Por una televisión al servicio del pueblo. Por una televisión al servicio del pueblo.   Por el Prof. Juan Carlos Sánchez, Director Editorial de Gacetillas Argentinas. En las últimas s...

Por una televisión al servicio del pueblo.

Por una televisión al servicio del pueblo.


 


Prof. Juan Carlos Snchez


Por el Prof. Juan Carlos Sánchez, Director Editorial de Gacetillas Argentinas.



TV 2En las últimas semanas, se advirtió claramente la tensión entre los reales propósitos oficiales acerca de los medios de comunicación y los fines de las televisoras alternativas, populares y comunitarias tras la suspensión del concurso para el otorgamiento de licencias de televisión digital por parte del Afsca.


Las resoluciones 929 y 930 derogaron las anteriores (685 y 686) en las cuales se exigían pagos de hasta 140.000 pesos, cifra ésta que no estaba, ni está, al alcance de las televisoras alternativas y otros requisitos tales como la registración de trabajadores, cuando la operación se realiza mediante trabajo voluntario o la exigencia de certificaciones por escribano público, lo que iba a encarecer la presentación de las ofertas.


La lucha de las televisoras alternativas fue incesante. Desde las reuniones sostenidas con el Directorio de la Afsca al "aguantazo cultural" realizado en octubre del año pasado frente a la sede del organismo de aplicación, siguieron buscando el camino hacia su legalización a través de concursos que contemplaran su propia esencia.


Monopolizar la voz


ley-de-medios-monopoliosDesde la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, conocida como Ley de Medios, se iba perfilando la real intencionalidad del Gobierno Nacional con respecto a ella. Su implementación dió lugar a presentaciones judiciales y administrativas; algunas de ellas, en curso y quedó en evidencia que la cuestión de fondo pasó, y pasa, por la construcción de la agenda por parte de los medios tradicionales o concentrados destinada a condicionar las acciones gubernamentales en defensa de los intereses que representan, pero también por la necesidad oficial de construir un discurso afín; es decir, construir su propia historia. De allí, nace una dicotomía conocida: Gobierno Nacional vs. La Corpo (léase Clarín, La Nación y Perfil). Pero se omite la existencia de otro monopolio informativo en crecimiento, de la mano de Sergio Szpolski y de Cristóbal López junto a la multitud de blogueros K.


Simplemente se trata del cambio de un monopolio por otro, en una típica interna interburguesa por la primacía en el ámbito informativo, en detrimento de los derechos y reales necesidades del pueblo en esta materia. Nada sorprendente para una gestión que declama el "capitalismo en serio" y se pavonea con Monsanto y la Barrick Gold, y que ahora pretende tener en cuenta a los medios no comerciales, según lo declarado públicamente por Abal Medina, Jefe de Gabinete de Ministros.





Este cambio de monopolio, que terminaría de producirse el próximo 7 de diciembre con el proceso de desinversión que debe llevar a cabo el Grupo Clarín, no tiene efectos neutros. Se trata de asegurar la construcción de una agenda que tenga en cuenta los intereses del Gobierno Nacional, la cual no coincide en general con lo comunitario y popular.


De chicana en chicana


Mientras la lucha interburguesa continúa, sigue el chicaneo permanente contra las televisoras alternativas, a las cuales pretendieron ignorar (y lo siguen haciendo) desde un principio al establecerse la figura de las "organizaciones sin fines de lucro", dentro del 33% del espectro como lo establece la Ley 26.522 y la "incomprensión" de la realidad de las emisoras alternativas por parte del Afsca, fue la marca distintiva de la gestión de este organismo. Pero también debemos recordar las tristes expresiones de Jorge Lanata en ocasión de la inauguración de una radio wichí, otra chicana desde lo multimedial y corporativo, que aludió a la cantidad de oyentes y de auspiciantes que recibiría para denigrarla en forma significativa, lo cual puede ser leído como otra chicana desde la derecha vernácula a través de los medios defensores de sus intereses corporativos y económicos.


