Por Alberto Pinzón Sánchez
Hemos aceptado, fácilmente y tal vez de manera simple, que las dos fracciones de la oligarquía trasnacional colombiana, la terrateniente y la financiera, representadas por AUV la primera y por JM Santos la segunda, se encuentran en una grave contradicción de intereses de todo tipo, principalmente por la hegemonía dentro de dicha clase social y que este choque es la causa que impide el avance definitivo en la “mesa de la Habana” hacia la firma del acuerdo.
Pero no es así: La incapacidad de JM Santos por cumplir a cabalidad la instrucción geoestratégica dada por el gobierno de los EE. UU. para concluir el llamado conflicto colombiano, va más allá de una simple incapacidad personal del gobernante y tiene que ver con las 10 negociaciones internas que debe hacer con las 10 ruedas dentadas del Bloque de Poder Contrainsurgente Dominante (BPCI) establecido en Colombia hace 70 años con el fin de adelantar la guerra sucia contrainsurgente, represiva, punitiva y de disciplinamiento social prolongada hasta la actualidad.
Veamos:
1 - La primera negociación interna que debe hacer el pobre Santos, para ponerlo de su lado, es con el paramilitarismo, la rueda dentada más terrorífica, macabra y poderosa de esa gran máquina represiva anticomunista llamada Bloque de Poder Contrainsurgente (BPCI) y que contrario a lo informado por las agencias de maquillaje gubernamental, sigue vivito y culiando.
2 - La segunda negociación igual de compleja por la diversidad de personajes involucrados, es con la rueda dentada del BPCI llamado el “oligopolio de los medios de comunicación”; constituido por El Tiempo, El Espectador, El Siglo, El Colombiano, El País, Semana, Caracol, RCN, ect, controlados por los grupos españoles Planeta y Prisa y finalmente el consorcio mediático Murdoch, opuestos, como lo estamos viendo, a que la mesa de la Habana avance hacia un final civilizado. Siguen en su obstinación amarillista y neoliberal de hacer dinero manipulando el sufrimiento humano de los colombianos.
3 - La tercera negociación (más íntima y que se hace entre Wiskis) es la que debe hacer con los miembros de los “grupos económicos” conocidos vulgarmente como “cacaos” y que constituyen otra rueda dentada independiente del BPCI, tales como el grupo Bavaria, grupo Ardila Lulle, grupo Sarmiento Angulo, grupo Antioqueño, grupo caleño, etc., con el fin de convencerlos de las bondades de la paz santista, después de que han hecho todas las montañas de dinero que poseen, pelechando del Estado Contrainsurgente y de su guerra contrainsurgente.
4 - La cuarta negociación (un poco más ruidosa) y que estamos presenciando actualmente, es con la llamada “Fuerza Pública” que incluye las 4 fuerzas armadas de tierra, mar y aire, más la Policía, que como todo el mundo sabe es la rueda dentada central del BPCI por tener la autorización constitucional de matar colombianos catalogados como insurgentes y que dada su larga historia de independencia y autonomía absoluta para manejar el “Orden Público Nacional”, se ha constituido en una verdadera rueda suelta dentro de la sociedad colombiana, con hospital militar propio, universidad militar propia, sistema de pensiones propio (pregúntenle a Padilla de León) barrios militares propios, clubs militares y casinos propios, industria militar propia, cárceles militares y resorts propios , emisoras y periódicos militares propios, etc. Y que sociológicamente hablando dado el enriquecimiento legal de sus altos oficiales se ha constituido en una verdadera casta autónoma.
5 - La quinta negociación es con la rueda dentada constituida por las compañías multinacionales como Chiquita, Drummond, Coca Cola, Oxy, BP, Repsol, Texas Petroleum, Cemex, Unión Fenosa, Glencore, Ladrilleras Santafé, Muriel Mining, Anglo American, Monsanto, BHP Billiton, ect, y otras multinacionales minero energéticas que, como todo el mundo sabe, obedecen solamente a su junta directiva corporativa y tampoco tienen interés en que en la mesa de la Habana se acuerde finalizar el conflicto colombiano.
6 - La sexta rueda dentada del BPCI, constituida por las asociaciones gremiales como Fedegán, Sac, Augura, Asocaña, Fedearroz, Andi, Fedemetal, Fenalco, Asobancaria, etc., agrupados en el “concejo gremial nacional” es la sexta negociación de Santos y que por sus implicaciones directas dentro de la estrategia contrainsurgente del Estado, pues no está a favor de matar la gallinita de los huevos de oro de la guerra que tantos beneficios y durante tanto tiempo les ha proporcionado el conflicto.
7 - La séptima negociación es con la otra rueda dentada de los llamados actores de “la economía subterránea” como los narcotraficantes y grandes lavadores de dólares, etc., del nivel nacional, regional y local y con quienes por su carácter “informal”, se hace cada vez más difícil llegar a un arreglo.
8 - La octava rueda dentada del BPCI, que si bien obedece al presidente de los EE. UU., dada su característica de haberse convertido en un “elemento interno” del conflicto colombiano, ha adquirido intereses propios y está representada por los militares y agentes oficiales de los EE. UU., de Gran Bretaña y de Israel. Además de los civiles o contratistas privados de la DynCorp, Aeroespace Operation, o de la North Grumman Corp, etc., con quienes hay necesidad imperiosa de “cuadrar el negocio” hacia el futuro.
9 - La novena rueda dentada constituida por las tres ramas de la llamada democracia liberal y que estamos viendo cómo se desmorona ante nuestros ojos: La rama Judicial, La rama Legislativa o Parlamento y la rama Ejecutiva o poder presidencial que, por ser el coordinador y orientador de todo el Bloque de Poder Contrainsurgente, es el motivo real de la reyerta pública entre Santos y AUV.
Con cada una de estas ramas, debe negociar el pobre Santos, es decir con las juntas directivas de cada una de ellas o con infinidad de cortes supremas, con los presidentes del parlamento, o con la bancada de AUV, y además, cada rama debe tratar de tráela a su orilla. Algo realmente complejo.
10 - Y por último, una rueda dentada más del BPCI que por no ser tan sonora (excepto por los pleitos de Angelino y los chistes de Lucho) no podemos pasar por alto; está constituida por las clases subalternas, como los pequeños comerciantes, empleados, periodistas, profesionales independientes, medianos propietarios, trasportadores, desempleados, rebuscadores y lumpenes regionales y locales de la llamada parapolítica que han sido “cooptados”, y quienes sin lugar a dudas también tienen sus intereses propios como lo está demostrando la obstinación de Angelino, y con los cuales habrá que hacer negocios .
¿Comprenden ahora estimados lectores; porqué el acuerdo de La Habana parece que le está quedando grande a los faroles y blufs de tahúr de JM Santos?
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