Sileoni y su “noción de calidad más integrada”.     Sileoni y su “noción de calidad más integrada”     Por Andrés Sarlengo, Contrapuntos, FM Nostalgia, Venado Tuerto, Santa Fé Dos reciente...

Sileoni y su “noción de calidad más integrada”.

 


 


Sileoni y su “noción de calidad más integrada”


 


 



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Por Andrés Sarlengo, Contrapuntos, FM Nostalgia, Venado Tuerto, Santa Fé



Dos recientes breves noticias sintetizan las políticas educacionales de la Argentina.

La primera: “el Instituto Internacional de la Unesco (1) para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (Unesco-Iesalc), con el apoyo de la Fundación Ford, convocan a las instituciones de Educación Superior e instituciones interculturales de Educación Superior de América Latina y el Caribe, a presentar proyectos para el concurso de fondos del Proyecto Diversidad Cultural e Interculturalidad en Educación Superior en América Latina (2)”.

Unesco y Fundación Ford.

La segunda: El ministro de educación Alberto Sileoni señaló: “La idea de pensar una noción de calidad más integrada, es compartida y la estamos trabajando con los ministros de Educación de la región (…)  al igual que algunos organismos internacionales como la UNESCO, tienen la certeza de que el concepto tradicional de calidad, que se instaló en los ´90, basado en los resultados y en la calidad del producto final, es limitado y exige una revisión (3)”.

Sileoni, la Unesco y la calidad educativa.

Me pregunto si “la calidad más integrada” que promociona Sileoni no será la impulsada también por la Fundación Ford…

Mucho se ha investigado y escrito acerca de la “filantrópica” Fundación Ford y similares. Jorge Muney en Banqueros, financistas y capitanes de industria destaca en unos de sus capítulos. “Lundberg (autor de Las familias norteamericanas) distingue cuatro elementos decisivos para la proliferación de este tipo de filantropía: 1) La necesidad de modificar una opinión pública irritada a raíz de la actividad del pretendido filántropo (…) En tal sentido, menciona la donación de 32.000.000 de dólares efectuados por Rockefeller a la Junta General de Educación días antes de que le fuera impuesta judicialmente una multa de 29.000.000 de dólares por actividades monopólicas. La sentencia fue apelada y en segunda instancia se falló a su favor. 2) La evasión impositiva que representa, en la práctica, los legados de ese tipo. 3) El poder social y político que conceden donaciones cuando son hábilmente propagandizadas. 4) La inexistencia de descendientes (4)”.

Queda claro- me parece- qué significan los aportes de fundaciones como Ford o Leer.

Y hay más…


En 1993 la sede Argentina de la FLACSO (5) con la dirección de Daniel Filmus realizó un Seminario Internacional en Buenos Aires convocando para “La concertación de las políticas educativas en Argentina y América Latina (6)”.

Conviene  recordad que la FLACSO nació en 1957 por iniciativa de la Unesco en plena guerra fría y su sede en Argentina tiene a la Fundación Ford y Fundación YPF Repsol como “a las instituciones con la que FLACSO se ha asociado”.

FLACSO, Unesco y Fundación Ford De ahí- en efecto- surge la “noción de calidad” que pregonan Sileoni y cía.

Laura Marrone en ¿Qué hay de nuevo en educación? es categórica al analizar  el antes mencionado Seminario Internacional de 1993: “Entonces, Filmus y FLACSO, lejos de alertar sobre los desastres educativos que se avecinaban con la Reforma Neoliberal, montaron un escenario que contaba con representantes del gobierno de Menem y otros gobiernos latinoamericanos, de la iglesia a través del Consudec, la Unesco, la Fundación Ford, la Fundación Concretar, y la propia CTERA para debatir como construir el consenso para la aplicación de la Reforma que se iniciaba. El vocero de la Unesco, Juan Casassus, señalaba que la educación debía buscar nuevas coaliciones en función de los cambios históricos a que debía responder (6)”.

En resumen –para Marrone- Filmus desde la FLACSO promovía “la necesidad de concertar las políticas de Estado para evitar la crisis de Gobernabilidad (6)”.

