Cáncer: Medio ambiente y salud (1ª parte)   Por Jorge Cadús La Organización Mundial de la Salud, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer y la Unión Internaciona...

Cáncer: Medio ambiente y salud (1ª parte)

 

Jorge Cadus

Por Jorge Cadús


La Organización Mundial de la Salud, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer y la Unión Internacional contra el Cáncer han establecido el día 4 de febrero de cada año como el Día Mundial contra el Cáncer.

Cada año se establece un tema para el debate y la difusión.

El tema del 2014 es: “Desenmascaremos los mitos”.

Esas organizaciones han declarado que “la prevención y la detección temprana son fundamentales para detener el alarmante aumento de la incidencia de esta enfermedad”.

Y revelaron que más del 60 % de los casos se concentran en África, Asia, América Central y del Sur.

Esas regiones registran el 70 % de las muertes a nivel global.

Es decir que en esa región viven 6 de cada 10 personas que enferman de cáncer.

Y mueren 7 de cada 10 personas que sufren la enfermedad.

“Países de ingresos bajos y medios” dice el informe difundido el 4 de febrero pasado.

El informe consigna también “cinco factores de riesgo conductuales y dietéticos: índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y consumo de alcohol. Fumar es el factor de riesgo más importante”.

La campaña de las tres organizaciones internacionales nada dice, en cambio, de la incidencia de la degradación de los factores ambientales en la salud de las comunidades.

Y por supuesto, tampoco habla de la responsabilidad de los modos de producción en esa degradación del medio ambiente.

En ese marco, ya son varios los estudios que han determinado en nuestra región -el sur santafesino, el norte bonaerense- esa relación directa entre modos de producción, factores ambientales que esos modos generan, y salud.

La postal de un país dedicado a hacer soja para alimentar a los chanchos chinos.

Donde se privilegia el modelo económico a los costos sociales, y a la salud de la gente.

Hace poco tiempo atrás, Jorge Eduardo Rulli, referente del Grupo de Reflexión Rural, nos decía: “esta zona, la pampa gringa, es una zona de arraigo donde llegaron nuestros abuelos en busca de una tierra donde afincarse, hicieron el amor sobre la tierra, enterraron a sus parientes en esta tierra, la amaron. Y ahora tenemos que la soja ha conseguido que los nietos abandonen todas las prácticas agrícolas que tenían, que se hayan urbanizado, que consuman mujeres y niñas -porque la trata está vinculada a la soja, y la droga está vinculada a la soja-. Se ha constituido un país terrible, que es muy difícil de desmontar: la republiqueta sojera".

Hoy, en esta región del sur santafesino, se han hecho habituales las tormentas de tierra.

Un suelo que se está yendo, y se va de manera acelerada. Un suelo que ha perdido su estructura, un suelo arenoso, sin vida, donde no hay colonias bacterianas, donde no hay lombrices, un suelo que en los días de lluvia ha perdido hasta ese olor a tierra mojada que nos acunara en la niñez.

Un suelo saturado de agrotóxicos, enfermo.

Y sobre ese suelo enfermo hay una población enferma.

No podría ser de otra manera.

Y los estudios científicos han comenzado a dar cuenta de esas poblaciones enfermas.

En realidad, debiéramos decir: “enfermadas”, sistemáticamente envenenadas.

En enero de 2006 y septiembre de 2008 publicamos las conclusiones del llamado "Informe Oliva", una investigación desarrollada por un equipo interdisciplinario coordinado por el doctor Alejandro Oliva, que abordó las relaciones entre salud y exposición a factores ambientales en varias localidades del sur provincial.

Entre sus conclusiones, el trabajo -que abarcó las localidades santafesinas de Alcorta, Máximo Paz, Santa Teresa, Carreras y Bigand- reveló que "existen relaciones causales de casos de cáncer y malformaciones infantiles entre los habitantes expuestos a factores de contaminación ambiental, como los agroquímicos".

Y sentenció que en la región "los hallazgos fueron contundentes": en el caso de cáncer de testículo existe una incidencia tres veces mayor al promedio nacional; en el cáncer de ovario, la incidencia es de dos veces por sobre la media; el registro para cáncer de hígado es casi diez veces más que el promedio; en los casos de cáncer de páncreas y pulmón, el doble de lo esperado. También se registra un aumento significativo de cáncer de mama, y una notable incidencia en casos de cánceres de tipo digestivo.

Un capítulo aparte lo representan las malformaciones uro-genitales masculinas: "las cifras son elocuentes al respecto, ya que las incidencias se ven amplificadas entre 10 para testículos no descendidos (criptorquidias) y alrededor de 20 veces para hipospadias", sostiene el informe.

Entre las fuentes de contaminación, el Informe Oliva señala el uso de agroquímicos, las plantas de acopio de cereales, los depósitos de plaguicidas, los lugares donde se lavan y guardan los equipos de fumigaciones, basurales a cielo abierto y transformadores con PCB.

En forma paralela, el informe "Identificación de relaciones entre salud rural y exposiciones a factores ambientales en la Pampa Húmeda argentina", de la socióloga Silvia Cloquell, completó aquellas primeras conclusiones sobre la relación entre los modos de producción, los factores ambientales que esos modos generan, y la salud de las comunidades.

"La problemática que nos interesa es el crecimiento de las condiciones de riesgo en la salud de la población en su conjunto, dada la contaminación ambiental producida por las condiciones de producción, almacenamiento y mantenimiento de silos y empaques, que no guardan la adecuada distancia con la residencia de la población", afirma el estudio sintetizado por Cloquell, docente investigadora del Consejo de Investigaciones de la UNR, que recoge un profuso trabajo de entrevistas, testimonios y encuestas en los pueblos ya citados.

Las voces que muchas veces recorren las calles de estos pueblos han sido recogidas en las charlas y talleres realizados.

Allí está el sentido común, pero también los padecimientos cotidianos de quienes vivimos de este lado del mundo, en el primer intento serio de sistematizar esa información.

En ese informe puede leerse: "Las opiniones vertidas, tanto por hombres como mujeres, acerca de las relaciones ambiente-enfermedad en la discusión en grupos y talleres, expresan en su mayor parte dudas, confusiones e incertidumbre acerca del problema. Definido por uno de los participantes como: no sé qué está pasando, pero algo pasa, no puede ser que cada vez más gente esté enferma de cáncer..."


Columna leída por el autor en el programa La Mañana de Todos - FM Libertad / Wheelwrigth, conducido por Mónica Polidoro

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