Familiares y Amigos de Luciano Arruga denunciaron que fue cambiada la cerradura del Espacio para la Memoria (ex destacamento preventivo de Lomas del Mirador) sin aviso previo, por decisión del Intendente Fernando Espinoza que les fuese comunicada el pasado 27 de febrero del corriente por Miguel Rocha, Director de Derechos Humanos del municipio, a quien responsabilizaron por la ausencia de comunicación con la Municipalidad, con la finalidad de transformarla en una dependencia municipal.
No obstante ello, días antes del pasado 23 de marzo, fecha en la cual se realizaría una actividad por el 36º aniversario del golpe de 1976, Vanesa Orieta, hermana de Luciano, le manifestó la necesidad de mantener abiertas las puertas del Espacio para permitir la visita de estudiantes de la zona a Rocha. Ante este pedido, el funcionario respondió que “la llave no la tendrán el día de la actividad ni nunca, además tenemos que juntarnos porque quieren participar en el lugar algunos espacios sindicales”, lo que fue interpretado como "sacarnos la llave es dejarnos afuera", según afirmaron mediante un comunicado de prensa.
Cabe recordar que el pasado 28 de diciembre del año pasado, luego de un largo diálogo en donde participó Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, se hizo realidad el cierre del destacamento preventivo en un acto oficial donde participaron Pablo Pimentel, presidente de APDH La Matanza, el mismo Intendente Espinosa y Vanesa Orieta, quien afirmaría en su discurso que "el Espacio para la Memoria Luciano Arruga es un logro obtenido por Familiares y Amigos, y por quienes durante tres años lucharon a nuestro lado para conseguir la justicia y la verdad", señalando que era imprescindible el respeto al dolor como también a su forma de organización y lucha.
Por otra parte, de acuerdo a lo establecido durante el diálogo, solamente participarían los Familiares y Amigos de Luciano Arruga, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza y la Municipalidad en dicho Espacio.
Pero el compromiso se esfumó y el Director de Derechos Humanos del municipio, cumpliendo con lo afirmado a la hermana de Luciano, convocó a una reunión en donde participaron el SUTEBA La Matanza y la CTA La Matanza por primera vez, sin aviso previo, la que iba a constituirse en el ámbito de discusión acerca del derecho de los Familiares y Amigos de Luciano Arruga a tener la llave del ex destacamento como también a disponer de días y horarios de trabajo.
Los representantes de SUTEBA manifestaron que respetarían la posición de los Familiares y Amigos de Luciano Arruga, además de sostener la necesidad de una mayor participación y presencia de éstos en el Espacio. No obstante, los Familiares sostuvieron la necesidad acerca de la certeza en la recuperación de la llave y la exigencia de respeto a su participación en el Espacio para la Memoria.
Sin soluciones a la vista, afirmaron, sobre la finalización de la reunión se produjo un cruce de palabras entre la Sra. María Reigada, Secretaria General de la CTA La Matanza y la hermana de Luciano con motivo de la postura sindical acerca de la posesión de la llave, la que debía estar solamente en manos de la Municipalidad. Según aclararon, los planteos de la sindicalista se refirieron a las declaraciones de Vanesa Orieta durante el acto del 23 de marzo pasado, por el Día de la Memoria, donde expresó en forma contundente y clara que quienes entraran al Espacio para la Memoria, cuando sus Familiares y Amigos estuviesen afuera, tendrían las manos manchadas con sangre.
Sostuvieron que el contexto de la reunión no era el indicado para este tipo de planteos por dichas declaraciones, las cuales no comprometían a nadie ya sea en forma personal y/o grupal, según expresaron, por cuanto ellas solamente constituían un repudio desde el dolor a "la manipulación del poder político municipal a una lucha que nunca acompañaron".
Debido a esta situación, informaron, los Familiares y Amigos de Luciano Arruga decidieron no retomar el diálogo con la Municipalidad de La Matanza con la finalidad de proteger su integridad psíquica, además de hacer responsables a sus funcionarios por el mal momento vivido, calificándola como "insostenible" teniendo en cuenta el dolor que causa el Espacio donde estuvo presente el gatillo fácil en su mayor crueldad: la desaparición de un niño.
Concluyeron, afirmando que "el ex destacamento de Lomas del Mirador es un reflejo de lo que con organización y lucha se puede lograr en pos de una sociedad más justa: el cierre de una comisaría donde se violaron los derechos humanos", siendo ello "un hecho simbólico importantísimo que marca un precedente y debe ser para otras víctimas de violencia institucional un lugar de referencia donde encontrar acompañamiento y solidaridad". No obstante, señalaron que "hoy no cumple esa función, porque es una casa cerrada que el oportunismo político pretende transformar en una repartición municipal" y afirmaron que están convencidos acerca de su recuperación con lucha y organización, la misma que les "permitió cerrar un centro clandestino de detención y tortura en democracia", para que sea un lugar de integración y contención para los niños y jóvenes.
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