Marta Maffei –entonces Secretaria General de CTERA- también afirmaba lo suyo: “Por momentos parecería que CTERA no quiere concertar. Pero nosotros hemos confrontado para concertar (6)”.

De Filmus a Sileoni: Unesco, FLACSO y cía.

Cabe destacar- asimismo- un párrafo del prólogo del libro Educación, conocimiento y política. Guillermina Tiramonti escribió allí: “A partir de los 90 asistimos a la aparición de un intelectual que ya no se define por su capacidad crítica sino por la utilidad de sus saberes para viabilizar la transformación del Estado. En palabras de José Brunner: “Los investigadores sociales latinoamericanos se transformaron en analistas simbólicos dispuestos a producir, transportar, usar y aplicar conocimientos para la resolución y arbitraje de problemas (7)”.

Y es verdad. Desde Pedro Bruera (e incluso antes) hasta Alberto Sileoni educar es reproducir el orden social de la propiedad privada de la estructura de producción. Concertar para la gobernabilidad, diría Filmus.

Tiramonti es sincera: “Veamos el caso de la heterogeneidad de espacios en los que se produce el conocimiento educativo en la Argentina: cada uno de esos espacios tiene específicas fuentes de financiamiento que connotan el tipo de saber que produce y la relación que este saber tiene con los centros de decisión política (7)”.

Y sí la Fundación Ford y la OMC contribuyen a la FLACSO y la Unesco: está todo dicho. Ciencias para la “gobernabilidad”.

Otra vez Tiramonti: “La creación de centros sostenidos casi exclusivamente por el empresariado o por personajes de la política se inscribe  en esta nueva línea de legitimar el saber por su utilidad para la tarea de gobierno (7)”.

Jorge Money –gráficamente-  nos recuerda la relación entre empresarios, fundaciones y decisiones políticas del norte todopoderoso: “Los Rockefeller controlan o forman parte de otras importantes organizaciones “no rentables” de actuación internacional. Una de ellas, el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), fue creada por las tres Fundaciones más importantes de los Estados Unidos, la Rockefeller, la Ford y la Carnegie, a los efectos de influir en los lineamientos de la política exterior de USA (4)”.

Igualmente, el archivo también nos trae un ejemplo vernáculo: no es casualidad que Filmus como Ministro de Educación de la Nación haya declarado de interés educativo (octubre 2005) a las “Maratones de Lecturas” diseñadas por la Fundación Leer. En el Consejo de Asesores de la Fundación Leer se encuentran Juan Carlos Tedesco, Mariano Grondona y Steve Rockefeller (8).

En definitiva: Sileoni, la Fundación Ford, la “calidad educativa”, la FLACSO, Filmus y cía. y el “concurso de fondos para la diversidad cultural” conforman la trama de actores y proyectos de la plutocracia y su pedagogía.

Quienes perciben la superficie de las políticas educativas: desconocen o dicen ignorar (deliberadamente) que educar en el capitalismo es someter y/o contener niños/as y adolescentes hasta transformarlos en consumidores, objetos o posibles empleados de la estructura ocupacional.

Si los “analistas simbólicos” producen “financiados”… es tiempo de aunar criterios y caminos para acabar con los criminales de la plutocracia mercenaria.

Que así sea.


NOTAS:

1) Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

2) Convocatoria de Unesco por la diversidad cultural en Educación Superior. Rosario3.com. 06/04/2011

3) Sileoni propuso a sus pares provinciales redefinir y ampliar en concepto de calidad educativa. Telam. 11/04/2011

4) Banqueros, financistas y capitanes de industria. Jorge Money. Centro Editor de América Latina. Marzo de 1973.

5) Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

6) Del ajuste a la gobernabilidad. ¿Qué hay de nuevo en educación? Laura Marrone. Feia.

7) Educación, conocimiento y política. Argentina, 1983 - 2003. Compiladores. Mariano Palamidessi, Claudio Suasnábar, Daniel Galarza. Flacso Manantial. Noviembre 2007.

8) Ver A los lectores del capital. Andrés Sarlengo.

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