La acusación de abuso sexual por parte de la secretaria personal del Defensor del Pueblo, Astrid Helena Cristancho ha generado una ola de críticas en Colombia con la exigencia que el funcionario renuncie. ANNCOL respalda el clamor popular.
La miseria de cada día
Cada día que pasa, nuevas miserias humanas de quienes se dicen dirigentes del país, son destapadas por la tremenda crisis económica y social que día a día sufren los colombianos de a pies, producto del neoliberalismo autoritario y depredador imperante en el país desde cuando López Michelsen en 1974, poco después del golpe de Pinochet en Chile, puso de moda durante su gobierno a “sus Chicago Boys” encabezados por Rodrigo Botero Montoya, fuertemente reforzado con los poderes facticos del ”Condornelio Reyes", de Santofimio Botero y de Varón Valencia.
Ninguna rareza. Ver cada día un escándalo de corrupción, de abuso de poder, de falsos positivos, de asesinatos, robos, estupros y toda clases de crímenes. Que sacan a la luz pública su doble moral, etc.: De esa materia fecal se nutre el aparato mediático dominante, sus noticieros, sus telenovelas, sus sermones y sus intoxicaciones mediáticas.
Hoy le ha tocado el turno al flamante defensor del Pueblo “doctor” Jorge Armando Otálora de quien ha salido a flote el catálogo de sus ”preferencias sexuales perversas”, las que llevadas a la práctica con sus subalternas, se han convertido en delito. (Ver http://www.eltiempo.com/politica/justicia/defensor-del-pueblo-jorge-armando-otalora-piden-su-renucia/16491221)
El problema no es denunciarlas, o publicarlas haciendo un gran despliegue noticioso y teatral. Montar fácilmente una ”cortina de humo diaria” mientras al siguiente día se busca otro escándalo semejante, que oculte al anterior y distraiga la atención del pueblo paciente, sobre la grave crisis de dominación que está en el telón de fondo del teatro.
El problema consiste en que ”no pasa nada”, reforzando la sensación de impunidad generalizada y cinismo que se vive en el país.
ANNCOL acoge la solicitud de renuncia del mencionado funcionario hecha por diversas organizaciones de mujeres y varios colectivos sociales, con la esperanza de que este caso no quede en la impunidad. No sea otra cortina de humo mediática más, para ocultar la podredumbre que domina y corroe a la sociedad colombiana.
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