Por Andrés Gómez *
Foto: Virgilio Ponce
En mayo pasado las trasmisiones radiales de Radio Miami y la Tarde se Mueve cesaron al ser vendida la emisora que diariamente trasmitía sus programaciones y sus nuevos dueños rehusar ofrecerles un nuevo contrato a ambas programaciones. Se impuso la censura en la radio miamense al ser estas las únicas dos trasmisiones radiales comprometidas con divulgar informaciones y analizar de manera completamente divergente de los del resto de la prensa en Miami, las cuales son las informaciones y análisis de la derecha contrarrevolucionaria sobre Cuba, la América Latina y el resto del mundo. Asuntos que nos conciernen como personas pensantes y como latinoamericanos, especialmente como cubanas y cubanos.
Desde entonces tanto las programaciones diarias de Radio Miami como de la Tarde se Mueve, dirigidas por Max Lesnik y Edmundo García respectivamente, se mantienen combativamente trasmitiendo por sus sitios web en internet las 24 horas del día: www.laradiomiami.com, y www.latardesemueve.com. Realizando una labor imprescindible, rompiendo la censura impuesta por la extrema derecha en Miami, para todos aquellos que disentimos de las informaciones difundidas por el resto de lo que pasa por prensa en esta ciudad.
Ahora se suma a este esfuerzo de manera decisiva, a partir del 15 de julio pasado, la revista impresa la Nueva Réplica dirigida por nuestro compañero Max Lesnik, la cual también tiene su sitio en internet: www.lanuevareplica.com. Esta publicación es la heredera de la antigua revista impresa Réplica dirigida entonces también por Max, la cual ocupó un lugar destacadísimo en el quehacer periodístico en Miami durante las décadas de los setenta, los ochenta y el principio de los noventa, también presentando entonces informaciones y análisis alternativos al resto de la prensa en esta ciudad.
En el editorial de este primer número de la Nueva Réplica su director explica, “(Réplica) ha resurgido de sus cenizas, cual Ave Fénix, como una alternativa única a una prensa doblegada y complaciente, que por temor o favor, hace silencio ante los poderosos intereses que a través de los años han coartado la libertad de expresión de los grandes sectores de la comunidad miamense, que con ser mayoritarios -y a pesar de ello- no tienen acceso a los medios de comunicación social que han estado bajo el férreo control de una extrema derecha soberbia, intolerante y anti - cubana.”
Una pregunta obligada es, ¿por qué dejó de publicarse aquella Réplica? La respuesta, como también la explica su director en el editorial en cuestión: “La otra revista Réplica -la vieja Réplica- desapareció de la circulación a principios de los años noventa del siglo pasado, sepultada bajo una ola de bombas terroristas que le dieron a Miami el merecido y nada honroso título de capital del terrorismo en la América.”
La Nueva Réplica tiene 72 páginas. Consta con 33 colaboradores. Entre sus columnistas se encuentran distinguidos periodistas y escritores: Ricardo Alarcón de Quesada, Ciro Bianchi, El Duende, Nicolás Ríos, Jorge Gómez Barata, Reinaldo Taladrid, Luis Báez, Salvador Capote, Lázaro Fariñas, Amy Goodman, Salim Lamrani, así como Andrés Gómez.
La Nueva Réplica es inteligente, amena y combativa. Aquellos que la hacen posible, por sus largos años de experiencia en el trabajo periodístico y en el trabajo político en Miami, están conscientes de los grandes retos que asumen para que la Nueva Réplica pueda sostenerse y convertirse en un factor aglutinador de las fuerzas positivas en nuestra ciudad, los de buena voluntad, para juntos lograr una comunidad mucho más tolerante y democrática que la actual; en la que impere la razón y no el fanatismo y el terrorismo.
Muchos podrían preguntarse, ¿y existen en Miami las condiciones políticas necesarias para que se pueda publicar una nueva Réplica, conscientes de lo que le pasó a la vieja Réplica? A pesar de que mucho ha cambiado en Miami como resultado de los fundamentales cambios demográficos, sociales y políticos relacionados a las más recientes emigraciones legales de cubanos, el terrorismo de la extrema derecha está vivito y coleando, y como expectantes y letales pirañas, libres y protegidos como siempre, están los asesinos que lo ejecutan. Como también están muchos otros, que sin recurrir ellos mismos a la violencia, por su poder e intransigencia también nos imponen una sociedad intolerante.
Ninguno de nosotros se llama a engaño. La Nueva Réplica es otro valioso recurso en el riesgoso y largo camino que ha sido nuestro trabajo político en Miami. No tenemos alternativa: tenemos que romper la censura y abrir espacios. Además, como mantiene su director en el primer editorial de la Nueva Réplica, “Nos acompaña la verdad de una causa justa.”
* Periodista cubano residente en EE. UU., Director de Areítodigital.
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