El Twitter cubano que falsificó EE. UU. (Martianos - Hermes - Cubainformación)   Por Manuel E. Yepe * Foto: Virgilio Ponce   El jueves 3 de abril de 2014, la agencia de noticias Associated Press (AP) informó haber ...

El Twitter cubano que falsificó EE. UU. (Martianos - Hermes - Cubainformación)

 

Manuel Yepe

Por Manuel E. Yepe *

Foto: Virgilio Ponce

 

El jueves 3 de abril de 2014, la agencia de noticias Associated Press (AP) informó haber conocido que el gobierno de EE. UU. había creado un 'Twitter cubano' diseñado para promover la subversión en Cuba que existió desde 2010 hasta mediados de 2012 y pudo haber llegado a tener unos cuarenta mil incautos usuarios.

Según documentos que la AP dice haber obtenido de fuentes confiables y entrevistas con personas involucradas en el proyecto, el plan consistió en crear en Cuba un sistema de mensajería móvil evadiendo el control público de la información y las restricciones en Internet. Se le llamó ZunZuneo.

En julio de 2010, un funcionario gubernamental de Estados Unidos, voló a Barcelona para dar los toques finales al plan secreto que contemplaba la ejecución del proyecto anticubano.

Su misión era poner en marcha una red de mensajería capaz llegar a cientos de miles de jóvenes cubanos. Para ocultarla del gobierno cubano, se creó un profuso sistema de compañías reales y ficticias para las que se reclutaron ejecutivos cuyos vínculos con el gobierno de Estados Unidos no fueran detectables. Se usaba una cuenta bancaria en Islas Caimán.

Según AP, este programa era pagado y dirigido por la USAID, entidad del gobierno de Estados Unidos que públicamente se presenta como agencia encargada de movilizar y controlar la ayuda humanitaria que Washington presta a los países subdesarrollados, bajo la supervisión del Departamento de Estado.

El plan del gobierno norteamericano consistía en construir una base de datos de contenidos de incuestionable naturaleza, como informaciones de fútbol, música y fenómenos atmosféricos que no llamaran la atención acerca de sus reales propósitos. Más tarde, cuando la red alcanzara una masa crítica de suscriptores, tal vez de cientos de miles, se introduciría un contenido político dirigido a conducir a los cubanos a organizar protestas hasta desencadenar una “primavera cubana” como las que Estados Unidos ha venido fomentado en varios países en correspondencia con los objetivos cambiar los gobiernos en países inconvenientes para su política exterior.

En su apogeo, el proyecto pudo haber llegado a tener unos 40.000 cubanos compartiendo noticias y opiniones cautelosamente sesgadas. Sus suscriptores nunca estuvieron conscientes de que la red había sido creada por el gobierno de Estados Unidos, o que sus datos privados se estaban reuniendo con vistas a ser utilizados con fines contrarrevolucionarios.

Según la información publicada por la AP, era crucial que no hubiera mención alguna de la participación del gobierno de Estados Unidos porque las leyes de la nación exigen que cualquier acción encubierta por una agencia federal tenga autorización presidencial. Había que garantizar que los funcionarios de USAID no dijeran, por ningún motivo, que el programa estaba aprobado por el gobierno o que la Casa Blanca estaba consciente de su existencia.

A este fin, el presupuesto de un millón 600 mil dólares con que se puso en marcha el proyecto fue tomado de otro de estructura y fines similares cuya ejecución estaba prevista para Paquistán, a fin de evitar que siguiendo la ruta del dinero se detectara el origen de los fondos para ZunZuneo.

Se acentuaron los esfuerzos por hacer que todo apareciera como un negocio legítimo, incluso creándole a la compañía un sitio digital y una campaña de mercadeo propios. Todo ello mientras, tras la escena, sus especialistas procesaban los datos políticos y demográficos que se iban obteniendo de los incautos usuarios con vistas a los planes subversivos de Washington, tanto contra Cuba como en perjuicio de terceros países.

Luego de revelarse esta información sobre la pérfida operación anticubana, un portavoz de la USAID declaró a la AP que no era cierto que este proyecto fuera clandestino o secreto, porque contaba con aprobación congresional y era consistente con las leyes de la nación, aunque se desarrollaba discretamente con el propósito de proteger a las personas que en él desarrollan su trabajo. Dijo que la agencia estaba orgullosa de sus programas de Cuba.

Según se ha conocido, funcionarios de USAID habían hecho notar anteriormente que no se podría ocultar por mucho tiempo la participación de Estados Unidos en el sistema a menos que la propia USAID dejara el escenario. En una reunión de los principales rectores del proyecto celebrada en febrero de 2011, un alto dirigente técnico de la agencia señaló la “contradicción inherente” al hecho de que se estaba brindando a los cubanos una plataforma para comunicaciones no influenciada por su gobierno cuando en realidad se les estaba montando un sistema financiado por el gobierno de Estados Unidos, claramente influenciado por su inescrupulosa agenda contra Cuba.

* Periodista cubano especializado en política internacional.

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