del Centro de Estudiantes de Ingeniería. Jóvenes. Todas y todos junto a la Agrupación 30 de Diciembre, la Asamblea de Flores, AVISAR y nosotros mismos para honrar la memoria en una noche tan especial.



Entre paso lento y acelerado, se cubrió el recorrido. Pero también hubo ocasiones no casuales para dar espacio a la provocación. Lo que nadie quería en el medio del recuerdo de esa noche calurosa donde vidas salvaban otras vidas. La avanzada policial iba más rápido que la columna. Esa que seguía cantando que "a los pibes los mató la corrupción" y cuando llegaron al Congreso Nacional, el 19 y 20 apareció de golpe, el "que se vayan todos" inundó esa cuadra.

Y fueron dos Jóvenes Cromañón los que tuvieron que comenzar a cortar el tránsito para que la densa columna pudiera continuar su camino. Las motos policiales hacían el corte, a veces, pero iban raudo hacia adelante. Las dos guardias metropolitanas apenas cumplían con la colaboración y hacían alianza con la policía. No fue casualidad. Se buscó algún tipo de provocación. Claro, está la Ley Antiterrorista. Pero pudo más la prudencia de quienes marchaban por la Avenida Rivadavia.

Plaza Once. Entrar por Bartolomé Mitre para llegar al Santuario. Las emociones comenzaban a fluir más fuerte ante la inminencia de encontrarse con los seres queridos. Los abrazos y las lágrimas a flor de piel. El recuerdo de aquella noche volvía a hacer mella en familiares y amigos.

Como simples observadores, los integrantes del operativo sanitario del SAME y una cantidad inusual de policías. Y nos volvemos a acordar de la Antiterrorista. Hasta Guardia de Infantería había. Escondida detrás de unos patrulleros, asomaba su trompa. Un insulto al dolor.

Poco a poco iban entrando. Salían llenos de lágrimas. Abrazos interminables en medio de la noche. Todavia faltaba la exhibición de los videos de homenaje y de la lucha compartida. Pero la emoción y el cansancio ya estaban haciendo efectos en nuestros cuerpos. Habíamos cumplido.

Los pibes de Cromañón presentes, ¡ ahora y siempre !.

Dedicado a Jacqueline Santillán y Pablo Colnaghi. Una periodista con vocación social y un proyecto de deportista. A ambos, se los llevó el capitalismo salvaje de Ibarra y Chabán.

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