Natalia Vinelli - Barricada TVNatalia Vinelli lo explica en su artículo "Siete chicanas contra la televisión alternativa", publicado en Revista Documental para re-pensar el cine hoy, Año 4 Nº.3, de octubre de 2011 y que fuera reproducido por este medio, al manifestar que la figura legal que hemos mencionado "favorecía a las grandes cooperativas y fundaciones" y "no contenía las especificidades de los canales de TV y emisoras de radio alternativos, populares y comunitarios".


Y enfatizó que "los medios en manos del movimiento social, los trabajadores y nuestro pueblo no nos regimos con la lógica patrón / empleado sino que funcionamos como militantes" porque "no perseguimos el lucro y nos financiamos con aportes voluntarios y donaciones de las organizaciones populares que nos acompañan". Esta es la realidad de las televisoras alternativas, mal que le pese al kirchnerismo; más aún, cuando Fernando Pérez, Coordinador General del Afsca, en la última reunión con el Espacio Abierto de Televisoras Alternativas, Populares y Comunitarias, se refirió a la "sustentabilidad"; es decir, una lógica comercial, al referirse a los futuros concursos para la tv digital (1).


Con seguridad, el kirchnerismo tenderá a chicanear nuevamente acerca de la funcionalidad con la derecha. Sin embargo, no se habla de los Centros Culturales y espacios de su propio palo que han manifestado su necesidad de instalar una emisora comunitaria en sus barrios. O sea, no se trató solamente de la lucha permanente de las televisoras alternativas, mediante el "aguantazo cultural" frente al Afsca y las diferentes movilizaciones que llevaron a cabo, lo que llevó a la derogación de las resoluciones cuestionadas y al "reconocimiento" de la existencia de medios no comerciales sino que además, ahora, también son corridos por izquierda desde adentro del seno kirchnerista. ¿Dirán ahora que son funcionales a la derecha?.


Lo mismo ocurre con la afirmación acerca de la inexistencia de la televisión alternativa. Con las movilizaciones y la reciente escalada mediática tras la publicación del artículo “Más oportunidad al sector no comercial” en el diario Página 12, es evidente que existen. Y Natalia Vinelli señalaba la inexistencia de políticas estatales para los medios llevados adelante por los trabajadores y el pueblo, como también manifestaba el derecho a la multiplicidad de voces con carácter masivo en el artículo ya mencionado. Si la Ley de Medios tiene (o tenía) la intención de fomentar la pluralidad de voces, ello no se advierte en su implementación por cuanto nada se hizo por ello, salvo el otorgamiento de licencias a algunas radios comunitarias para fines propios del oficialismo.


Pareciera que se desconoce el abandono progresivo de los medios tradicionales hacia los medios alternativos. Ello ha provocado que aquellos refuerzen las vías comunicacionales mediante Internet para no perder lectores y oyentes. Páginas web remozadas y múltiple presencia en las redes sociales así lo indican.


Otra cuestión importante es la conformación del espectro radioeléctrico que, a pesar del censo convocado por la resolución Nº 3 del Afsca, todavía no se conoce. Y ello resulta vital para la oferta y adjudicación de las licencias de tv digital que se pretendería realizar próximamente.


No es un dato menor. Más aún, cuando C5N, CN 23, 360 TV o Construir TV, de la UOCRA, sindicato liderado por Gerardo Martínez, ex - agente de inteligencia del tristemente conocido Batallón 601 e integrante de la CGT kirchnerista, no pasaron por ningún concurso para la adjudicación de su licencia.


Entre la agenda y la subjetividad


Sin embargo, hoy resulta imprescindible la existencia de estas emisoras de los trabajadores y del pueblo para romper la inercia informativa de los multimedios ligados al imperialismo y de la creciente masificación del discurso kirchnerista a ultranza. Se trata de ver y escuchar a otras voces que reflejen la compleja realidad social y política actual, teniendo en cuenta el profundo entramado de intereses que actualmente intenta dominar la agenda mediática y política.


Ocurre que estas televisoras no nacieron de ayer para hoy. Desde hace años, vienen informando sobre lo que acontece en su barrio y en su comunidad, como también fijan su posición frente a la pasada y actual coyuntura. A través de sus programas vienen construyendo una subjetividad destinada al conocimiento de la realidad por parte del pueblo que no puede ser dejada de lado.


