Abuso sexual / Abuso de poder (Cambiando los paradigmas de la historia)(La Tecl@ Eñe) Abuso sexual / Abuso de poder (Cambiando los paradigmas de la historia) (La Tecl@ Eñe) La Institución del Patriarcado está encriptada en...

Abuso sexual / Abuso de poder (Cambiando los paradigmas de la historia)(La Tecl@ Eñe)

Abuso sexual / Abuso de poder (Cambiando los paradigmas de la historia) (La Tecl@ Eñe)

La Institución del Patriarcado está encriptada en la cultura. Por lo tanto está invisibilizado y es trasmitido a través de las generaciones. Esta matriz se reproduce en la organización matrimonial. Las distintas formas de violencias, y crueldades contra las mujeres sostenidas a lo largo de la historia dan cuenta, cómo desde la Lógica Patriarcal, hay una expropiación de los cuerpos deseantes. Expropiados del placer, los cuerpos son cosificados como objetos de mercancía y apropiación de plusvalía.

Irene Antinori

Por Lic. Irene Antinori.


Las distintas formas de violencias y crueldades contra las mujeres sostenidas a lo largo de la historia dan cuenta, como desde la Lógica Patriarcal, hay una expropiación de los cuerpos deseantes. Expropiados del placer, los cuerpos son cosificados como objetos de mercancía y apropiación de plusvalía. El cuerpo de la mujer, desde el ama de casa, la sirvienta, la prostituta, incluso la esposa abnegada, ese cuerpo explotado genera un valor del que el Patriarcado se apropia. Incluso la mujer que trabaja por fuera del corralito familiar, a igual trabajo no hay igual remuneración. Es sabido que la mujer profesional tiene el disvalor agregado que la maternidad interrumpe su desarrollo y necesita potenciar sus esfuerzos para mantener el equilibrio. Con el agravante que la ilegalidad del aborto hace de la maternidad un mandato.

Esta ideología patriarcal nace antes de las sociedades de clases y de la formación de la propiedad privada, y aún subsiste en nuestros días por ser abolutamente funcional al sistema capitalista. Y tiene un discurso justificatorio y legitimador en las religiones, el cientificismo, las filosofías idealistas, los mitos reaccionarios y los distintos cuerpos jurídicos sociales que la legalizan.

Cabe recordar que la Institución del Patriarcado es transversal ya que atraviesa a todos los sectores. También es cierto que no de la misma manera. No discrimina por nivel educacional o social. En el abuso sexual infantil, emblemático por su crueldad y desestructuración del psiquismo, se verifica un pacto perverso que perfora las diferencias de clases.

La familia patriarcal es una masa artificial.




Concepto freudiano que conceptualiza a la Iglesia y el Ejército como ejemplos paradigmáticos. Y en toda masa artificial el liderazgo es incuestionable, no se permite ningún tipo de interpelación y las decisiones del Jefe siempre se obedecen sean cual fuere sus consecuencias. Este tipo de violencia se va instalando paulatinamente, primero con micro violencias es decir con descalificaciones que van socavando la autoestima. El que no cumple será desterrado, sufrirá el abandono y el exilio interior o exterior y no merecerá ningún tipo de respeto de sus pares. Será maldito y hereje.. Dice Freud: “Los individuos de la masa se hallaban enlazados unos a otros en la misma forma que hoy, más el padre de la horda permanecía libre, y aún hallándose aislado, eran enérgicos e independientes sus actos intelectuales. Su voluntad no necesitaba ser reforzada por las de otros.

Deducimos pues que su yo no se encontraba muy ligado por lazos libidinosos y que, amándose sobre todo a sí mismo sólo amaba a los demás en cuanto le servían para la satisfacción de sus necesidades”.

En la gran mayoría de los casos los abusos sexuales y las diferentes formas de maltrato se producen en el ámbito intrafamiliar. Para la víctima esa situación es traumática porque lo familiar, lo conocido, sin previo aviso se transforma en siniestro y terrorífico. De la confianza se pasa, sin aviso, a lo persecutorio. Este adulto que debería cuidar y proteger se vuelve irreconocible. La víctima tiene que acudir como mecanismo de defensa a la disociación, a la negación y a la desmentida.

Para que esto ocurra el secreto y /o amenaza son condiciones necesarias. La niña/o abusado tendrá que disociar a este padre bueno que cuida de este padre malo que maltrata y abusa. La desmentida sucede literalmente: “no puede creer”, lo que está sucediendo. El Patriarcado, con su jerarquía inapelable, hace de la dependencia de los hijos con sus padres un letal sometimiento. El Padre abusador pierde su función paterna y de padre solo le queda el nombre.

La palabra vacía como máscara.

