Organizada por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, se realizó la tradicional marcha en homenaje a las y los compañeros detenidos - desaparecidos que contó con la participación de más de 300 organizaciones políticas, estudiantiles, sindicales y sociales.
La cabecera estuvo colmada de diversas personalidades del campo popular, como la Dra. Diana Kordon, de Liberpueblo; Nilda Eloy, de Justicia Ya ! La Plata; la Dra. Myriam Bregman, de CEPRODH; el Lic. Cristian Castillo, de la dirección del PTS; Néstor Pítrola y Marcelo Ramal, de la dirección del Partido Obrero, el Lic. Santiago Gándara, Secretario General de AGD - UBA; los familiares de Emilio Canaviri y de las víctimas de Baradero, entre otros.
Apenas pasadas las 16.30 se inició la marcha, coreando "Han pasado 30 años y se dice nunca más, pero el compañero López no se sabe donde está", desde Avda. de Mayo y San José, lugar de concentración de la cabecera.
Mientras se avanzaba por la Avda. de Mayo, el espíritu de este día de lucha se hacía evidente. El cruce con la Avda. 9 de Julio se demoró debido a que otras organizaciones, que concurrirían a la marcha posterior de los organismos históricos de Derechos Humanos, limitaban el paso de la columna del Encuentro, que contaba ya con miles y miles de personas.
También hubo que pedir el desplazamiento de quienes ya ocupaban la Plaza. Sin embargo, el ingreso a ella se desarrolló sin inconvenientes, mientras seguían llegando numerosos manifestantes. La columna prácticamente llegó hasta la Plaza de los Dos Congresos y a pesar de los repetidos pedidos para que dejaran ingresar a quienes estaban llegando, muchas y muchos quedaron fuera de esta conmemoración.
Y la emoción tuvo lugar, con el sentido homenaje a la compañera Adriana Calvo, fundadora del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, y cofundadora de AGD - UBA e integrante de la Asociación de Ex-Detenidos Desaparecidos. Pero también estuvo presente. El minuto de aplausos, luego de las palabras de Guillo Pistonesi, fueron la mejor prueba de ello.
El momento culminante fue la lectura del documento consensuado que, esta vez, fue realizado por los locutores del acto. Cada una de las consignas fue aplaudida por la multitud, mientras seguían llegando adhesiones de las numerosas organizaciones que iban llegando a la mítica Plaza.
Otro 24 de marzo había pasado. Otra vez, la exigencia de memoria, verdad y justicia había invaddido los alrededores de esa Pirámide de Mayo, al igual que cuando las rondas de las Madres en la época de la dictadura.
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