Irán, Cuba y las lecciones que da EE. UU. (La Pupila Insomne) Foto : Miradas Encontradas Por Iroel Sánchez En la misma fecha en que la prensa informaba sobre las nuevas sanciones contra Cuba aproba...

Irán, Cuba y las lecciones que da EE. UU. (La Pupila Insomne)

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Foto: Miradas Encontradas

Iroel Sánchez

Por Iroel Sánchez

En la misma fecha en que la prensa informaba sobre las nuevas sanciones contra Cuba aprobadas por la Cámara de Representantes de Estados Unidos, se difundía la denuncia de Ali Ak­bar Velayati, asesor para Asun­tos Internacionales del líder de la Re­volución Islámica de Irán, en el sentido de que a pesar de que Irán ha cumplido su parte del acuerdo sobre el tema nuclear con el Grupo 5+1 (EE. UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), Washington no ha hecho lo mismo ya que el Congreso estadounidense ha buscado nuevos pretextos para renovar las sanciones contra Teherán.

Velayati planteó que pese a la eliminación de las sanciones financieras, empresas de todo el planeta se quejan de que las relaciones comerciales con Irán “siguen siendo difíciles debido a la preocupación persistente de acciones punitivas estadounidenses”.

Al igual que sucede con Cuba, Irán pide medidas efectivas para que los bancos europeos pierdan el temor a represalias norteamericanas al realizar negocios con empresas e instituciones del país persa.

La insistencia norteamericana en el procedimiento de negociar, prometer y no hacer efectivo lo acordado salta a la vista. Pero hay dos aspectos esenciales bien diferentes: Irán es un país de enormes recursos petroleros, cuyo atractivo para las grandes empresas y bancos internacionales es muy superior al de Cuba y presiona con la baza de un desarrollo de la tecnología nuclear demostrado que Washington necesita limitar en aras de su alianza con Israel. Si aún en esas condiciones, las palabras y los hechos de la política exterior estadounidense se desencuentran, no hay por que esperar suceda algo distinto en el caso de Cuba.

En su discurso del 17 de diciembre de 2014 sobre su nueva política hacia Cuba el Presidente de Estados Unidos Barack Obama afirmó: “El embargo que ha sido impuesto durante décadas ha sido codificado en una ley. En la medida en que se produzcan estos cambios, espero poder sostener un debate honesto y serio con el Congreso sobre el levantamiento del embargo”.

Dos días más tarde, en una conferencia de prensa, Obama abundó en el tema, después de asegurar que con su nueva estrategia hacia Cuba “vamos a estar en mejores condiciones, creo, de realmente ejercer alguna influencia, y quizás entonces utilizar tanto zanahorias como palos”: “La gente verá cómo se desarrollan las acciones que tomamos y creo que va a haber un debate muy saludable dentro del Congreso, y ciertamente voy a tomar cartas en el asunto porque al final creo que necesitamos seguir adelante y eliminar el embargo, que pienso ha sido contraproducente en hacer avanzar los objetivos que nos interesan”.

Pero entre junio y julio de este año han sucedido varias cosas en el Congreso sin que Obama tome “cartas en el asunto”. Primero se presentaron y avanzaron en ambas cámaras congresionales dos enmiendas al proyecto de ley de asignaciones para los Servicios Financieros y Gobierno General que buscaban eliminar restricciones a las exportaciones agrícolas y los viajes a la Isla pero estas fueron bloqueadas para inmediatamente aprobar en la Cámara de Representantes nuevas sanciones contra Cuba. Todo eso ha sucedido durante un mes sin que desde la Casa Blanca se abra la boca y el “debate serio y honesto” en que el Presidente prometió involucrarse ocurra.

La política de bloqueo sigue intacta porque, en Washington, las decisiones no se toman de acuerdo a la opinión mayoritaria de los ciudadanos estadounidenses que cada vez más tienen una percepción positiva sobre la Isla sino a partir de una negociación entre élites, como hemos visto ocurrir en la Cámara de Representantes con el tema cubano.

Lo que acaba de suceder es muy pedagógico para los que deseen olvidar que en EE. UU. continúan buscando “los objetivos que nos interesan”, no el beneficio de aquellos a quienes no han logrado doblegar. 

(Al Mayadeen)

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