Por José Manzaneda *
El éxito rotundo del Ballet Nacional de Cuba en su reciente actuación en Puerto Rico no ha sido noticia internacional (1). Pero sí lo ha sido, en decenas de televisiones, radios y diarios el abandono de ocho de sus integrantes, a quienes el Gobierno de EE. UU. otorgaba asilo político (2), y que inmediatamente fichaban por el Cuban Classical Ballet of Miami, compañía con la que tuvieron su primera actuación apenas ¡ 7 días después ! (3)
Los ingredientes de esta comedia cínica son los habituales. Uno: consiguen asilo “político” personas a quien nadie ha perseguido en su país, y cuya motivación migratoria es única y exclusivamente económica (4). “Yo no tengo miedo ninguno, porque no hice esto por política, yo soy artista”, aseguraba ante las cámaras una de las bailarinas” (5). Dos, ninguna de ellas tenía en Cuba obstáculo legal alguno para viajar a EE. UU. cuando lo deseara, siempre que hubiera conseguido la más que restringida visa norteamericana (6). Tres, estas personas son beneficiadas por la llamada Ley de Ajuste Cubano, que les otorga residencia automática solo por ser cubanas. Mientras, EE. UU. deporta cada día a más de mil personas indocumentadas, entre ellas también profesionales de la danza que no tuvieron la suerte de haber nacido en Cuba (7).
Todo apunta a que fue una operación preparada desde hace meses entre la compañía de ballet de Miami donde ahora trabajan y varios medios de comunicación. El Canal 41 América Tevé de Miami, curiosamente, rompió su práctica habitual y envió a Puerto Rico a un equipo completo de televisión para cubrir la actuación del Ballet Nacional de Cuba (8). Lo que les interesaba no era, evidentemente, informar del éxito de una compañía formada por el “régimen castrista”, sino justamente cubrir en directo el abandono de los bailarines, que conocían previamente (9).
Los medios internacionales también se han encargado de justificar este juego sucio. El diario español “El País” ensalzaba a EE. UU. por ser “la tierra de las oportunidades” realmente, no “en abstracto”, al haber acogido a los bailarines (10). Y daba todo su espacio al organizador de la operación, Pedro Pablo Peña, director del Ballet Clásico Cubano de Miami, que anunciaba que seguirá llevando a cabo operaciones como esta “mientras Cuba no sea realmente libre”.
La agencia española EFE también daba espacio único al mensaje propagandístico de este personaje (11). “La huida de (los bailarines) (…) evidencia “el absoluto descontento” de los artistas con el régimen (cubano)”, se puede leer en una nota de EFE reproducida en numerosos medios de América Latina. Algo que se explica cuando conocemos que esta agencia de noticias tiene un convenio con el Ayuntamiento de Miami, por el que se compromete a “la publicación de (…) reportajes (…) que reflejen la realización del “sueño americano” en (dicha) ciudad” (12). Así lo explicaba Tomás Pedro Regalado, Alcalde de Miami: “El proyecto (de la agencia de EFE) publicitar en América Latina y el mundo a personas que son triunfadoras aquí en Miami, para nosotros es un doble orgullo, porque muchas no nacieron en EEUU y son protagonistas del sueño americano” (13).
Otros medios digitales, como BBC Mundo, apuntalaban este mismo mensaje, asegurando que “muchos bailarines (…) de Cuba han desertado (…) con frecuencia por razones políticas” (14). Una mentira absoluta, pero imprescindible para justificar la aberración política, legal y moral de este caso y, en general, de la política migratoria de doble rasero del Gobierno de EE. UU.
Pero si hay un medio campeón del cinismo ese es el diario “El País”. En un segundo trabajo sobre el caso, narraba que un “error burocrático” habría permitido que un noveno bailarín también “huyera” a EE. UU. “burlando la norma oficial” -palabras textuales- (15). Lo que induce a pensar que este bailarín habría sorteado prohibiciones para viajar impuestas por las autoridades de la Isla. Pero nada más lejos de la realidad. Lo que ocurrió fue que este bailarín había sido descartado a última hora para ir a Puerto Rico, pero al haber obtenido ya la visa estadounidense, aprovechó para viajar por sus propios medios a dicho país. Nadie en Cuba le impidió salir de la Isla. Recordemos, además, ya no existe un “permiso de salida” necesario para hacerlo. Pero El País no podía renunciar al relato de misterio, y hablaba de una “huida” de “tintes heroicos” que abrió al bailarín “la puerta de su libertad”.
El Ballet Nacional de Cuba, símbolo no solo de su país, sino también de América Latina y del Tercer Mundo, es objeto permanente de ataques a su imagen y a su viabilidad (16). A pesar de todo, la Escuela Nacional de Ballet de Cuba forma hoy a 800 nuevos profesionales de la danza, siendo una de las mayores canteras del mundo, y garantía de futuro de uno de los símbolos culturales de la Revolución cubana (17).
* Coordinador de Cubainformación
NOTAS:
(4) http://www.publico.es/internacional/526440/por-que-huyen-los-bailarines-cubanos
(5) http://www.youtube.com/watch?v=mJj3aIK4FDg
(9) http://www.americateve.com/primicia_fuga_de_bailarines_del_ballet_nacional_de_cuba-713022-ap
(10) http://cultura.elpais.com/cultura/2014/06/10/actualidad/1402418610_013332.html
(11) http://www.laopinion.com/deserciones-bailarines-cubanos-evidencian-descontento-regimen
(13) https://www.youtube.com/watch?v=75vvPimeQ9Y
(15) http://cultura.elpais.com/cultura/2014/06/13/actualidad/1402660999_598409.html
(16) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=185928&titular=sobre-“deserciones”-y-“carreras-truncadas”-
(17) http://www.publico.es/internacional/526440/por-que-huyen-los-bailarines-cubanos
No hay comentarios. :
Publicar un comentario