El niño/a sometido al abuso es una víctima. El adulto que fue abusado es un sobreviviente. Ese sobreviviente podrá repetir o reparar. Las escenas traumáticas se repiten continuamente, teniendo que hacer uso de la desmentida como mecanismo de defensa para poder sobrevivir, es decir tener que negar en su accionar lo siniestro de sus propias experiencias infantiles. La desmentida es negar lo que pasó y negar que se niega. “Acá no ha pasado nada”, causando en su propio cuerpo una incapacidad de poder reconocer incluso, su propia percepción corporal. Como se dice: “no le entran las balas”. Lamentablemente, a veces sigue disparando contra sus hijas e hijos.

Hay que tener en cuenta que con relación a los abusos y maltrato que se cometen, apenas son denunciados una absoluta minoría. Los que denuncian son castigados por denunciar. No pueden conmover el fundante represor de la cultura. Ese fundante se organiza como modo superyoico de producción de subjetividad. Y está sostenido desde el trípode: mandato, amenaza y castigo.(1)

La peligrosidad de los golpeadores radica en que sus actos son repetitivos y de tan privados, devienen clandestinos. El ejercicio de la crueldad les permite, aunque precariamente, preservar su personalidad. Es un método patológico de aprendido de autoconservación y autopreservación. Todo golpeador fue maltratado pero no todos los que han sufrido maltrato son golpeadores. Me parece importante destacarlo para poder comprender el concepto de identificación: “Proceso psicológico mediante el cual un sujeto asimila un aspecto, un atributo de otro y se transforma, total o parcialmente, sobre el modelo de este. “La personalidad se constituye y se diferencia mediante una serie de identificaciones”(2) Es decir: hay una identificación el agresor, que es las mas conocida. Pero es posible pensar una identificación con la víctima y por lo tanto reparar en otros el propio daño sufrido.

La autoridad jerárquica que es histórica, casi diría pre histórica, se organiza en multiplicidad de mandatos aunque los mandamientos sean solo 10. Pensar sobre el origen del mandato es tabú. Son obligaciones que han perdido su propio fundamento. A esta forma cultural Alfredo Grande la ha denominado “cultura represora” Y reproduce la crueldad, el maltrato y el abuso como “naturales”.

Aquí hablamos de cuerpos, no solo biológicos, sino culturales, que sostienen a la Institución del Patriarcada. Las mujeres, no todas, también somos transmisoras de valores patriarcales. Incluso a veces, cuando decimos que los combatimos.

Las construcciones sociales pueden ser interpeladas desde el análisis de nuestra propia implicación. En la medida que nos auto cuestionamos, podremos de - construir y construir nuevos sistemas de valores.

Un ejemplo de esto es la lucha libertaria ha dado la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), primero en la ciudad de Buenos Aires con la unión civil, llevando una batalla a nivel nacional obteniendo el matrimonio igualitario, rompiendo con el paradigma de la familia tradicional patriarcal, rescatando los valores de lazos por afinidad y no por filiación de sangre.

Desde el ámbito de la psicología siempre se habla de función: función paterna, función materna. De sexo a género, y de género a función. Cualquier persona que tenga disposición de acompañar sostener, escuchar, contener, o sea que tenga la suficiente sensibilidad y tolerancia a la ansiedad que genera “amparar al desamparado” esta apta para garantizar el sostenimiento que exige el crecimiento y la maduración infantil.

Desde esta perspectiva se abre así un nuevo paradigma. Nueva forma de vinculación donde lo que prevalece es el amor, la protección, el cuidado combatiendo al modelo patriarcal hegemónico y aniquilador. Entonces los cuerpos ya no son cosificados, dejando de ser propiedad única del patriarca. La persona deja de ser cosa para que una nueva humanización de lo humano sea posible.

De las personas que estén dispuestas a ejercer la función materna y paterna, podrá decirse, y con toda justicia, (parafraseando al Che Guevara) “que podrá endurecerse pero no perderá la ternura jamás.”

NOTAS:

(1) Alfredo Grande denomina a este trípode el modo superyoico de producción de subjetividad..

(2) Laplanche y Pontalis. Diccionario de Psicoanálisis

La Institución del Patriarcado está encriptada en la cultura. Por lo tanto está invisibilizado y es trasmitido a través de las generaciones, generando diferentes subjetividades. De acuerdo a como estamos atravesados por la lucha emancipatoria de nuestros ancestros, esas subjetividades tendrás marcas de la repetición o de la creación.

El patriarcado organiza una concepción política, económica, religiosa y social cuyo fundante es la Autoridad absoluta del varón sobre la mujer, solamente por la supremacía de un género sobre otro. Esta matriz se reproduce en la organización matrimonial. Es el “Jefe de la Familia”, autoridad indiscutible del marido sobre la esposa y los hijos. Incluso en el último censo nacional una pregunta era: “¿Quién es el Jefe de la Familia? Más allá de cual sea la respuesta, la misma idea de “jefatura familiar” remite al Patriarcado.

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