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Por Andrés Sarlengo (Contrapuntos, Venado Tuerto, Santa Fe)

A un año de cumplir 40 años de edad cabe un breve inventario personal y político.

Termine mi escuela secundaria en diciembre de 1991 en el CAR (Centro Agrotécnico Regional, Venado Tuerto) y a los días ya estaba trabajando en una transnacional semillera y luego en uno de los tantos latifundios que poderosos extranjeros tienen en Argentina.

En ese momento…yo era otro. Pero mire si sabré qué son las multinacionales…

Una reducción de personal me despidió de la Estancia del adinerado italiano en diciembre de 1992. Y nuevamente a las semilleras…

El periodismo cambió mi vida. Desde 1995 hasta 1997 curse esa carrera en la Dante Alighieri… Allí conocí las obras de Walsh, Arlt, Horvath, Paulo Freyre, Marx, Mattelart, Rousseau, Maquiavelo, Freud, Perón, Frondizi, Del Frade…y muchísimos escritores y periodistas tan anónimos como rebeldes.

En el 2003 mi título de Agrónomo General me abrió las puertas para un cargo docente en la Escuela Especial Laboral 2112 que en junio cumple 25 años de hermosa vida.

Ya no soy el mismo del 91, 95, 2001 o 2003…

Y ustedes dirán “a este loco que bicho lo picó hoy”…

Pasa que si los periodistas informamos, opinamos y hasta prejuzgamos sobre otros… también es preciso que sepan los demás de dónde venimos.

Desde 1996 con mi práctica periodística digo que soy y qué pretendo.

Y a casi un año de mis 40 años un inventario no está demás…

Contrapuntos son mis editoriales, las entrevistas, la música, mis errores y mis auspiciantes. Repito: Contrapuntos también son mis auspiciantes; porque fue Gilbert K. Chesterton quién aseveró que "el periodismo es aquello que se publica en los lugares que dejan libres los anuncios publicitarios”.

Ya me han dicho varias veces que escribiera de otro modo. No puedo: fingir es una cárcel para mí y mi persistencia se fugaría entre los barrotes.

Yo estoy más cerca de Ana Braghieri (5) que de Juan Carlos Blumberg (¿Se acuerdan de él?) Marchas por la inseguridad… ¿Y de la educación pública quién se acuerda? Ni Maurino (1) y sus pactos con la UCU (2)…

Yo no editorializo con igual sentido que el diario La Capital o algún colega de LT 29 (3).

Yo puedo tener el poder del micrófono y usted la verdad silenciada.

Yo nací en mayo de 1973 cuando “Cámpora al gobierno y López Rega al poder”.

Yo quiero a mis amigos. No les debo nada. Ellos bien saben que aprendí a detestar a los mercaderes y  las transnacionales.

Yo heredé de mi madre paraguaya alguna que otra gota de sangre guaraní. Y como ellos que desde el Amazonas llegaron viajando: busco la Tierra sin Mal.

Yo releí esta semana que los Tupí Guaraní arribaron a Perú después de caminar 10 años. De 2.000 quedaron 300. Caminaban y caminaban porque querían “tierra, libertad y justicia”.

El proyecto de la Tierra sin Mal que los guaraníes compartieron con los jesuitas provocó el despecho de portugueses y españoles.  Y la respuesta no se hizo esperar: 30.000 guaraníes fueron asesinados. No es pura casualidad. Hasta el Vaticano se manchó con sangre.

La historia oficial se encargó que ganara el olvido.

Mi memoria no es la de un grillo ni la desfachatez de Julio Eggiman (4).

Yo estoy más cerca de Ana Braghieri (5) que de Juan Carlos Blumberg y sus discípulos venadenses.

Y así tras 39 años vividos pienso que la indignación y la rabia sin esperanza no valen nada. Pero esperar por esperar es una tontería.

Como sostiene Andrés Brenner “creo que el arma de lucha más fuerte, que podemos tener los docentes, es el arma teórica, la lucha teórica”.

Es tiempo que la “teoría” de la democracia venza al “desvarío” de la plutocracia.

A mis 39 años he aprendido que Andrés Rivera aunque fue talentosamente terminante en su primera novela (“todos los hombres tienen su precio, menos aquel…”) creo se equivoca: somos muchos y muchas los que deseamos un mundo distinto.

¡ Ahijuna, tenemos que unirnos !

 
NOTAS:

1) Alberto Maurino, Secretario General de la Asociación del Magisterio de Santa Fe Delegación General López.

2) Universidad de Concepción del Uruguay

3) AM 1460 de Venado Tuerto.

4) Dirigente venadense que ha pasado por todas las vertientes políticas del “Justicialismo”: de ex detenido durante la última dictadura cívico militar hasta acérrimo menemista y hoy kirchnerista.

5) Incansable luchadora por los Derechos Humanos desde que la policía asesinó a su hijo en Venado Tuerto en 1999.