Gentileza: RT
Por Iroel Sánchez
Cuando el 2014 transcurría con Israel haciendo tiro al blanco sobre los habitantes de la franja de Gaza, el polaco Maciek Wisniewski recordaba algunas palabras que -nacidas de la terminología empleada por el antifascismo y el antisemitismo- son correctas para definir la más reciente masacre del estado sonista contra los palestinos en la que murieron más de 1.900 personas, incluyendo 400 niños: genocidio, campo de concentración, progromo, gueto, fascismo.
Los palestinos son tratados por Israel como un pueblo colonial, lo mismo que han hecho Europa y Norteamérica por largo tiempo con pueblos originarios de América, Asia y África, la diferencia con Hitler es que aquel lo hizo teniendo a europeos occidentales del lado de las víctimas.
No obstante, en algunos lugares de Europa el fascismo sirve para igualarlo al comunismo. El mes pasado la Rada de Ucrania (parlamento) prohibió los símbolos comunistas y nazis por igual, equiparando así a ambos e ilegalizando de hecho el Partido Comunista Ucraniano. Como es sabido, el furor anticomunista en los países ex socialistas del Este de Europa, convertidos en los más obedientes aliados de Estados Unidos, ha llevado a que estos fueran las sedes de las cárceles secretas de la CIA en la “guerra contra el terror”, con su campo de concentración principal ubicado en Guantánamo.
Mientras tanto, los medios hacen su trabajo. Para la mayor parte de los europeos fue el desembarco de las tropas estadounidenses en Normandía y no el empuje del Ejército Rojo el factor decisivo en la derrota del fascismo. El cuento del soldado Ryan y películas como The monuments men proyectan su sombra sobre los datos abrumadores de la epopeya soviética que liberó a la humanidad del fascismo al costo de decenas de millones de vidas.
Dicen que la historia la hacen los vencedores. Pero se acaban de cumplir 40 años de la humillante derrota de Washington en Vietnam y todas las series y películas que vemos sobre el tema están hechas en EE. UU. y en muy pocas habla un vietnamita. ¿Cuántos audiovisuales sobre el holacausto judío hemos visto? Muchos más que sobre el exterminio de los aborígenes americanos, la trata de los esclavos africanos, o con el punto de vista palestino sobre su tragedia.
La batalla se dirime en el campo de las imágenes, el Secretario de Estado John Kerry expresó recientemente su alarma en una audiencia del Congreso de su país porque Russia Today es el segundo medio de comunicación extranjero más visto en EE. UU.
El gobierno ruso ha dedicado -en medio de la crisis económica por las sanciones occidentales y la baja del precio del petróleo- un importante esfuerzo a conmemorar los 70 años de la victoria sobre el fascismo y Russia Today transmitirá en vivo la celebración principal desde la Plaza Roja, el escenario que hace 70 años acogió el “Desfile de la victoria”.
Cuando el 17 de diciembre de 2014 el Presidente de los Estados Unidos reconoció el fracaso del bloqueo contra Cuba y aceptó la propuesta cubana de un canje de prisioneros que implicó la libertad de los Cinco cubanos condenados en Miami por vigilar las actividades de grupos violentos asociados al terrorismo, hubo cubanos que regañaron a quienes proclamamos que Cuba triunfó. Cuando Silvio Rodríguez dijo en su blog sobre la reunión de Presidentes en la Cumbre de las Américas en Panamá:
“Suscribo el discurso de Raúl, no sólo por respeto al compañero octogenario que se ha jugado por su pueblo desde que era un adolescente. Es que sólo dijo verdades. Así lo ratificará la Historia, como lo hicieron varios presidentes, entre ellos Cristina, que me aguó los ojos cuando dijo: Cuba está aquí, porque luchó por más de 60 años con una dignidad sin precedentes, con un pueblo, que como recién lo indicaba Raúl, el 77 por ciento nació bajo el bloqueo, que sufrió y sufre aún muchísimas penurias, y porque ese pueblo fue conducido y dirigido por líderes que no traicionaron su lucha, sino que fueron parte de ella.”
También aparecieron regañadores, casualmente ubicados entre los que defendieron, a fines del 2014, el intento de conversión de la Plaza de la Revolución José Martí en un Maidán, la plaza ucraniana desde donde nació el golpe de estado que ahora iguala -por ley- a comunistas y fascistas. Ya, a raíz de de las provaciones importadas desde Miami a Panamá, hubo el intento de hacer lo mismo con los cubanos presentes en los Foros Paralelos de la Cumbre de las Américas, igualando terroristas y sus cómplices con quienes se vieron obligados a responder a sus provocaciones.
Cierto que Cuba triunfó pero para que ese triunfo permanezca en la Historia depende de que lo proclamemos y contemos como tal. Sino quedará descrito como editorializó el diario español El País -perteneciente a los bancos que financian las películas y las series que vemos en Latinoamérica-, sin que nadie lo regañara:
“Por primera vez desde hace años, este encuentro ha servido para mostrar el papel predominante de Estados Unidos en el hemisferio y además de una manera que, también por vez primera, no despierta un coro de protestas y advertencias en contra”
Y es que como dice un proverbio africano que Eduardo Galeano encontró en Chicago tras la infructuosa búsqueda de algo que recordara en esa ciudad a los obreros ahorcados en la plaza de Hymarket por el capitalismo estadounidense en 1886:
“Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador”
Y las historias en estos tiempos no se hacen solo con tinta y papel, sino, y sobre todo, con imágenes y bits, como las que seguramente Russia Today transmitirá este 9 de mayo desde la Plaza Roja de Moscú, o la nueva superproducción sobre los defensores de la Fortaleza de Brest que hace pocos años se exhibió en Cuba. (Tomado de CubAhora)
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