Por Oglis Ramos
El entretenimiento presentado en el Congreso de los Estados Unidos se asemejó a cualquier premio otorgado por las grandes cadenas de películas a sus actores; esta vez, el show contó con la participación de nada más y nada menos que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama y toda la coreografía animada con aplausos y ovaciones, y más de una veintena de reverencias presentadas por los asistentes que, embriagados por las falacias del continuador de las políticas guerreristas de George W. Bush, emocionados aplaudían sin cesar.
El doble discurso de Obama se enfocó en hablar de reducir la pobreza, cuando hay más de 40 millones de estadounidenses que viven en la pobreza y la mitad de éstos no subsisten con el mínimo salario que, por esclavizarse medio tiempo, reciben ya que, como el mismo Obama lo dijo en su discurso, más maquinas tecnológicas, menos fuerza de trabajo; así como la seguridad para los estados de la Unión, implicará esta seguridad más afroamericanos muertos a mansalva a manos de policías o implicará más vigilancia de agencias secretas a sus propios conciudadanos.
El gran espíritu descubridor de los Estados Unidos al que hizo referencia Obama es el petróleo obtenido a través de las grandes corporaciones que son socias y financistas del autodenominado Ejército Islámico, el cual es un experimento creado y descubierto por las agencias de inteligencias al servicio de su gobierno y con el cual también descubrió como descuartizar países. Éste es el gran espíritu descubridor, el cual Obama enarbola y hace gala en su discurso tratando de engañar a millones de estadounidenses y millones de extranjeros que vimos su discurso televisado. El ADN del descubrimiento con que cuenta el gobierno de los Estados Unidos es y será perfeccionar las formas de dominación que, a lo largo de 50 años, han ido puliendo con el objetivo de posicionarse como un imperio.
Fuentes de energías limpias. Una falacia que el inquilino de la Casa Blanca quiere vender cuando fue y son los Estados Unidos, el principal ejecutor del fracking, donde esta forma de extracción que parte el corazón de la tierra y sus venas afluentes de agua viene generando una contaminación sin precedentes.
En el caldo de cultivo en el discurso de Obama, no faltaría el ingrediente principal: el patriotismo y aire de supremacía mundial. Éste fue un mensaje claro a Rusia al referirse que los Estados Unidos es la nación más poderosa económica y militarmente e hizo gala que el gasto militar es lo que hace fuerte a la nación y que, gracias a eso, el sistema creado luego de la Guerra Fría tiene y debe ser ordenado por la nación con el sistema de gobierno más sanguinario del planeta, dentro y fuera de sus fronteras.
Los problemas que aquejan al mundo son problemas creados por los Estados Unidos, y hoy el presidente Obama, y falso premio nobel de la paz, asegura que las naciones del mundo buscaran acobijarse bajo su brazo para resolverlos, una vez que son saqueados y explotados los pueblos por las trasnacionales financieras y las corporaciones de la guerra. Un arrebato de locura y borrachera de mentira es lo que Obama le lanzó a su propio país.
Penetrar Asia es una obligación y el Acuerdo Transpacífico es la lanza necesaria para intentar herir a China en su propio terreno. Reconoce que la influencia en el mercado asiático está condicionadas por las normas de China y es aquí donde el mundo debe estar atento, ya que donde los Estados Unidos no lo logra por las buenas, lo logra por las malas y esto implica violencia extrema por parte del país exportador de democracia.
La increíble hipocresía con que Barak Hussein Obama le habló a millones de ciudadanos, al mostrarse como el presidente que enarboló el liderazgo de una nación por los cuatros costados de la tierra no tiene límite; en América del Sur, puso a Cuba como una nación que necesitaba ser rescatada por su gobierno para resolver los problemas de la nación cubana cuando, en realidad, son los Estados Unidos los principales interesados en establecer relaciones con la isla ya que durante más de cinco décadas no han podido arrodillarla.
La falsa guerra contra el autodenominado Ejército Islámico llevada a cabo por el gobierno de Obama quedó al descubierto al entrar Rusia en el conflicto sirio y hoy, aún después de ser desmontada, el presidente Obama asegura que son cientos las operaciones contra el ISIS. Lo que no supo explicar si eran operaciones de financiamientos y entrega de armamento, con lo cual intentaban derrocar al presidente Bashar al-Ásad.
Para rematar el show de la noche que tuvo como escenario el pódium principal del Congreso de los Estados Unidos, Obama aseguró que su gobierno dirigió a las naciones del mundo en la lucha contra el cambio climático asombrando a millones ya que fue un ambientalista, pacifista, sindicalista, pero que su esencia vampiresca muestra claramente la conducta y acción imperialista por los cuatros puntos cardinales de su gobierno tal y como el mundo lo ha conocido.
Millones de voces claman por ayuda, pero no por la ayuda a la cual Barack Hussein Obama se refirió; claman por justicia, los cientos de miles que durante más de 50 años de guerras libradas por los Estados Unidos alrededor del mundo han sido asesinados; claman justicia, los cientos de miles de refugiados que huyen de los países que el premio nobel ordenó atacar; claman por justicia, los millones y millones de estadounidenses que mueren de frio y hambre porque el mejor sistema democrático no les da la garantía, y así Obama cree que su gobierno o los que vendrán serán los salvadores de los gobiernos del mundo.
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