Excedentes... Excedentes...   Por el Prof. Juan Carlos Sánchez, Director Editorial de Gacetillas Argentinas   El renovado brío por el cierre de grados y c...

Excedentes...

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Prof. Juan Carlos Snchez


Por el Prof. Juan Carlos Sánchez, Director Editorial de Gacetillas Argentinas


 


bullrich macri 2El renovado brío por el cierre de grados y cursos, por parte del Ministro Bullrich y la desidia en la atención de las consecuencias del temporal acaecido el pasado miércoles, marcan la impronta de exclusión que pretende imponer el macrismo en la Reina del Plata.


Si bien ello no es novedad, porque la política neoliberal está basada precisamente en la eficacia y eficiencia, como también en la escasa presencia estatal en materia socioeconómica, la gravedad de ambas acciones está dada por la consideración acerca de los sujetos excluídos desde el mismo gobierno porteño. Además de encerrar a los pobres en su pobreza, se pretende algo más por cuanto supone que ellos "sobran" en su modelo. Nada mejor que continuar la obra de perpetuación de la desigualdad para justificar su abandónica política a nivel social.


El sistema capitalista tiene, como punto de partida, la existencia de pobres. Pero cuando su cantidad supera a la que puede sostenerlos, de alguna manera, los considera "excedentes". De allí, al exterminio por otros medios hay un solo paso. De impedir la formación de niños y jóvenes pobres, con la finalidad de evitar su ascenso social a la falta de asistencia en los barrios carenciados, las herramientas se multiplican en forma incesante. Eso es lo grave y casi nadie ha reparado en ello.


04 - 04 - Temporal en Buenos AiresPor otra parte, el Poder Judicial responde a medias. Una tibia resolución permite avanzar en el cierre de aulas al Ministerio de Educación de la Ciudad y otra, muy diferente por cierto, obliga a la asistencia inmediata de los damnificados por el "fuerte viento" del pasado 4 del corriente. Pareciera que lo tibio es una constante en un poder que debiese limitar los excesos del macrismo. Hasta el mismo Tribunal Superior de Justicia evade exigir el cumplimiento de los derechos económicos y sociales, como el de la vivienda, obligando a recurrir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, tal como ocurrió con el caso Quisbert, donde una mamá venía solicitando una vivienda para ella y su hijo con discapacidad.




En consecuencia, si el Ejecutivo resuelve excluir sistemáticamente a quienes se encuentran en la pobreza e indigencia y el Judicial no protege debidamente sus derechos a los excluídos que llegan a interponer sus demandas ante la Justicia, nos encontramos con que ambos consideran a estos sujetos como sobrantes del sistema. Y ello resulta de una gravedad inusitada, porque además de su crítica situación socioeconómica, se le suma la indefensión frente a la desidia estatal.


Pero no debemos engañarnos. No es más que una política sistemática de exterminio. El capitalismo recurre a la consideración de la excedencia, cuando lo necesita para su propia supervivencia y la de su clase dominante, operando fuertemente sobre los actores sociales que puedan contrarrestar sus métodos.


La mentira mediática y mediatizada, junto con acciones distractivas, suele ser una de sus armas preferidas pero ella podría ser desmentida con una movilización social contundente destinada a rechazarla y a exigir el respeto a los derechos económicos, sociales y culturales. Sin embargo, no se advierte que ello ocurra salvo acciones aisladas de algunas organizaciones políticas y sociales.


Hoy, los estudiantes de la zona sur de la Ciudad, los docentes afectados por los cierres de sus cursos y quienes todo perdieron por el temporal son considerados sobrantes del sistema capitalista porteño. Peor aún, son "excedentes" que deben ser exterminados por el hacinamiento, el hambre y la desidia del Estado para que el capitalismo porteño no detenga su marcha ascendente para los buenos negocios del macrismo.


La Reina del Plata se está dividiendo peligrosamente en dos. Por un lado, la de la abundancia y la de la indigencia, por otro. Y el Estado es responsable. No puede concebirse una sociedad con una alta polarización económica como la actual. Con una desigualdad irritante. Con una exclusión en permanente aumento.


Pero, en realidad, excedentes somos todas y todos aquellos que soñamos con la verdadera igualdad de oportunidades, con una educación pública sin exclusiones y con un Estado presente en materia socioeconómica. Solamente la lucha permanente podrá llevarnos a otro Estado, el que se ocupe y preocupe por lo público en lugar de lo privado.


Y esto último depende de todas y todos nosotros. De lo contrario, el Gran Destructor de Buenos Aires continuará la obra iniciada por la dictadura, en clara imitación a su admirado Piñera, en detrimento de nuestros derechos porque, a no olvidarlo, nosotros también somos parte del Estado...

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