Por Gustavo Robles
Se acabó el Mundial. La pantalla más grande de los políticos que hacen las cosas a espaldas y contra el pueblo: ahora tendrán que lidiar nuevamente con el humor popular de todos los días.
Lamento que la Selección no haya ganado, sinceramente. Más allá de las críticas que tuve y aún tengo, quería que la selección alzara la Copa. Soy futbolero de alma y desde chico, me siento un poco jugador de fútbol y, ademas, quería que mi hijo tuviese esa alegría que ya los de mi generación tuvimos en el ' 86 y, con las salvedades del caso, en el ' 78.
Hubiese querido abrazarme con Maxi de la misma manera que lo hicimos cuando ganamos la semifinal. No pudo ser.
Finalmente, como muchos sosteníamos desde hace rato, quedó demostrado que Messi no es lo que dicen de él. No por el pibe, que casi no tiene la culpa, sino por todos los que han inflado al globo más grande de la historia del fútbol mundial. Como él, vi cientos de jugadores antes. Mejores, otras decenas más. Un chico elegido por las corporaciones que lo patrocinan, por mansito y dócil con el poder, pero que está lejos de los más grandes de la historia de este hermoso deporte. La premiación de la más que corrupta FIFA como el "mejor jugador del mundial", después de una actuación mediocre del 10 del equipo, no deja de corroborar esa realidad incontrastable.
La soberbia argenta, masivamente expandida, ha recibido un cachetazo que no debería venir mal. El país no es un partido de fútbol, la banderita no hace una sociedad justa, y un Mundial no reparte equitativamente la riqueza: al contrario, se vió muy elocuentemente que aquellos que pudieron viajar al país hermano, y ni qué hablar los que entraron a la cancha, son de los poquísimos privilegiados que viven del sudor ajeno y pueden gastar más de $ 100.000 para pagar una entrada. Una verdadera obscenidad.
No me voy a olvidar que muchos me han insultado y tildado de "antiargentino" por decir lo que era más que evidente, y ahora se corrobora: que el seleccionado era un equipo "medianito", que llegó a la final por la suerte que tuvo en el sorteo de grupos y de llaves, y que Messi... bueno, ya dije lo que pensaba de él. Duele pensar que hay quienes, mientras aplauden el saqueo y la entrega propiciada por el kirchnerismo, acusen de "antipueblo" al que tiene una opinión simplemente futbolera, basada en el pensamiento crítico y no en el fanatismo religioso.
Ahora, volverá la realidad, esa que nos hace pagar los aumentos de gas, agua, transporte, combustible y comestibles. Todo mientras se arregla de rodillas ante los Buitres y el Imperio cómo pagarles para que nos sigan considerando "parte de su mundo". Y... de paso, seguir saqueandonos con la colaboración del cipayaje que nos gobierna.
Una más: viendo al pobrecito de Messi y a los pobrecitos de arriba, no dejo de preguntarme cómo puede haber un técnico que se precie de tal, que pueda haber dejado a Tevez afuera de la convocatoria...
Ah... me saco el sombrero ante Mascherano... un gigante de verdad. Con once como ese, le juego al que "se ponga adelante". Un ejemplo de coraje que va más allá del ambito futbolero, sobre lo que hay que poner aún en inferioridad de condiciones y en función del conjunto.
Lástima, ahora hasta dentro de cuatro años, en Rusia, millones de habitantes de este país ya no se van a sentir tan "argentinos" como en este último mes, dejando la construcción de la REALIDAD en manos de... los garkas de siempre.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario