Precio cuidado… o ¿cuidado con el precio…? Por Norberto Ganci, Director de "El Club de la Pluma"   En una reciente campaña a nivel nacional en Argentina, relacionada con ...

Precio cuidado… o ¿cuidado con el precio…?

NORBERTO GANCI 6

Por Norberto Ganci, Director de "El Club de la Pluma"

 

En una reciente campaña a nivel nacional en Argentina, relacionada con productos de primera necesidad en la que, mediando acuerdo con productores y algunos sectores intermedios, se acordaron precios de alguna manera accesibles a los niveles adquisitivos de la mayoría de la población.

Dicha campaña o plan para incidir favorablemente en las economías domésticas, fue reforzada por un control casi estricto por parte de los beneficiados por la medida.

No obstante es una de las partes en que se desarrolla una guerra de baja intensidad, tendiente a lograr la desestabilización del actual gobierno.

La manipulación antojadiza en cuanto a distorsión de precios, costos, etc. es una de las formas en que, parte del poder mundial, se empeña para crear zozobra, incertidumbre, descontento, fastidio, a nivel social.

Todo ello robustecido por la maquinaria mediática monopólica de desinformación, hacen un juego u operativo casi de pinzas para acorralar o hacer sentir que “no hay salida” para la situación.

En la década de los sesenta y setenta, en donde una gran mayoría de habitantes participaba activamente en movimientos, espacios políticos, gremiales, etc. y si bien los medios de desinformación hacían su sucio trabajo, éste no repercutía en gran medida, porque la lucha estaba en las calles…

Luego del golpe cívico - religioso - militar del 24 de marzo de 1976, preparado con más o menos un año de antelación para imponer un modelo económico de explotación, expoliación y terror, con los desaparecidos de esos años se fueron mucha militancia y compromiso con lo social, lo colectivo.

El remate tuvo el privilegio de asestarlo el ente biológico carlos menem, logrando en esa otra década infame imponer en deplorable neoliberalismo que propiciaba, alentaba el personalismo, la competencia rapiñera que, con tal de llegar bien alto, debía hacerse pisando las cabezas de aquellos que se dejaban debajo…

Desde la educación y los medios la formación de individuos fue esa: individuos competitivos, exitosos… deplorables…

Tantas décadas de dominación y control imponiendo un modelo excluyente y competitivo, generó por lógica individuos desnaturalizados de su esencia, de su identidad. Seres que tomaron como bandera el “sálvese quien pueda y a costa del que sea…”

La creación, la invención de “necesidades”, manipulando de manera estratégica y eficaz tanto voluntades como conciencias, fue horadando, destruyendo aquello conocido como “tejido social”.

Son muchas décadas en que nuestras sociedades han sido expuestas al germen del desinterés, del personalismo.

¿Cómo se de-construye tal perverso andamiaje des-socializante?

Es una de las tareas cuyo ahondamiento aún nos debemos…

En estos tiempos, primeros del siglo XXI, los modos y estrategias han variado en cuanto a dominación, control y desestabilización. Cuentan con la ventaja de varias décadas de destrucción del tejido social, y eso no es poco.

Parecida situación atraviesa el gobierno de Venezuela.

País hermano que cuenta en su haber con un proceso histórico revolucionario, interrumpido en ocasiones, retomado más tarde, pero que, desde 1995 es relanzado logrando vencer al neoliberalismo explotador.

Más allá de los intentos desestabilizantes como en el presente en Venezuela, hay un pueblo, en su gran mayoría, que en casi dos décadas ha venido construyendo identidad, colectivismo y se ha empoderado de las herramientas para hacer valer sus derechos.

En Argentina no tuvo lugar un proceso revolucionario similar al Bolivarianismo. No obstante desde hace un poco más de una década ha girado y cambiado su horizonte. Antes estaba puesto en los denominados países del primer mundo que se tomaban como modelo a seguir, sin importar los costos…

En la actualidad el horizonte está en nuestro territorio, en nuestros países hermanos que arrastran con un poco más de experiencias en esto de enfrentarse al poder mundial.

Si bien el de Argentina no es un proceso revolucionario, le molesta mucho al imperialismo mundial, tanto que no se pierde una oportunidad por generar o intentar generar situaciones desestabilizadoras.

Porque aquí también se está intentando empoderar de sus derechos a los habitantes Y un pueblo con poder, con conocimiento de su poder, no es tan fácil arremeter.