Pero también debemos señalar que sus voces necesitan ser amplificadas a través de una masividad, con la finalidad de poder transmitirlas a toda la sociedad y no, tan sólo, a un reducido número de televidentes. Sin lugar a dudas, el kirchnerismo teme que ello destruya la agenda que pretende imponer mediante el cambio monopolístico que señaláramos, pero también que crezca la subjetividad revolucionaria destinada a torcer el rumbo que ha impuesto a través de su política económica y social.


Por lo expresado anteriormente, surgió el chicaneo aunque ahora se encuentran ante tres disyuntivas cruciales: ¿Enfrentar a La Corpo o permitir el surgimiento masivo de televisoras comunitarias? ¿Agenda impuesta o consensuada? ¿Subjetividad capitalista o subjetividad al palo?.


Como bien sabemos, el kirchnerismo suele elegir el mal menor, como es costumbre en nuestra clase política. No sorprendería que, en tren de evitar nuevos conflictos que compliquen la gestión, se busque un consenso para el otorgamiento de licencias de tv digital mediante concursos que contemplen la realidad de las televisoras alternativas. Pero, a la vez, no cabe duda que adoptarán sus recaudos para que su discurso destinado a escribir "la nueva historia" no resulte desleído, a través del otorgamiento a los centros culturales de corte kirchnerista. De esta forma, al haber ser corridos por izquierda desde las televisoras comunitarias y de los del mismo palo, contienen la presión que ejercen.


Relacionado con lo anterior, la agenda no es un tema menor. Indudablemente, ella tratará de ser impuesta mediante los condicionamientos que conocemos. Desde la publicidad oficial al otorgamiento de subsidios, se buscará que no se desdibuje el discurso oficial. Pero a no engañarse: puede ocurrir que la masividad de las televisoras comunitarias incremente la subjetividad hacia cuestiones olvidadas o bien, hacia un cambio necesario en las políticas actuales. Y esta es otra razón significativa para continuar con el chicaneo hacia ellas. No obstante, no hay mucho espacio político para continuar con la inercia iniciada en 2009 y seguramente impulsarán televisoras de corte K, de la mano de las agrupaciones kirchneristas, para tratar de evitarlo.


Es conocida la afición capitalista del kirchnerismo. Mientras arrecian las críticas por el extractivismo o la patria sojera, la batalla de ideas se impone para la construcción de una subjetividad que contemple las necesidades oficiales. Pero también puede ocurrir que aparezca esa subjetividad al palo, la que reconoce las experiencias y hechos populares; en suma, la realidad que se intenta esconder a cada instante.


De allí que la agenda y la subjetividad van tomadas de la mano. Pero es necesario que, en realidad, respondan a las necesidades de los trabajadores y del pueblo. Y lo único que puede garantizarlo es, precisamente, la existencia de las televisoras alternativas, populares y comunitarias.


Desde la difusión de sus actividades políticas y culturales a la construcción de ciudadanía, estas emisoras tienen mucho que ofrecer a la sociedad. Pero es hora que el Estado cumpla con su verdadero rol: fomentar lo popular. Y ya que se dice que es un gobierno "nacional y popular", en buena hora sería el momento de legalizar a las ya existentes. Hasta es posible que, de esta forma, el kirchnerismo se vea obligado a reconocer que no existe solamente su discurso, sino que es posible la discusión de los grandes temas nacionales, provinciales y municipales con quienes están en el terreno.


Esto último hace imperativo que se materialice la legalización de las televisoras alternativas, populares y comunitarias. Para que la voz de los trabajadores y del pueblo pueda verse y escucharse. Tal vez sea el mejor aporte que pueda hacer el kirchnerismo para una comunicación democrática aunque, al fin y al cabo, tan sólo sea burguesa...


En suma, para la existencia de una televisión al servicio del pueblo sin dicotomías de ninguna especie...


NOTAS:


(1) Comunicado del Espacio Abierto de Televisoras Alternativas, Populares y Comunitarias: Desmentida a Página 12.

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