Por Sara Rosenberg
Cuando el dolor llega a ser tan intenso, cuando el poder del imperio se abate contra el pueblo indefenso, cuando los organismos internacionales callan y otorgan, cómplices de este nuevo genocidio sionista y colonial contra nuestros hermanos palestinos, se me queman de ira las palabras y sólo puedo afirmar a gritos que venceremos y habrá justicia. Sólo puedo escribir de esta manera, como aquel que escribió en el aire ¡ Que vivan los compañeros ! y es lo que hoy hago.
Sí amenazo y afirmo, en nombre de cada mujer y cada niño y cada hombre asesinados impunemente por el estado sionista apoyado por el imperialismo americano y europeo.
A los asesinos. (A Palestina, julio 2014)
Asesinos:
Dueños y señores de la tierra y de la guerra.
Asesinos:
Ocupantes de sillones del poder de la injusticia
Asesinos:
Obedientes a las órdenes de masacrar indefensos
Asesinos:
Empresarios que lucran con la salud, el hambre y la necesidad humana.
Asesinos:
Señores y dueños de la usura bancaria. De la extorsión y el chantaje.
Asesinos:
Voceros y propagandistas del robo y la muerte, que justifican cualquier atrocidad mientras les paguen. “Intelectuales” mendigos de la mentira y cínicos escribas, cultura de la opresión y cómplices varios, nadadores de ríos contaminados y contaminantes que reproducen la voz del amo. Cínicos.
Asesinos:
Representantes de organismos internacionales cómplices del crimen planetario
Asesinos:
Mistificadores y productores de religiones de muerte, que han sido y son el opio del pueblo. Cómplices de la opresión por miedo.
Asesinos:
Sociedades consumidoras y ciegas basadas en el hambre de las mayorías.
Asesinos:
Creadores de costumbres que sólo enseñan a ser enemigos, explotadores y competidores.
Asesinos:
Custodios y propagandistas de la ignorancia y de un dios que castiga sólo al pueblo.
Asesinos:
Que comulgan y apoyan la propiedad privada y la ley de la máxima ganancia.
Asesinos:
Serán juzgados, y hoy, mientras sucede un nuevo genocidio contra el pueblo palestino, no podrán defenderse porque no hay palabras para tanta atrocidad.
Asesinos:
Nos hemos quedado sin voz de tanto gritar, pero los juzgaremos, de eso no tenemos dudas.
Asesinos:
Que sostienen la única razón criminal del dinero y la ganancia. Hay otras razones y otras formas de vivir.
Asesinos:
De personas, pueblos, árboles, animales, ríos, subsuelos, océanos, aire, sabemos cómo hacer para compartir y vivir en un mundo diferente, donde el valor sea otro y no la explotación del ser humano, animal, vegetal o mineral.
Asesinos:
Hemos soñado y vivido, sabemos como construir un nuevo mundo sin asesinos que matan por dinero y para ganar más dinero.
Asesinos:
Nada podrá salvarlos de la responsabilidad de tanta muerte, pero no los asesinaremos. No somos asesinos.
Asesinos:
Después del juicio les permitiremos constatar que sin ustedes y vuestro poder letal y criminal, han nacido y siguen naciendo nuevas y humanas maneras de vivir y compartir.
Asesinos:
Cuando el dinero sangriento que han acumulado no les sirva para nada, comprenderán -o no- que los ejércitos de la muerte tampoco han servido para nada. Están derrotados.
Asesinos:
Un solo oficio les será permitido: cuidar nuestras tumbas que son nuestra memoria y mantenerlas siempre cubiertas de bosques porque debajo, en la tierra, descansan nuestros hermanos. Los que lucharon por un mundo nuevo. Sin asesinos y sin explotadores.
Asesinos:
Ese será vuestro único trabajo honesto, regar y cuidar los árboles de nuestra memoria y también recordar cada día el crimen que han cometido.
Asesinos:
Y si algún árbol se seca, aprenderán a plantar otro o serán castigados con el alejamiento y el encierro. Apartados de la tierra y de su cuidado, que es lo propiamente humano.
Asesinos:
En el mundo nuevo no asesinamos, sembramos, compartimos, cuidamos.
Asesinos:
La vida sólo será posible sin ustedes, la vida es y será hermosa sin ustedes.
Pero no podemos matarlos porque seríamos asesinos. Y somos seres humanos.
Asesinos:
Hoy todavía es temprano y seguimos luchando para detenerlos con piedras, con palos, con palabras y con armas. Están cegados por el odio y no entienden que ustedes son ejércitos de la muerte y que el imperio será vencido.
Asesinos:
No lo duden, Venceremos. Y la vida será plena, igualitaria y justa para todos.
Asesinos:
Ya no podemos decir no disparen contra nosotros, no nos dejan otro camino que condenarlos.
Asesinos:
¡ Venceremos ! ¡ La vida siempre es más potente que la muerte !
Asesinos:
Sobre cada piedra, cada dolor y cada escombro seguiremos sembrando la voz del Hombre nuevo.
Asesinos:
Ni olvido, ni perdón. Habrá juicio y castigo. Serán condenados.
Asesinos:
Y no se nos olvidará ningún nombre, en esta tierra distinta que amanecerá sin
Asesinos:
Sólo ustedes serán olvidados, porque la vida es más fuerte que la muerte y sobre el dolor de hoy construiremos anchas avenidas para que camine el hombre nuevo, justo y solidario.
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