El pasado domingo, el grupo Jamaicaderos estuvo tocando en el barrio de San Telmo, en Defensa al 1100 de esta Capital, en pleno ejercicio del derecho humano a la cultura pero, a poco de llegar, fueron rodeados por cerca de 20 inspectores de Espacio Público del GCBA, quienes intentaron prohibir el derecho al arte desde las calles con malos modos y ademanes violentos, además de proferir expresiones discriminatorias y amenazantes.
Al mismo tiempo, dichos funcionarios filmaban lo que acontecía mientras provocaban a los integrantes del grupo, con la finalidad de buscar una respuesta violenta, lo que no consiguieron y tras las amenazas de detención y de secuestro de los instrumentos musicales, les labraron una nueva acta de contravención por "ruidos molestos".
Cabe destacar que, hasta último momento, se negaron a identificarse y, acompañados de efectivos de la brigada de la Comisaría 14ª de la Policía Federal, solamente insistieron en la prohibición de tocar a lo que los integrantes del grupo respondieron con la solicitud de la documentación que respaldara su accionar. Antes de retirarse, los funcionarios macristas prometieron volver con la Policía Metropolitana.
Según afirmaron desde Jamaicaderos, fueron los únicos músicos perseguidos por cuanto, a 20 metros, tenía lugar un espectáculo de tango con música en vivo y amplificada que no tuvo mayores inconvenientes.
Este accionar no es nuevo y viene repitiéndose sistemáticamente desde hace varios años. Varios músicos callejeros, incluído este grupo, viene solicitando una reunión a las autoridades del Ministerio de Espacio Público para la regulación del arte callejero, desde hace tres años, pero no han tenido respuesta hasta la actualidad.
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