Por Guillermo Caviasca y Eduardo Lucita
Los precios aumentan centralmente por decisión de los capitalistas ya que nos encontramos con una economía nacional con abrumadora mayoría de sus ramas sin intervención estatal destacada que permita la fijación de los mismos. En las condiciones actuales el Estado solo pone algunos precios como impuestos y transporte (una parte), el precio a boca de pozo del gas o el petróleo. También busca incidir sobre el dólar. Pero lo central es el capital privado.
La inflación en nuestro país tiene un carácter estructural y reiterativo. ¿Qué significa?. Desde los cincuenta, la economía argentina enfrenta crisis inflacionarias periódicas relacionadas con el balance entre el agro y la industria y con la demanda de importaciones de la industria. Se relaciona con el proceso de industrialización parcial agravado por la anarquía del capital y deformado por la dependencia y la falta de planificación. Que encuentra sus límites periódicos por nuevas demandas de insumos para su sostenimiento o expansión en condiciones de caída de los precios de las exportaciones. La insuficiente inversión para desarrollar en forma equilibrada algunas ramas industriales importantes que no sea deficitarias y las crisis en transferencia de divisas del campo exportador, a la industria. Lo sorprendente de la etapa K es que la crisis se da en una situación de balanza comercial superavitaria.
Las causas de la inflación son diversas, por eso decimos que es multicausal. En la coyuntura argentina actual:
1) La alta tasa de ganancia de los capitalistas en este período: En una economía concentrada como la nuestra las formadoras de precios (200 o 300 empresas) tienen la capacidad de transferir a precios todo aumento de costos, por eso todos los controles de precios fracasan. Lo que hay que controlar son los costos de producción y distribución y fijar razonabilidad en las tasas de ganancias y en función de eso los precios. Nuestra economía ha continuado concentrándose, extranjerizándose y con ganancias espectaculares para los capitalistas durante los últimos 10 años.
2) La inflación importada: Antes se le llamaba el precio de los bienes salario (bienes que hacen al consumo de la mayoría de la población que hacen al valor de la fuerza de trabajo, y serían los que fijan el salario mínimo, en una época histórica). Porque cuanto más se exportaba (carne - trigo) subía el precio interno, para poder competir con el mercado mundial. Ahora pasa con la soja, ésta no se come, pero su rentabilidad es tan alta que desplaza a otros cultivos y crías, por lo tanto opera de la misma forma: es la que mas rentabilidad da, por lo tanto se transforma en una atracción para los capitales en una economía de mercado y a su vez, fija expectativas de ganancia a todos los productores. Los capitalistas buscan una rentabilidad similar a la del mercado mundial en el mercado interno y, en una economía sumamente dependiente, rigen sus elecciones por criterios de inversión globales. Aunque como la estructura industrial es relativamente débil, una fracción importante de los capitalistas industriales busca el subsidio y la protección estatal
3) Inflación por insuficiencia de oferta: No de demanda como dicen los neoclásicos, y esto es importante, los productores no producen lo suficiente o sea que no invierten cuando la capacidad instalada está al máximo. Si uno pone el acento en la demanda cae inevitablemente en el ajuste.Ya que la responsabilidad de la espiral inflacionaria estaría en los consumidores y éstos son en su mayoría asalariados. La burguesía argentina invierte poco, siempre por detrás de la demanda. Esto no pasaba en el primer período K (2003 - 2007) porque por la crisis había una enorme capacidad instalada ociosa, pero a partir del 2007/08 la capacidad instalada funciona como mínimo al 70 - 80% y es por esa fecha que comienza el alza de precios. Nuestra estructura industrial ha engordado, más que fortalecido, la inversión en tecnología y la expansión es relativamente baja y en muchos casos, tiene un alto componente de subsidio estatal al capital privado que es desaprovechado o despilfarrado.
La inversión estatal ha sido sin criterios estratégicos, ha fracasado en energía y transporte (subsidios), planificación urbana (villas cada vez más grandes, ciudades mas caóticas), ninguna gran industria productiva estatal, etc. Por lo tanto no cumple el rol de las antiguas “grandes obras”: orientar el excedente de capital hacia obras que en el futuro amplificarían la capacidad productiva. Por todo esto hablamos de "neodesarrollismo" K.
4) Hay puja distributiva: Es cierto que hay muchos salarios en blanco que crecieron más que la inflación, incluso hay algunos estudios de sectores kirchneristas que dicen que los aumentos salariales subieron más que la productividad por producto (no sabemos si esto es comprobable o son mediciones poco creíbles o solo casos muy puntuales). En este caso, caeríamos nuevamente en la idea de que debe fiarse la atención en frenar demandas salariales excesivas para nuestra economía. Pero esto no es así ya que el reparto de la riqueza no se alteró notoriamente en forma positiva, estamos muy lejos del fyfty fyfty peronista. En el mismo sentido, el componente del salario en el precio final de los productos es bajo (relativo a la rama industrial que hablemos). De la misma forma que existe una segmentación de la clase trabajadora que es sumamente beneficiosa para el capital en su conjunto y eso no se ha revertido. La clave es que los que dicen eso omiten que también hay puja distributiva inter-capitalista por la apropiación del excedente y aquí hay un tema central. Es el escenario de la disputa campo - industria, subsidios, etc. y las peleas entre diferentes fracciones del capital.
5) Inflación por emisión monetaria: Por último los neoclásicos insisten en la inflación por emisión monetaria. Esto no es así seria una teoría “monetarista”. Pero la emisión tiene sus límites, si el 90% de la emisión actual va para subsidios y no se expande la producción, alguna influencia en el alza de precios tiene que tener. Por otra parte es evidente que hay mucho dinero en circulación y, como no hay alternativas de inversión, la gente va al dólar (como resguardo de valor) o al consumo (gastar antes que el peso siga devaluándose) y eso afecta la relación dólar - peso y presiona sobre los precios de mercado.
6) La carencia de dólares, o sea que no ingresan al país: Argentina obtiene dólares por las exportaciones, inversiones o créditos y éstos son los que permiten a su vez la compra en el mercado externo (cualquier gasto en el exterior) o pago de deuda, impactando sobre las reservas, más cuando se toma la política de pagar deuda con ellas. Pero salvo que nos encontremos en un sistema de convertibilidad en el que las reservas tienen que ser uno a uno, en el caso actual no hay criterio para el monto de las mismas, incluso hay países que no tienen reservas. Pero en un país dolarizado como el nuestro y con inflación estructural, la caída de reservas no hace más que agregar leña al fuego.
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