Por Lázaro Fariñas *
Foto: Virgilio Ponce
Cumplió sesenta años en enero pasado. Dicen que, de niño, le decían bobito por llamarse Bob y por su aspecto de bobo, pero solamente por esas razones le podían nombrar de esa forma ya que, de bobo, no tiene ni un solo pelo, al contrario, es un lince que se le escapa a Drácula por debajo del colmillo. Robert Menéndez, el flamante Senador del Estado de New Jersey, desde muy joven demostró tener el material suficiente para poder ascender como ha ascendido en la política de este país. Siendo un estudiante de pre-universitario llegó a ser presidente de su escuela y al cumplir 20 años fue elegido miembro de la Junta de Educación de Unión City, la ciudad donde residía con su familia y de la que, con 32 años, resultó ser electo alcalde. De ahí en adelante su carrera fue en un constante ascenso, llegando, en 1992, a la Cámara de Representantes en Washington y al Senado en 2006. Hoy en día es uno de los senadores federales de más poder en la capital del país, presidiendo la importantísima Comisión de Relaciones Exteriores.
Definitivamente, Menéndez ha demostrado tener mucha habilidad en el juego político de esta nación. Ha sabido navegar en las turbulentas aguas de la política norteamericana y hasta ahora, cada vez que ha caído al agua ha sabido cómo salir de la misma sin tan siquiera mojarse la ropa. Es un verdadero camaján político que una y otra vez ha sabido cómo capear todos los escándalos en los que ha estado envuelto a través de los tantos años que lleva en la vida pública. Se pudiera afirmar, sin temor a equivocarse, que aparte de camaján es mago, ya que desaparece los escándalos que le vienen encima con una habilidad espantosa.
En el año 2012, días antes de las elecciones en las cuales Menéndez se presentaba para ser reelegido al Senado, una publicación de derecha llamada The Daily Caller reportó que dos prostitutas dominicanas le habían declarado a sus periodistas que el Senador les había pagado por sus servicios sexuales en una zona turística de la República Dominicana. Inmediatamente, Bob Menéndez declaró a la prensa que eso no era más que una infamia y formaba parte de un complot de la derecha política del Partido Republicano para hacerle daño a su imagen y que, por lo tanto, perdiera las elecciones. Menéndez no solamente ganó las mismas, sino que logró que las supuestas prostitutas hicieran declaraciones en las que afirmaban que gentes desconocidas les habían pagado para que desprestigiaran al Senador.
Los reporteros del periódico han tratado, inútilmente, de encontrar las prostitutas que dijeron que fueron pagadas para declarar haber tenido relaciones sexuales con Menéndez las cuales, aparentemente, no fueron las que ellos entrevistaron originalmente, ya que estas se niegan a hacer declaraciones porque se sienten amenazadas por la policía dominicana. Lo que se sabía hasta hace unos días es que todo el escándalo de Menéndez con las prostitutas dominicanas ha caído en una nebulosa en la que no ha habido forma de descubrir la verdad.
Lo que sí está claro es que, hasta hace unos días, Menéndez acusaba a la derecha republicana de estar detrás de las alegaciones de prostitución. Es la derecha que quiso hacerme daño, ha afirmado y reafirmado una y otra vez el flamante camaján.
¿Y qué ha pasado ahora? Pues nada, que el Washington Post, uno de los más importantes periódicos de los Estados Unidos, acaba de sacar un reportaje en el que afirma que la CIA tiene las pruebas que el que está detrás del escándalo de las prostitutas de Menéndez es el gobierno cubano y que Menéndez le ha enviado una carta al Departamento de Justicia para que investigue tales alegaciones. Eso, a lo que mueve, es a risa. Ahora, resulta que no es la derecha, sino la izquierda la culpable de las desgracias del camaján. Me imagino que Menéndez debe estar como aquello que decía el cómico argentino Pepe Biondi ¿Dónde me pongo, dónde me pongo? Pero lo curioso del caso es que, supuestamente, la carta de los abogados de Menéndez al Departamento de Justicia fue enviada en abril y nadie conoce su contenido y es ahora, en julio, cuando vienen a salir las nuevas alegaciones.
Según lo que sale a la luz pública, los investigadores de la División de Integridad Pública del Departamento de Justicia siguen investigando si Menéndez ha usado su posición para beneficiar a aliados suyos. Esa investigación lleva ya bastante tiempo andando y habría que preguntarse: ¿Será posible que la misma esté llegando a su final y que el Senador haya sacado estas nuevas alegaciones para tratar de desviar la atención?
Es ridículo acusar a las autoridades cubanas de haber inventado la historia de las prostitutas de Menéndez y que haya sido una publicación de derecha la que lo haya sacado a la luz pública. Me temo que ahora sí está en candela el mago camaján. Próximamente sabremos si de verdad es un mago. Ya sabemos que sí es un camaján.
* Periodista cubano residente en EE. UU.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario