Otros Mayos por crear.

Otros Mayos por crear

 

Por Andrés Sarlengo (Contrapuntos, Venado Tuerto, Santa Fé)

 

A doscientos dos años del supuesto primer gobierno patrio la revolución sigue siendo un sueño eterno.

A cuarenta y tres años del Cordobazo su fuego rebelde todavía arde en la memoria colectiva desvalida.

Moreno, Tosco, Walsh, Belgrano… son indispensables si otra Argentina deseamos.

En cada niño empobrecido o pibe consumido por el “paco”… podemos hallar nuestras faltas.

¿Qué nos faltó para que la utopía venciera a la realidad?, se pregunta Andrés Rivera al novelar la vida de un “hombre en guerra”: Juan José Castelli.

Lo que denominan Historia también es un espacio de disputa. Y entre los medios de comunicación masivos, las escuelas hechas galpones, la publicidad deformante y la vida precaria -pese a ello- tenemos que forjar nuestra mirada crítica del pasado. Escribir sobre nuestros errores y carencias; y valorizar nuestros aciertos.

Tiene razón el entrerriano Mauricio Castaldo: “El 25 de mayo tiene políticos adentro y pueblos afuera: de los primeros nacerán el discurso oficial y los futuros actos “patrios (1)”.

Y en ningún acto “patrio” del sur de Santa Fe se nombran a los actuales saqueadores de la pampa húmeda y multiplicadores del empobrecimiento infantil, el narcotráfico y los efectos de un modelo agrario enfermante y homicida (2).

Para Dardo Scavino la ambición de la política “criolla” de mayo de 1810 logró vencer a las aspiraciones de la América igualitaria (1).

Y en ningún acto “patrio” del sur de Santa Fe se recuerda que el General López optó por unirse a los “Tenderos de Buenos Aires” entregando a José Artigas.

Mariano Moreno sostuvo: “…El mejor gobierno, forma y costumbre de una nación es aquel que hace feliz al mayor número de individuos, y la mejor forma y costumbres son aquellas que adopta el mismo número, formando el mejor concepto de su sistema; igualmente es máxima aprobada y discutida por los mejores filósofos y grandes políticos, que las fortunas agigantadas en pocos individuos, a proporción de lo grande de un Estado, no solo son perniciosas, sino que sirven de ruina a la sociedad civil, cuando no solamente con su poder absorben el jugo de todos los ramos de un Estado, sino cuando en nada remedian las grandes necesidades de los infinitos miembros de la sociedad… (3)”.

Moreno muere en raras circunstancias y es arrojado al mar el 4 de marzo de 1811.

Eduardo Galeano escribió sobre José Artigas: “El código agrario de 1815 -tierra libre, hombres libres- fue “la más avanzada y gloriosa constitución” de cuantas llegarían a conocer los uruguayos. Las ideas de Campomanes y Jovellanos en el ciclo reformista de Carlos III influyeron sin duda sobre el reglamento de Artigas, pero éste surgió, en definitiva, como una respuesta revolucionaria a la necesidad nacional de recuperación económica y de justicia social. Se decretaba así la expropiación y el reparto de las tierras de los “malos europeos y peores americanos” emigrados a raíz de la revolución y no indultados por ella. Se decomisaba la tierra de los enemigos sin indemnización alguna, y a los enemigos pertenecía, dato importante, la inmensa mayoría de los latifundios. Los hijos no pagaban la culpa de los padres: el reglamento les ofrecía lo mismo que a los patriotas pobres. Las tierras se repartían de acuerdo con el principio de que “los más infelices serán los más privilegiados”. Los indios tenían, en la concepción de Artigas, “el principal derecho (4)”.

El Protector de los Pueblos Libres (Artigas) muere solo y exiliado en Paraguay en 1850.

Agustín Tosco afirmó: “Los gremios independientes de Córdoba constituyen un importante grupo de sindicatos, no embanderados partidariamente, pero con una clara política de unidad combativa dentro del movimiento obrero. Estos gremios sostienen que el sindicalismo no es sólo un medio de reivindicación económico-social de la clase obrera sino que debe constituir una palanca política principal, en coincidencia con los demás sectores populares para la liberación nacional y social argentina(…) Nuestros enemigos fundamentales, ya lo dijimos muchas veces, son las tres cabezas de aquel muñeco que quemamos: la dictadura, el imperialismo y el participacionismo (…) Se es sindicalista íntegro, o se es un chantapufi, un aprovechador de situaciones, un oportunista o directamente un infame (5)”.

El ex dirigente cordobés de Luz y Fuerza fallece clandestino en Lanús el 5 de noviembre de 1975. La Triple A “se la había jurado”.

Rodolfo Walsh es categórico: “Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas”.

Walsh perece el 25 de marzo de 1977 bajo las garras del Terrorismo de Estado del Proceso de Reorganización Nacional 1976 - 83.

En definitiva: lo precedente es parte de la interminable lista de imprescindibles que forjaron nuestra Historia. De ellos, debemos aprender. No por lo trágico; sino por la luz efervescente que desprendieron en su vida militante por cambiar la realidad que los rodeaba.

Y aunque Herbert Marcuse no fue argentino ni latinoamericano, su pensamiento y obra bien que influyeron en otros libertarios mayos: “Es preciso despertar y organizar la solidaridad en cuanto que necesidad biológica de mantenerse contra la brutalidad y la explotación inhumanas. Esa es la tarea (…) y comienza con la educación de la Conciencia (6)”.

Que la revolución venza a los “políticos” y el pueblo verdaderamente gobierne es una labor difícil, larga, pero necesaria.

Cuando están en juego nuestras vidas debemos darles su merecido a los perversos plutócratas…

Es cuestión de afilar las palabras y martillar sobre las cadenas opresoras.

Hay otros mayos por crear.

Notas:

1) Las máscaras de Mayo y la revolución de los pueblos. KAOSENLARED. 23/05/2011

2) Ver entrevista a Damián Verseñazzi. http://www.gacetillasargentinas.info/entrevista-al-dr-damian-verzenassi-por-andres-sarlengo-contrapuntos

3) Citado en La larga lucha de los argentinos. Y cómo la cuentan las diversas corrientes historiográficas. Norberto Galasso. Ediciones del Pensamiento Nacional. Abril 1995.

4) Las venas abiertas de América Latina. Catálogos. Reimpresión de diciembre 2001.

5) Agustín Tosco 1930 - 1975. Sindicalismo clasista, socialismo y peronismo revolucionario. Silvia Licht. Editorial Biblos Latitud Sur. 2009.

6) Citado en “La experiencia de la guerra se narra en el silencio: historia, memoria, tolerancia”. Nadia Dadidovich y Lic. Adriana Paloma. Facultad de Psicología UNR.