Jere, Mono y Patóm estuvieron presentes durante las dos marchas que se realizaron el pasado 2 del corriente en Rosario y en esta Ciudad de Buenos Aires. La primera partió desde el Club Infantil Oroño, ubicado en el Barrio Moreno de la ciudad santafesina hasta los Tribunales Provinciales y la segunda, desde el Obelisco.
Noche de antorchas para los dos años de dolor y de lucha que esperan una resolución favorable en los juicios que se vienen. Más de 900 personas en Rosario acompañaron a los familiares de Jere, Mono y Patom junto a los carteles que daban cuenta de las mentiras sobre los tres que fueron desperdigadas por los medios masivos de comunicación: “Ajuste de cuentas no”; “Ni el momento ni el lugar equivocado; los equivocados, otros”; “Guerras de bandas narcos”.
Eduardo Trasante, papá de Jere, fue contundente: “Nuestros hijos no eran soldaditos de nadie y derramaron su sangre injustamente; pero si vale la pena la sangre de nuestros hijos para que cambie la realidad de Rosario, que viva la sangre y la memoria de nuestros hijos".
En Buenos Aires, la militancia no se hizo esperar para concentrar en el Obelisco y acompañar a las y los compañeros rosarinos en el sentir por los dos años de un triple asesinato enmarcado en las redes narcos que operan en los barrios con la complicidad policial.
Les acercamos los documentos leídos en Rosario:
Será Justicia
Hoy es un día muy extraño, compañeros y compañeras. Se siente como si todo hubiera sido ayer, pero ya pasaron dos años. Dos años de una lucha incansable por Justicia, eso que siempre se niega a los de abajo, a los ninguneados, a los que parecen en los diarios sólo como asesinos o asesinados. Como números, como si fueran figuritas repetidas. Y aunque nos costó, supimos decirle BASTA a toda esa porquería, supimos hermanarnos en esta difícil pelea.
En estos dos años hemos sufrido mucho. Hemos llorado ríos enteros. Hemos gritado hasta quedar afónicos. Pero pudimos lograr que ese miedo y esa tristeza no nos paralicen.
Todo lo contrario, supimos transformar el dolor en lucha. Y nos moviliza sabiendo que tenemos al lado muchos compañeros y compañeras que sentimos lo mismo: que cuando vemos a los pibes, vemos a nuestra familia, a nuestros hermanos, nuestros hijos. Y luchamos convencidos de que es la única manera, de que no nos vamos a entregar, que hasta el último suspiro vamos a luchar.
Por nuestros compañeros, por esas tres imágenes que se transformaron en mucho mas que un símbolo, una bandera, un libro.
Se transformaron en nuestra fuente de energía, de donde sacamos cuando ya no damos más. De esas sonrisas se nutren nuestros pasos, del recuerdo de sus voces sacamos fuerza para seguir gritando.
Los invitamos a sentir esa fuerza y a entender que capa paso que damos en un paso histórico. Un paso que nos dice por qué estamos en este mundo. Y estamos para demostrar que si queremos podemos decirle NO a la impunidad, NO a la injusticia, pero sobretodo, decirle NO a la muerte. Y convidar a todo el que quiera escuchar, que el futuro no está escrito sino que lo escribimos nosotros.
Por eso, compañeros y compañeras podemos decir con orgullo que no lograron matarlos ni callarlos. Sino todo lo contrario, los hicieron inmortales. Y por eso, por los que estamos, por los que vendrán, por ellos… ¡ Por Jere, Mono y Patom !
A DOS AÑOS DE UNA LUCHA DIGNA
Compañeros y compañeras, en esta larga marcha que estamos realizando por nuestros cumpas Jere, Mono y Patom debemos hacer una pausa un momento para tomar aire, descansar, reflexionar y, después, sí, seguir adelante como siempre lo hemos hecho.
Viajemos un ratito en el tiempo: recordemos cuando pensábamos en armar un movimiento en Rosario que tomara, o al menos intentarlo, lo mejor de los movimientos independientes de otras partes del país del Frente Popular Darío Santillán. Y en ese camino empezamos a juntarnos en barrio Alvear, luego en Vía honda y Tablada, después llegaría Moreno y, hace poco tiempo, Cristalería. Y así, de a poco y entre todos, dimos origen al Movimiento 26 de Junio.
Y entonces arrancamos: los productivos, los días del niño y la niña, la educación popular, las asambleas, las luchas en las calles, los acampes, haciendo cortes, campamentos y todo lo que hizo falta para que se empezaran a escuchar las voces de los de abajo. Recuerden los sueños que proyectábamos cuando terminaba el año 2011, desde una rotisería hasta una banda de cumbia, y viajes, estilo brigadas solidarias, que iban a hacer el Pitu, el Patom y Mario.
Sin embargo, el primero de enero de 2012 algo cambió para siempre en nuestro Movimiento y nuestras vidas: el asesinato de tres compañeros nos hizo llorar como tal vez nunca lo hayamos hecho. Una banda de asesinos y narcos con protección policial decidió salir nuevamente a matar. En esa noche oscura, no encontraron al que buscaban y descargaron todo su odio sobre nuestros tres cumpas que estaban en el club, su lugar de reunión, charlando sobre sus sueños.
Y llegaron esos días tristes: los velatorios, el dolor, pero también, desde le primer momento, llegó la lucha. Nuestro Movimiento y las familias de Jere, Mono y Patom decidimos salir a buscar Justicia caiga quien caiga y le cueste a quien le cueste, como siempre dice el Edu Trasante.
Y esa decisión hizo que no fuera fácil ese primer año: recordemos las amenazas con armar a Lita, a la Baby, los tiros al Keko, el acampe que hicimos frente a Tribunales, el escrache al gobernador, las audiencias y mas audiencias con el gobernador, ministros, jueces, pero sobretodo, recordamos la lucha que dimos en la calle, la marcha nacional del 6 de enero -una de las mas masivas en la historia de Rosario-, o como las y los compañeros traían carteles hechos en su casa y en el barrio, llevaban banderas, pintaban sus remeras con la cara de los pibes, gritaban bien fuerte para que nos escucharan.
Pasaron los meses y llegó el primer aniversario. Entonces salió la revista con la historieta que nos emocionó a todos e hicimos la marcha por el año, donde por primera vez en Rosario se dijo bien fuerte lo de la banda de Los Monos y muchos meses después hasta los medios nacionales se hicieron eco de lo que pasaba y pasa aun hoy en esta ciudad.
Pero seguimos. Todo este año continuamos con las marchas de cada mes y hasta salió el libro Soldaditos de Nadie que contaba la historia de los pibes y la lucha. Con el libro, el caso de los cumpas se conoció por todo el país: desde Neuquén hasta Jujuy, de Tucumán al sur del Conurbano bonaerense, pasando por otras ciudades de nuestra provincia.
Y seguimos aquí de pie, preparándonos para el Juicio y gritando bien fuerte para que nos sigan escuchando que no nos han vencido, que seguiremos hasta el final. Exigiremos la condena de los cinco asesinos y de los tres policías cómplices y seguiremos también recordando con dolor, pero también con la alegría de saber que seguimos trazando un camino, que nuestra lucha es justa y digna.
Y que no es solo por Jere, Mono y Patom, sino que este Juicio será el principio de un nunca mas para las bandas narcoasesinas de esta ciudad.
Gritemos bien fuerte todos juntos:
¡¡ JERE, MONO y PATOM PRESENTES !!
Fuente y fotos: Frente Popular Darío Santillán
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