Cambios en la CIA: ¿Cambios en su actividad? Cambios en la CIA: ¿Cambios en su actividad?   Por Adriana Vega   Obama, premio Nobel de la Paz año 2009, resolvió atenuar los prejuicios de...

Cambios en la CIA: ¿Cambios en su actividad?

Cambios en la CIA: ¿Cambios en su actividad?


 


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Por Adriana Vega
 


cia culpable 2Obama, premio Nobel de la Paz año 2009, resolvió atenuar los prejuicios del sentir administrativo internacional con respecto a la CIA, nombrando a John Brennan nuevo director de la Agencia. El mencionado conoce plenamente la voluntad de esta designación, que se  ha traspasado al Pentágono junto a nuevas medidas internas que se encubren a la opinión pública.


Por si esto fuera poco, también ha dado poder a una dama torturadora que es la nueva directora del Servicio Nacional Clandestino (NCS), verdadero tentáculo de la Agencia. Le toca llevar a cabo una guerra sucia por ser torturadora especialista, y tiene la orden de no blanquear el nuevo programa de apresamientos e interrogatorios de la CIA.


Brennan y su nueva operadora no son ajenos a la historia de bestialidades de la CIA, sobre todo cuando el NCS es su brazo operativo, así como lo son también el FBI, el NHS, la DEA, la DIA.


El Servicio Nacional Clandestino se encarga, junto a la Oficina de Planes, de supervisar y articular la actividad de los asientos de la CIA diseminados por el mundo, y controlan acciones ejecutadas por sus oficiales operativos y agentes, muchas de ellas no fiscalizadas por el Congreso y la propia Casa Blanca.


No hay duda de que estos nuevos halcones fueron colocados en sus puestos "no para limpiar la casa", sino para concebirla más eficiente y solapada, y mejorada en su tenebrosa diligencia y no les son exóticos los anónimos planes, de los cuales algunos se están poniendo en marcha:


En el caso de Venezuela tenemos variedades de todas las marcas y para elegir: eliminación física de dirigentes de la dirección colectiva político - militar de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Jorge Arreaza y en aumento, incluidos gobernadores de ideas bolivarianas chavistas. Estos actos de asesinato serían realizados por diversas vías.


Fomentar en la dirección colectiva del gobierno peligrosos recelos, enalteciendo protagonismos, diseminando dudas y  generando conflictos con otras organizaciones.


Agilizar el reclutamiento activo, sobre todo compromisos y sobornos de diversos cuadros de dirección, funcionarios diplomáticos en el exterior, altos miembros del mando de las fuerzas bolivarianas y cuadros que realizan funciones vitales dentro de la dirección del país en todas sus instancias que estarían dispuestos a doblegarse.


No es desconocido para nadie que la CIA ha elaborado minuciosos perfiles de estas personas y seleccionado a sus posibles objetivos.





Promover todo tipo de acciones para deslegitimar las elecciones presidenciales del 14 de abril y hacerlas ver como fraudulentas, incitando a su desconocimiento por parte de las bases de la oposición para crear un contexto de ruptura democrática y de desobediencia civil.


Fortalecer desde el exterior una recia campaña mediática, que será monitoreada por órganos serviles a EE UU. como la SIP, la CIDH y otras, apoyándose en los grandes monopolios de la comunicación. Ejemplo reciente, las visitas a Argentina de la ultra derecha internacional.


De la misma manera y también monitoreada por la Oficina de Prensa de la embajada norteamericana, fomentarían igual discurso ideológico y matrices de opinión adversas a la presidencia de Nicolás Maduro después de su elección.


Crear las condiciones para garantizar una intervención foránea contra Venezuela, apoyándose en organismos internacionales como la OEA, la ONU y la Unión Europea, bajo la dirección de Estados Unidos y la complicidad de otras naciones latinoamericanas  que prestarían sus territorios, aguas jurisdiccionales y espacio aéreo para el empleo de acciones agresivas.


Estos son algunos de los planes inmediatos que existen bajo el tejido de la CIA y  son amenazas reales para la nación bolivariana.


Descontamos con que el pueblo y su dirección político - militar, siguiendo el ejemplo de Chávez, resistirán cualquier agresión y estén en plena capacidad  para desarticular estos tenebrosos planes.


Tanto el actual Presidente Ejecutivo venezolano, Nicolás Maduro, como el canciller Elías Jaua, desnudaron un macabro plan dirigido a crear un ambiente de desestabilización y caos en la República Bolivariana de Venezuela, el cual fue cuidadosamente preparado por altos funcionarios del gobierno norteamericano, la CIA, otros gobiernos latinoamericanos, grupos anti bolivarianos radicados en Miami y  grupos terroristas anticubanos asentados en esa misma ciudad.


Aunque Nicolás Maduro es el principal objetivo, dentro de los planes de la CIA y de otras agencias norteamericanas y el Mossad, se encuentran equitativamente destacados miembros de la dirección político - militar del chavismo bolivariano. Estos objetivos incluyen no solo a ministros, diputados del PSUV y del PCV, diplomáticos en el exterior, gobernadores, miembros del CNE, magistrados, altos oficiales de las FNAB y  destacados líderes sociales y comunicadores.