La contienda que se ha iniciado es sumamente complicada, depende de qué lado nos ubiquemos.

Así como en Venezuela, en Argentina se ha logrado avanzar en derechos en sectores sociales antes olvidados, invisibilizados, logrando recuperen parte de su dignidad e identidad. Por supuesto que hace falta mucho más y que hay que avanzar en otras direcciones. Hay otras voluntades y decisiones políticas que deberán tomarse.

Nuestros enemigos son los poderes concentrados económica y financieramente y son parte de ese poder mundial que los grandes medios de desinformación ocultan.

Enfrentarse a esos poderes mundiales es posible, pero es un tanto costoso…

Hay un sector oligárquico, empresarial, terrateniente, multinacional que pretende retrotraer lo avanzado, destruir lo edificado, des-empoderar lo que se ha conquistado.

Ya han iniciado su más tremenda etapa, por más que se la quiera disimular.

No se trata de ninguna teoría paranoica conspirativa. No. Recordemos aquel nunca suficientemente difundido discurso de Churchill, uno de los hombres más influyentes en la historia británica, en la que afirmó“…No dejen que Argentina se convierta en potencia. Arrastrará tras ella a toda América Latina…”  Yalta 1945. (1)

El mismo Churchill, 10 años después y por motivos semejantes afirmaría: "…La caída del tirano Perón en Argentina es la mejor reparación al orgullo del Imperio y tiene para mí tanta importancia como la victoria de la segunda guerra mundial, y las fuerzas del Imperio Inglés no le darán tregua, cuartel ni descanso en vida, ni tampoco después de muerto…” (2)

Nunca, desde antes de ser nosotros una Nación, el imperio mundial, jamás ha quitado su ambicioso ojo de nuestra cotidiana realidad político económica. Menos que menos ahora. Ya hemos leído esta semana el ataque de un lúcido estadounidense: “…el senador republicano Marco Rubio pronosticó una futura "crisis económica" y calificó a la Argentina como "el aliado más peculiar del mundo, porque no paga sus deudas y no coopera militarmente…" (3)

Y en la no tan bien ponderada publicación de Laroche: “…El imperio británico está decidido a derrocar a la Presidente de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, utilizando a sus piezas como la oligarca Sociedad Rural Argentina (SRA), entre otras, para desestabilizar al gobierno y regresar al régimen de austeridad genocida de libre mercado, que devastó al país en la década de 1990, y que hoy está matando a la población europea bajo el mandato de la Troika (FMI, Comisión Europea y Banco Central Europeo)…” (4)

Así que de esto hablamos cuando hablamos de poder mundial. No se trata de ser de izquierda o de derecha, ser K o anti K, de ser oficialista u opositor, se trata de defender lo que se ha conseguido para algunos sectores y defenderlo y se trata de ponerse al lado de quien ha facilitado el mejorar, al menos un poco, la calidad de vida de muchos. De actuar en solidaridad y en colectivo para crecer en comunidad con identidad.

Es muy mezquino ponerse a suponer que si se defiende una asignación o un derecho se es oficialista; lo que se defiende es un derecho, el derecho a la existencia que a todos nos pertenece, a una vivienda y a una formación que a todos y cada uno nos corresponde.

Y por supuesto que hay cosas que están mal. Pregunten en la Hermana Mayor Cuba cómo han tenido que resistir más de cincuenta años de bloqueo; y aún a pesar de ello, haber logrado avanzar de manera formidable en educación, en salud, siendo hoy ejemplo en el mundo.

Claro que no es fácil, que el enemigo es muy poderoso, pero si un gobierno, cualquiera sea, cuenta con un pueblo alejado de la mirada mezquina y se solidariza con el resto, es más probable que ganemos la partida…

Si bien la cuestión de lograr una lista de productos para la población con precio cuidado, es algo que a muchos beneficia, no es el tema central. La pelea es contra el poder mundial representado por sus acólitos mandamases cuales virreyes invasores.

Si perdemos de vista ello, el costo puede ser muy alto, por eso cuidado con el precio…

Que así sea.


Notas y Referencias:

(1) http://www.msur.com.ar/sitio/index.php?option=com_content&task=view&id=273

(2) http://www.msur.com.ar/sitio/index.php?option=com_content&task=view&id=273

(3) http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/index.html

(4) http://spanish.larouchepac.com/node/21095

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