Por Norelys Morales Aguilera
No me olvido de cuando “mi querido Pablo” le dijo al periódico El Mundo: "No hay maricones en el partido. Aún están discriminados" (1). No me voy a detener a contestar, como no lo hice antes.
Lo que sí confieso es que estuve entre quienes en Santa Clara no asistimos a su concierto, hace 20 años. Metió “tronco de pataleta” contra la prensa y los promotores, pero en una ciudad como Santa Clara, en el ámbito de la cultura y otros, el boca a boca funciona bien, si hubiera sido el caso. No fuimos porque no quisimos. Creo que lo recuerda.
Pero, volvió por tierras de Marta Abreu y de Ernesto Guevara en mayo del 2013, la gente disfrutó sus canciones antológicas y hasta las autoridades lo agasajaron. Todos pasaron por alto el hecho. Pablo se declaró emocionado y punto. Cosas de Cuba.
Los medios en la Isla reseñan al artista y el contacto con el público. Ningún colega le preguntó por qué ya no canta: “No vivo en una sociedad perfecta / yo pido que no se le dé ese nombre, / si alguna cosa me hace sentir esta / es porque la hacen mujeres y hombres.” Lo lamento.
Pablo está en el Olimpo de los cantes y compositores cubanos por toda su obra merecidamente, pero muy a su pesar entiendo, las canciones que hizo para la Revolución lo catapultaron al reconocimiento internacional. No sé qué juicio tengan mis lectores de esa actitud humana tan especial que se llama agradecimiento.
Yo sé que a Pablo le importa un comino si alguien como yo asiste o no asiste a una presentación suya. Al lector tampoco, pero creo que no responda a otro tipo de cuestionario como los que responde. Y, lo que sí es muy llamativo que el hombre no se ha dado cuenta de que sus entrevistadores extranjeros, a diferencia de los cubanos, están más interesados en sus opiniones políticas, que en su obra artística.
Así ha sucedido con la entrevista que acaba de conceder al descartable por El País de España (2), Mauricio Vicent (3), que usan cuando de diatribas contra Cuba se trata. Que él sea amigo o no del periodista confiable de la Oficina de Intereses de Estados Unidos, no es relevante. Pablo ha demostrado que por encima de cualquier consideración prefiere estar en las portadas del muy leído diario franquista y sus congéneres.
Para conseguirlo en la más reciente publicación de El País, del titular al contenido se trata de opiniones políticas, que replican los medios de la SIP y los contrarrevolucionarios Diario de Cuba, RadioTVMartí, Cubanet, etc. Solo unas líneas para su arte.
En síntesis, Pablo calificó de "maquillaje" la apertura cubana y no hay que referirse a quién más lo dice sin tapujos y está solicitando que le pidan perdón por haber estado en Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP).
Tanto como a Pablo no le importa que yo asista o no a un concierto suyo tampoco ha de importarle cuatro preguntas que como periodista quiero hacerle y le hago una propuesta.
¿Pablo dónde estabas cuando en los campos cubanos había machetereros que cortaban la caña con zapatos atados con ariques (tiras de la yagua de la palma real cubana) y hoy lo hacen con la indumentaria necesaria y han triplicado o más sus salarios?
¿Pablo cómo no les dijiste a tus lectores que una operación de trasplante de riñón como la que te has hecho en tu país no cuesta un centavo y las personas que tienen que hacerse diálisis disponen de un taxi gratuito, a pesar de las jodiendas del transporte cubano, en la puerta de su casa para trasladarse al hospital aunque viva en un lejano paraje?
¿Pablo a ti no te molesta el bloqueo?
¿Pablo por qué no contribuyes económicamente con la reconstrucción de La Habana, aunque sea por un gesto?
No te calificaré ni te juzgo. Que sea el lector el que infiera si eres oportunista o ingrato.
Por último, como te declaras revolucionario y los revolucionarios son los que cambian las cosas te hago una propuesta pública, empleando tu poder de convocatoria como artista.
Ya que no te basta el reconocimiento de Fidel Castro sobre la equivocación que constituyó los campamentos de la UMAP en una entrevista con Carmen Lira Saade (4), y demandas que el gobierno cubano “te pida perdón” a ti, al inconmensurable e importante Pablo Milanés, ¿Por qué no lanzas una convocatoria universal que incluya a los gobiernos de Estados Unidos, es un magnífico ejemplo, por la represión durante los "disturbios" de Stonewall en 1968 (5) o al Reino Unido por la castración hormonal a miles de homosexuales -ser gay era allí delito grave hasta 1967- que llevó al suicidio al matemático británico Alan Turing (6) o los países amigos de los gobiernos dichos que mantienen leyes brutalmente homofóbicas?
Total, Pablo, me gustas cuando hablas porque estás como ausente o me gustas cuando callas porque no hablas mal de tu gente.
NOTAS:
(1) http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2008/665/1215900012.html
(2) http://cultura.elpais.com/cultura/2015/02/13/actualidad/1423851530_536670.html
(4) http://islamiacu.blogspot.com/2010/08/lo-ultimo-de-fidel-castro-inmerso-en.html
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