Por Lázaro Fariñas *
Foto: Virgilio Ponce
La furia de los israelitas no se detiene en la Franja de Gaza, la aviación bombardea, los soldados asesinan y los tanques aplastan a quien se les pare por delante. Mujeres, niños, ancianos, civiles inocentes caen abatidos por la metralla de los judíos. Con el pretexto de cerrar túneles que los palestinos militantes de Hamas utilizan para infiltrarse en Israel, el ejército de los judíos bombardea, a diestra y siniestra, hospitales, escuelas y mezquitas musulmanas. Los mismos que se han pasado más de setenta años denunciando, en muchos casos exageradamente, los crímenes que los nazis cometieron contra ellos, hacen lo mismo con seres humanos que nacieron en aquellas tierras que les han sido arrebatadas.
Alegando que los militantes palestinos les disparan cohetes desde el interior de Gaza, el ejército israelí está destruyendo edificios, calles, manzanas y ciudades enteras con armas de última tecnología. Los cohetes de Hamas tal parecen fuegos artificiales ante las armas de ese moderno ejército. Tan de juguete parecen ser los famosos cohetes palestinos, que las víctimas de los mismos se pueden contar con los dedos de las manos, sin embargo, las víctimas palestinas suman centenares y centenares de muertos y miles y miles de heridos. Es como si los palestinos tiraran con tira flechas mientras los judíos utilizaran fusiles. Desde el 8 de julio, fecha en que comenzó la ofensiva israelí, hasta la fecha (04/08) en que escribo este comentario, un millar y medio de palestinos han perdido la vida y más de siete mil han sido heridos mientras apenas sesenta soldados judíos han perecido en combate.
No solo están muy bien equipados los israelitas, sino que los Estados Unidos les siguen suministrando armamento aun cuando la Organización de Derechos Humanos de la ONU, por medio de su Comisionada, Navi Pillay, está condenando a Israel de actuar con "total impunidad" en su ofensiva sobre la Franja de Gaza. La Comisionada también criticó al gobierno de los Estados Unidos por no ejercer "toda su influencia" para detener los ataques criminales del ejército de Israel contra los palestinos de Gaza. No sé qué puede esperar la señora Comisionada que hagan los norteamericanos si son estos lo mejores defensores que tienen los judíos en las Naciones Unidas, donde una y otra vez vetan las resoluciones que surgen en el Consejo de Seguridad de esa institución en contra de Israel. Los israelitas, históricamente, se han reído olímpicamente de cuantas resoluciones hayan sido propuestas en su contra en ese organismo internacional. Ellos saben que tienen el apoyo incondicional de los Estados Unidos y con ese apoyo no hay quien los toque.
Alguien puede pensar que la imagen de Israel se mancha por hacer lo que está haciendo con los palestinos, pero aparentemente, a ese país le importa un bledo lo que el resto del mundo piense de él. Han demostrado, una y mil veces, que sus intereses van muy por encima de la opinión pública internacional. Uno puede entender que ellos consideren que la seguridad territorial les sea más importante que la mala propaganda que tengan en el mundo, pero lo que para algunos es un poco más difícil de entender es que los Estados Unidos, aparentemente con gusto, se compren la mala imagen por respaldar incondicionalmente a aquel pequeño país tan alejado de su territorio. En mi opinión, está equivocado el que crea que Israel tiene agarrado a los Estados Unidos por la nariz y que este país se doblega ante ellos, muy lejos está ese percepción de la realidad. Los Estados Unidos ve a Israel como un portaaviones en medio del Oriente Medio, es una cabeza de playa dentro de aquella importantísima región repleta de los recursos energéticos que tanto necesita para su propia subsistencia, y esa es la razón para que lo cuide, lo defienda, lo respalde y lo apoye. Israel no dura ni un minuto si los Estados Unidos le vira la espalda, sin el respaldo incondicional de Washington, le es imposible subsistir.
Los palestinos están siendo masacrados en su tierra, en el lugar que han habitado desde siempre y las voces que tanto se rasgan las vestiduras para denunciar a Siria, a Irán, a los ucranios rebeldes del este de Ucrania, hoy se callan ante los asesinatos de niños, mujeres y ancianos en la Franja de Gaza.
Vergüenza les debiera dar a esos que no condenan o que lo hacen con tibieza, el genocidio llevado a cabo por esas hordas neonazis en las que se ha convertido el ejército de Israel. ¿ Qué diferencia hay entre las tropas alemanas asesinando a la población civil en las calles de Polonia, y los asesinatos y la destrucción que están llevando a cabo los israelitas en las calles de las ciudades de la Franja de Gaza ? A mi modo de ver, ninguna.
* Periodista cubano residente en EE. UU.
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