Huelga de palabras Por María Beatriz Jouve Verano con lluvias, truenos, relámpagos. Febrero y sus paritarias. Inflación. Dinero que no alcanza. Cincha...

Huelga de palabras


Maria Beatriz Jouve

Por María Beatriz Jouve

Verano con lluvias, truenos, relámpagos.

Febrero y sus paritarias. Inflación. Dinero que no alcanza. Cinchada por el salario. Gobierno, ministros, trajes, maquillaje, mucho maquillaje. Negociaciones. Asambleas. Guardapolvos en las calles. Marchas. Contramarchas. Valor y precio del trabajo.

Canasta escolar. Precios cuidados, niños descuidados. Desigualdad social vestida de mochila y cartuchera. Cuadernos de hojas limpias impacientes de dibujos, palabras y números.Carteles de bienvenidas en los salones. Campanas y patios en compás de espera.

¿Y ellos? ¿Qué les deparará el nuevo año? ¿Cómo vendrán a la escuela? ¿Qué fue de sus vidas en el barrio? ¿Qué saldo habrá dejado este verano tórrido en sus familias?

Todo ya ha sido dicho, una y mil veces. Punto por punto, expuesto, argumentado, denunciado. Nada nuevo bajo el sol, que pasa desde hace miles de años por nuestras cabezas. Las palabras anonadadas se niegan a pronunciar los nuevos pactos lingüísticos que unen a pibes, escuelas, pobreza, soldaditos, narcos, búnker, violencias.

Los números muerte avanzan, crecen, se multiplican en avalanchas de cifras. Se llevan todo por delante.

No. No. No.

Miles de No.
La garganta se cierra, se seca, se niega a proferir.

Yo prefiero esta hoja muda, esta hoja en blanco antes que una palabra tonta, anestesiada y gastada.

En este lugar hoy huelgan las palabras…

¡Eso es! Huelga de palabras. Huelga de palabras por tiempo indeterminado.

Hasta que cambiemos el mundo y tengamos algo nuevo para decirnos.

Que aparezcan palabras jóvenes, húmedas, verdes, fuertes.

Conmovedoras de paredes, provocadoras de estampidas y revoluciones.

Vencedoras de números muerte, de salarios que no alcanzan, de vidas resignadas.

Proveedoras de nuevas ligaduras y concordancias: pibes, vida, escuelas, futuro, poesía, mar, montaña.

Palabras en huelga para resistir el sinsentido de los días, de nuestro trabajo y de nuestro descanso.

Huelga de palabras en este año nuevo apresado dentro de un mundo tan viejo y cansado.

Palabras en huelga para hacer aparecer el sonido de los amaneceres, el canto de los pájaros en los barrios, el griterío de los chicos que juegan en las veredas.

Palabras en huelga, hasta la restitución del sentido.

NOTA DE LA REDACCIÓN: Leído en el programa radial que conduce Carlos Del Frade.

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