Gentileza: Cubarte
Pablo, me llamo Gustavo Díaz, soy trabajador de las telecomunicaciones en la Estación Terrena Caribe. Esto te lo digo para que sepas que no te escribe un anónimo y también, por si quieres intercambiar después de leer esta carta.
Nací en 1963. Como ves, toda mi vida ha transcurrido dentro de la Revolución. Fui formado por ella y por mis padres, que me enseñaron a amarla y la verdad es que 51 años después la quiero más todavía.
Al leer tu entrevista concedida al diario El País, de España el pasado 14 de Febrero pasé en un brevísimo espacio de tiempo de la perplejidad a la indignación y de ésta a la más profunda decepción. Esta vez te haré algunas preguntas. Más adelante, si lo considero necesario, te haré algunas reflexiones.
1 - Lo primero que me llama poderosamente la atención es tu entrevistador:
Nada más y nada menos que Mauricio Vicent, ex corresponsal de EL País en la Habana durante varios años en los que no hizo otra cosa que intentar poner a Cuba siempre en la posición más denigrante entre mentiras y medias verdades. ¿Te quedaba cómodo ese periodista y ese periódico del Grupo Prisa?
2 - ¿De dónde sacaste que el Gabo era otro “defraudado” como tú? He leído su obra, sus artículos y jamás encontré otra cosa en él que no fuera un cariño enorme por Fidel y una entrañable amistad hasta el fin de sus días. A mí también me encanta la canción “Días de Gloria”, pero siempre la asocié a temas del amor de pareja. Creo que es bella y nunca pensé que tuviera que ver con tus frustraciones políticas.
¿Esos dirigentes a los que torpe e irrespetuosamente te refieres, son por casualidad Fidel y Raúl? Si es así, sólo tengo que decirte que jamás nos traicionaron, que no vendieron el país y que resistieron, junto a su pueblo con dignidad estos durísimos años. Tú no estás tan dentro del pueblo hace ya un rato, Pablo. Yo sí y eso me da ventaja para decirte que la inmensa mayoría de los cubanos no piensa como tú y quiere y respeta profundamente a esos símbolos vivos de la Revolución.
3 - ¿Dónde estabas, Pablo, cuando el Bloqueo, el acoso, las agresiones de todo tipo que, por cierto, aún no han concluido? ¿Se te escapó ese detalle, o no te conviene “hablar de aquellas cosas, más dignas, más hermosas”?
4 - Sobre La Habana, mi Habana, nuestra Habana, te remito a Eusebio Leal para que te conteste, si así lo prefiere. Te reproduzco sólo un comentario de Silvio Rodríguez que encontré en una entrevista: “Si, antes de la Revolución La Habana estaba mucho más pintada, los baches eran raros y uno caminaba calles y calles de tiendas llenas e iluminadas. Pero, ¿quiénes compraban en aquellas tiendas? ¿Quiénes podían caminar con verdadera libertad por aquellas calles? Por supuesto, los que tenían con qué en sus bolsillos. Los demás a ver vidrieras y a soñar, como mi madre, como nuestra familia, como la mayoría de las familias cubanas…”
5 - ¿Por qué mezclas la legalización del PC de España con la caída del socialismo en Europa del Este y con Cuba? Eso me parece un purgante político. ¿No te llama la atención que casi 25 años después de la caída del muro de Berlín, de período especial con más bloqueo y más cerco sobre nosotros, estamos aquí? Por algo será…
6 - Te regocijas “por el regreso de los presos cubanos”. Son más que presos Pablo, son héroes por los que no te vi alzar tu voz en estos 15 años ¿Te molesta que las conversaciones fueran secretas y consideras que debiste ser consultado? Cuando voy a las elecciones, pongo en las manos de esos dirigentes que elijo, mi confianza para que luchen por mí, por todo mi pueblo con las armas que sean necesarias. Eso no me molesta, me enorgullece.
7 - ¿En qué posición debe ceder Cuba? ¿Desmantelar el socialismo? ¿Disolver la Revolución como los traidores y cobardes de otras latitudes? ¿Entregarnos? ¿Qué quieres, Pablo, qué quieres tú?
8 - ¿Cuál es la agonía sin salida? ¿No era la de Batista asesinando y torturando? ¿No era la de los latifundistas yanquis robándose las riquezas? ¿No era la de la mortalidad infantil de más de 60 por cada mil nacidos vivos? ¿No era la de más de un millón de analfabetos? ¿No era la del imperio de la droga y la injusticia, la del entreguismo y la politiquería? ¿En qué andas, Pablo? Dilo de una vez.
9 - ¿Consideras que estás en condiciones de calificar de “maquillaje” las medidas que se toman en Cuba? ¿Hasta qué fondo pretendes que se llegue? ¿Con qué gente de a pie tú te reúnes? Que te muevas en tus autos bien habidos me parece justo y merecido. Lo que no te puedo aceptar es la demagogia de querer erigirte en “defensor” de los pobres de los que hace mucho rato estás bien lejos.
10 - Yo también pienso que la UMAP fue un error, pero, ¿a ti te consta que eso fue un campo de concentración, como has afirmado varias veces? ¿Sabes tú lo que es un campo de concentración? ¿Se asesinó a alguien allí? No intento disminuir la magnitud del error pero me parece que estás exagerando.
Hay mucha inconsistencia y demasiada inconsecuencia en tus palabras; Pablo. Eso me produce una gran tristeza a mí, un hombre de pueblo, pero de los de verdad, que creció con tus canciones y comprendió bien temprano que “será mejor hundirnos en el mar, que antes traicionar la gloria que se ha vivido”.
Aquí estamos,
Gustavo.
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