Por Manuel E. Yepe *
Foto: Virgilio Ponce
Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Guyana, Nicaragua, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela son los países con cuyos líderes está tratando, cara a cara, el presidente ruso, Vladímir Putin, en la gira latinoamericana y caribeña que inició en La Habana el once de julio y concluirá en la ciudad brasileña de Fortaleza el día 16 del propio mes.
En apenas cinco días, Putin está visitando Cuba, Nicaragua y Argentina; participará en Brasil en una Cumbre del grupo BRICS de naciones emergentes y sostendrá encuentros con varios líderes de naciones de la región latinoamericana y caribeña.
En Cuba, donde la desaparecida Unión Soviética es recordada como la nación que más contribuyó a la supervivencia del autóctono proyecto revolucionario cubano de desarrollo económico y social, Putin fue recibido por el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, sostuvo conversaciones oficiales con el Presidente Raúl Castro. Los dos presidentes observaron la firma de diez instrumentos jurídicos de relevancia.
Rusia y Cuba concretaron temas financieros bilaterales y acordaron ampliar sus intercambios y colaboración en numerosas ramas, entre ellas la prospección petrolera, de gran importancia estratégica para la Isla, así como en el níquel, el transporte, las comunicaciones, la salud, la industria farmacéutica, el turismo y la cultura.
Posteriormente el mandatario ruso viajó a Nicaragua, para conversar con el Presidente Daniel Ortega sobre nuevos proyectos de colaboración bilateral con esa nación y con Centroamérica.
Durante la visita del mandatario ruso a Argentina, el 12 de julio, Putin y Cristina Fernández firmaron un acuerdo intergubernamental de cooperación en el campo del uso pacífico de la energía atómica a través de la corporación rusa ROSATOM. Discutieron temas de la cooperación de ambos países en la ONU y el G20, así como las posibilidades de desarrollar las perspectivas de cooperación rusa con los BRICS y la CELAC, así como en los marcos de integración regional que propician Mercosur y UNASUR.
Momento importante de la visita fue cuando el Presidente ruso expreso su apoyo a Argentina en su conflicto con Gran Bretaña por las Islas Malvinas.
En Río de Janeiro, Putin recibió el 13 de julio, a nombre de su país en ceremonia solemne efectuada al final de la Copa del Mundo de balompié 2014 que realizó Brasil, la responsabilidad de organizar en 2018 el magno evento deportivo en Rusia.
En Brasilia, la capital brasileña, Putin se entrevistará con la presidenta Dilma Rousseff con quien tiene previsto presidir el acto de firma de contratos sobre energía, sanidad, transporte, agricultura, aduanas, cultura y educación. Putin y Rousseff coordinarán la actuación de sus países en la ONU, el BRICS, el G20 y la OMC, así como mediante la integración regional.
Enseguida viajará a la ciudad de Fortaleza para tomar parte en la cumbre del BRICS los días 15 y el 16 julio. Allí, Putin proyecta reuniones bilaterales con los líderes de China, Sudáfrica y la India, que junto a Brasil y Rusia integran ese importante bloque.
Por muchos motivos, BRICS constituye hoy uno de los factores que caracterizan el momento actual de la situación global en la posguerra fría. China con sus extraordinarios avances que la sitúan como verdadera locomotora de la economía, Rusia que resucita como gran potencia, y Brasil, la India y Sudáfrica que son expresión de las potencialidades del mundo en desarrollo, con recursos prácticamente infinitos que transitan por caminos diversos y con sus méritos particulares hacia lugares más representativos en el orden mundial.
En el transcurso de la cumbre, los miembros de la alianza firmarán documentos fundacionales del Banco de Desarrollo de los BRICS y sobre la creación de sus reservas de divisas.
América Latina, en los tiempos de la Guerra Fría que debe recordar Putin aunque no tenía entonces responsabilidades tan altas como las que hoy desempeña con brillantez, ha cambiado mucho y en ello tiene mucho que ver la supervivencia del proyecto revolucionario cubano, una realidad en la que la solidaridad de los rusos y la de los demás pueblos que integraban la Unión Soviética, jugó un papel vital.
La región de América Latina y el Caribe alberga 33 países, la mayoría de los cuales cuentan hoy con gobiernos independientes y, al mismo tiempo, más movidos por una vocación latinoamericanista que ya se ha concretado en varias organizaciones e instituciones unitarias regionales capaces de representar los intereses y las aspiraciones de sus pueblos sin consultar a Estados Unidos ni acatar modelos de desarrollo que las organizaciones financieras internacionales bajo control de Washington intentan imponerle.
* Periodista cubano especializado en política internacional, profesor asociado del Instituto de Relaciones Internacionales Raúl Roa de La Habana, miembro del Secretariado del Movimiento Cubano por la Paz.
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