Por Ilka Oliva Corado
Hace unos meses fui a un festival de cine feminista (nunca había ido a uno en mi vida) y a la salida estaban regalando preservativos, anonadada le pregunté a una de las muchachas que estaba ofreciendo información, que era eso envuelto en el paquete blanco, me dijo que era un preservativo femenino. No hombre, yo con la boca abierta porque nunca los había visto, me llevé uno de recuerdo.
Hoy me lo encontré en la gaveta de mi escritorio y le tomé una foto (yo que no tengo nada qué hacer) y la publiqué en mis redes sociales porque, para mí, era todo un descubrimiento el preservativo femenino. (Cuando lo use no sé, yo digo que primero se va a vencer). Y para mi sorpresa me han llovido cantidad de mensajes (privados, por supuesto, la gente no se atreve a debatir en público) donde me llaman depravada, por publicar esa foto.
¿Es depravado un preservativo? ¿O lo llamarían depravado por ser femenino expresamente? Publico textos, fotografías, noticias de niñas, adolescentes y mujeres violadas y estos “contactos” en las redes sociales no dicen ni pío, pero un preservativo femenino los encona.
Me imagino los alaridos que pegaran rasgándose las vestiduras, si publico fotos de mis visitas a las tiendas de juguetes sexuales, (es más, mi próxima galería fotográfica será de eso).
Dejo aquí la prueba del delito. ¿Qué opina la concurrencia? Buen tema para debate.
Fuente: Crónicas de una Inquilina
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