Por Rafael Reig *
Israel tiene armas nucleares, uno de los ejércitos más poderosos del mundo, el apoyo del lobby judío norteamericano y a toda la prensa sumisa a su favor (por ejemplo El País en España), y se enfrenta a unos pocos seres humanos indefensos en territorios invadidos. Por supuesto que vencerán, pero, como diría Unamuno ¿convencerán a alguien?
Esa es la guerra que están librando. Defienden su derecho a protegerse. ¿Protegerse de unos pocos seres humanos sin armas nucleares ni un ejército ni la prensa a su favor? Da lástima escuchar estas cosas.
En Hollywood está prohibido opinar sobre Gaza y cualquiera que afirme que matar niños no es algo que apoye, perderá oportunidades laborales. Hasta tal punto llega la voluntad de poder de Israel. Hasta tal punto llega el servilismo de Estados Unidos, quizá con intereses, lo que hace aún más grave la aparición de espontáneos españoles defendiendo lo indefendible sólo para hacer méritos.
Usted, señor Kavanaugh, al parecer es consejero delegado de unos estudios y ha dicho: “Cualquiera que diga que Israel es genocida en vez de que se está protegiendo o son unos ignorantes y no deberían hacer comentarios, o son totalmente antisemitas”.
Con la misma desenvoltura (¿o será desvergüenza?) con la que dice eso, le digo: cualquiera que diga que Israel no es genocida es un ignorante y debería cerrar la boca, o es totalmente fascista y racista.
¿Cuál es la diferencia entre lo que usted dice y lo que yo digo?
Se la explico: yo soy un novelista tolerable y tengo una librería en un pueblo. Usted es consejero delegado de unos estudios en Hoollywood. Dicho por mí, es una opinión. Dicho por usted es una amenaza, o sencillamente la caza de brujas de McCarthy. Usted, al decir eso, no opina: presiona y amenaza a los actores.
Para no hablar de periódicos como El País.
Quiero recordarle las palabras de un español, Miguel de Unamuno, a quien (por lo que dice) estoy seguro de que no ha leído jamás:
Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta; pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta: razón y derecho en la lucha .
Les sobra fuerza bruta y vencerán. Pero no convencerán, porque no tienen razón ni razones. Mi pregunta es: ¿es esa la herencia que le quiere dejar a sus hijos? ¿La victoria de la fuerza bruta sobre la razón? (Tomado de eldiario.es)
* Escritor español. Su novela "Manual de literatura para caníbales" ha sido publicada en Cuba.
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