No nos olvidamos. Simplemente nos quedó en el tintero, luego del corte largo de Internet que sufrimos durante el mes pasado.
El pasado 13 de junio, al cumplirse 53 días de haberse instalado la Carpa Villera, la lucha tuvo sus frutos al firmarse un acta con el Gobierno de la Ciudad por la cual se acordó la implementación de una mesa permanente con Edesur y Edenor, con la finalidad de relevar y mejorar el tendido eléctrico de todas las villas y con AYSA, con el objeto de garantizar agua potable todas las villas; el tendido de cloacas, en las villas 1 - 11 - 14, 20 y 31; dos ambulancias equipadas a disposición de las villas; la auditoría y control de las cooperativas junto a una mesa permanente de diálogo para la integración urbana de las villas.
La imagen sintetiza, sin dudas, esta batalla ganada al macrismo. Mauricio Macri intentó desconocer la representatividad de las y los villeros agrupados en la Corriente Villera Independiente. Pero no pudo. En clave futbolística, Villas 1 - Macri 0. Pero la guerra y el partido continúan. Saben que pueden borrar con el codo lo que firman con la mano.
Por eso, para establecer las próximas acciones, se viene el Tercer Congreso Villero a partir del 19 del corriente. Nuevamente se congregarán las y los villeros para decidir su destino y para coordinar sus actividades para recuperar la dignidad perdida en tantos años.
Fue victoria. Parcial. Con ayuno tras ayuno. Y la presencia de personalidades y simples ciudadanos que apoyaron una acción contundente que iba a amplificarse con la instalación de la Villa Obelisco enfrente de la Carpa Villera. Sin dudas, esa nueva villa obligó a la negociación, al igual que la resistencia de las y los compañeros villeros.
Aunque tarde, los seguimos acompañando. Para que alguna vez la justicia se haga realidad. Para que la vida digna sea un derecho efectivo y no, una promesa electoral que nunca se cumple.
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