Por Ilka Oliva Corado
La primera gran baboseada que pegó el Moralejo en su discurso de posesión fue la casaca de 100 millones en “donaciones” para medicamentos. Inmediatamente le llovieron los aplausos y se triplicaron (las apuestas) las oraciones de sus fieles y cristianos seguidores. La felicidad retumbaba en alabanzas (y pensar que a la gran patria y nos esperan cuatro años de aleluyas con cada fumada del cristiano) pero ni por asomo, así ni por joder la gente se puso a pensar de dónde salieron 100 millones y quién o quiénes se atreverían a soltar así por así una cantidad de esas “por amor al prójimo” (siendo tan garras que entre más pisto tienen más pisto quieren). Con esa primera se pasó por el arco del triunfo a sus votantes y ni cuenta se dieron. Todo es bienvenido en nombre el Señor.
Ni por curiosidad de dónde quedó la bolita, o de ver quién tiene la oreja caliente la gente se puso a pensar de dónde llegó ese “donativo” tan caritativo para el hermano Moralejo. ¿Qué empresas fueron las que donaron? ¿Qué vínculos tienen con la mano peluda? Y lo más común que a ojo de buen cubero cualquiera notaría, ¿pagan impuestos? ¿Tendrá que devolver el favor más adelante el hermano Moralejo? ¿De qué forma? ¡ Tanananán…, primera llamada !
No le busquemos tres pies al gato y tampoco provoquemos que del aire nos caigan los cuentazos que la función apenas está por empezar, (puta, 4 años…). Barajémosla más despacio y pongámoslo en un contexto que quienes lo votaron lo puedan entender, ¿se conformarán con 100 millones? Es decir (explicando con plasticina) ¿con 100 pinches millones los van a comprar? ¿Con 100 millones les van dormir la mona? Cien millones es como quitarle un pelo a un gato hablando propiamente de empresas millonarias que no pagan impuestos. ¿Con 100 millones los tendrán entretenidos para que no se hable de impuestos, salarios diferenciados y beneficios laborales?
¿Cuánto tendrían que pagar realmente en impuestos estas empresas tan de buen corazón que donan 100 millones? ¿Cuánto tendrían que pagar en beneficios laborales y salarios justos? ¿Cuánto en infraestructura para garantizar la seguridad del trabajador? ¿A quiénes votaron por “el varón puesto por Dios en Guatemala” realmente les preocupa el salario diferenciado? ¿Los mosquea que sean millones de millones lo que se embolsen estas tiernas y solidarias empresas oligarcas por no pagar impuestos? ¿Les preocupa siquiera que los obreros, los campesinos y los proletarios sean esclavos de estos pícaros hermanos en Cristo que donaron para medicamento?
Fuera de bromas, ya hablando en serio, fuera de la fe de cada quien que es respetable, más allá de la mojigatería y del fanatismo religioso y la apatía, ¿se han puesto a pensar en los beneficios que traería a Guatemala si las empresas oligárquicas pagaran impuestos y le dieran de ley los beneficios laborales a sus trabajadores? ¿Qué harán -aparte de orar- para que el salario diferenciado se convierta en salario justo?
Un buen punto sería, -ya que confían tanto en su presidente- exigirle al Moralejo que como presidente no acepte donativos sino que les exija (con la ley en la mano, y hablo de la ley terrenal y no de la Biblia) que paguen impuestos como se debe y que les den los beneficios laborales a sus trabajadores. Y que un punto muy importante en su agenda (aparte del titipuchal que son de emergencia en Guatemala) sea el de tocar el salario diferenciado y convertirlo en salario justo.
Díganle que no son tan ingenuos como para que les lave el cerebro con 100 millones, díganle que de algo les ha servido la universidad y los viajes al extranjero. Díganle que aunque sean personas de vivir de apariencias, mojigatas y fanáticas religiosas, no son tan majes como para que se los pase por el arco del triunfo. Digo, si es que no son tan majes realmente, ahora si les gusta el colazo por el arco del triunfo atásquense que hay lodo.
Veremos qué nos trae la segunda llamada, para mientras aunque sea así por aparentar hay que ponerse a pensar en la razón real de ese donativo -ese contrato de compra venta- que tan alegres los tiene. Y podrían decir también aunque sea por aparentar, ¡ no queremos donativos, queremos que paguen impuestos !, a ver si con la consigna les va despertando la dignidad y el amor al prójimo que no nace con ninguna Biblia, nace de la indignación por la injusticia y de la entereza humana por quien lucha para erradicarla.
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