El plan contempla igualmente la desaparición física de connotados miembros de la derecha como Henrique Capriles, Antonio Ledezma y otros, acusando a las fuerzas bolivarianas de estos actos de asesinato selectivo. Como puede apreciarse, en ambos casos, el objetivo es crear el caos de la constitucionalidad, promover una posible guerra civil o, y  en último caso, la intervención militar de fuerzas foráneas bajo la tutela de la ONU, la OEA y otros organismos internacionales.


Larga es la lista de los implicados en esta vasta conspiración. En primer lugar se encuentran los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Israel, Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, España, Colombia, Perú, Chile, El Salvador, Paraguay, México, Panamá, Honduras, Arabia Saudita y otras naciones, con pleno conocimiento de sus gobiernos o, en otros casos, mediante operaciones secretas realizadas fuera del control de sus autoridades.


No sería la primera vez que la CIA, la DIA, la DEA, el FBI, el Mossad, el MI6 y otros servicios actúen de espaldas al escrutinio gubernamental y de los Congresos de sus países.


Estos involucrados están encargados de las tareas de planeamiento y organización, financiamiento, creación de campos de entrenamientos en algunos de sus territorios, entrega de medios sofisticados de comunicación, armas de última generación, tareas de reclutamiento, entrenamiento de mercenarios, así como el montaje de todo el andamiaje operativo en determinadas naciones, usando a sus sedes diplomáticas, funcionarios públicos o agentes encubiertos.


En Estados Unidos están implicados varios congresistas, funcionarios como Roger Noriega y Otto Reich, varias divisiones de la CIA, la DEA, la DIA, así como agudos funcionarios de las Secretarías de Estado, Defensa y Justicia. Cerca de setecientos agentes operativos, usando trastienda diplomática en embajadas Norteamericanas en América Latina y Europa, participan en esta conspiración.


Para el cumplimiento de las tareas de reclutamiento se han seleccionado  organizaciones de venezolanos radicadas en el exterior como ORVEX, VEPEXXX y otras, en contubernio con grupos terroristas de origen cubano como Alpha 66, Comandos F-4, Brigada 2506, CID, Ejército Armado Secreto, CLC, FNCA, CAMCO, Ex Club y otras.


En estas tareas de reclutamiento también se encuentra involucrado Álvaro Uribe, grupos paramilitares y servicios de inteligencia colombianos. Otros partidos políticos de la derecha tradicional en Centro y Sur América, así como varias ONG's y los llamados Cuerpos de Paz, actúan como reclutadores en la región.


Todos los movilizados, muchos de los cuales cuentan con experiencia militar por haber estado  en los conflictos militares en el Medio Oriente, Europa, África y Latinoamérica, reciben entrenamiento en tiro, manejo de explosivos, defensa personal, subversión, sabotajes, comunicaciones y manejo, técnicas de inteligencia y contrainteligencia.


Un papel importante en estos planes lo desempeñan las células terroristas, aún intactas, creadas por Luis Posada Carriles y Francisco Chávez Abarca en Centroamérica y Venezuela. Estas células han participado anteriormente en planes magnicidas contra Fidel Castro y han contado con conocidos terroristas. Además de los miembros de las células terroristas de Posada Carriles, participan en estos planes diversos escuálidos venezolanos, tales como Henry López Cisco, José Antonio Colina, Pulido, Pedro Carmona Estanga, Patricia Poleo, Raúl Díaz, Carlos Yacaman, Branko Marinkovic,(boliviano), Eligio Cedeño, Carlos Fernández, Pedro Torres Ciliberto, Nixon Moreno, Jaime Lusinchi, Johan Peña, entre otros, desde Miami como también involucrados venezolanos residentes en el exterior como el vicealmirante Carlos Molina Tamayo, Nelson Mezerhane, Mario Cossío (radicado en Paraguay), Carlos Ortega, Oscar Pérez, Ramón Martínez, Eduardo Lapi y Manuel  Rosales (radicados en Perú); el salvadoreño Orlando Inocente Montano, entre otros.


Fundamentalmente, los planes previstos por la CIA, el Mossad y el resto de los implicados, además del asesinato selectivo de cuadros de dirección y otras personalidades, contemplan el sabotaje económico y la generación de reclamos y  manifestaciones de desobediencia social.


Dentro del sabotaje económico se manejan acciones terroristas contra instalaciones y líneas eléctricas, atentados contra medios de transporte colectivo, así como contra pozos y refinerías petroleras de PDVSA.  En este último caso, optarán por sabotajes tecnológicos aparentando malfuncionamiento y accidentes por supuestas negligencias.


También pretenden crear focos de intranquilidad ciudadana mediante la propagación de rumores, el desabastecimiento artificial y otras acciones manipuladoras. La actividad subversiva ha cobrado considerable auge, sobre todo en la campaña de Capriles, por medio del descarado robo de las banderas, consignas y centrales de opinión de las fuerzas bolivarianas.


Es de destacar que muchas acciones contra la constitucionalidad ya han sido puestas en marcha y se planifican otras para el momento de darse a conocer los resultados electorales.


Otros planes contemplan las incursiones de agentes provocadores para ejecutar tales procedimientos.


Existen fuertes evidencias de que agentes de agencias norteamericanas, radicados en la embajada de EE. UU. en Caracas,  incluso orientan, financian y organizan con elementos de la derecha.


Este es el actual accionar de la CIA, de la contrarrevolución anti bolivariana y sus cómplices. El pueblo venezolano sabrá darles justa respuesta.

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