Miami: ¿Hay libertad de expresión? (El Adversario Cubano / Argencuba)     Por Nicanor León Cotayo Un conocido fantasma recorre a Miami, otra vez con el objetivo de imponer silencio a voces que no repiten el...

Miami: ¿Hay libertad de expresión? (El Adversario Cubano / Argencuba)

 

 

nicanor-leon-cotayo

Por Nicanor León Cotayo


Un conocido fantasma recorre a Miami, otra vez con el objetivo de imponer silencio a voces que no repiten el guión trazado por la ultraderecha de origen cubano.

Ahora amenazan a los comentaristas radiales Max Lesnik y Edmundo García, dos conocidos “disidentes” del pensamiento y la acción política allí prevalecientes.
Lesnik fue propietario durante años de la década del 80 de la revista Réplica, cuyas instalaciones, apuntó el Nuevo Herald, “fueron atacadas decenas de veces con bombas”.

Hace unos 18 meses, él y García tuvieron que trasladar sus respectivos programas de 60 minutos por la emisora WOCM a otra que no cubre todo Miami.

¿Pretexto? Sus empresarios radiales dieron un curioso vuelco a la orientación de su negocio y pasaron a una programación exclusivamente deportiva.

Ahora Max Lesnik, acorralado, transmite el programa que tenía en Radio Miami desde un minúsculo estudio que montó en la Pequeña Habana.

Mientras, Edmundo García y otro conductor de “La Tarde se Mueve”, Eddy Levy, se mudaron a una casa de Kendall (condado de Miami - Dade) para mantenerla a duras penas en el aire.

Quienes único se han atrevido a pagar anuncios comerciales en esas pequeñas empresas informativas son los interesados en brindar viajes o servicios de carga a Cuba.

Otros posibles anunciantes, como sucedió a Réplica, denunció García, han sido amenazados por los grupos de origen cubano más agresivos.

Además, el administrador general de tres estaciones radiales de Miami, Jorge Guevara, descartó la venta de espacios a Lesnik y Edmundo.

Se trata de un vasallo de Salem Comunications, asentada en Texas, ahora propietaria de la radiodifusora por donde transmitían Lesnik y García, la WOCN.
Guevara también lanzó amenazas al futuro de sus comentarios diciendo que existirán “hasta que la Comisión Federal de Comunicaciones” apruebe la adquisición del referido medio, ahora para charlas religiosas y apegadas al ideario conservador.

El Nuevo Herald trató de justificar esa grotesca actuación señalando que ambos profesionales son “controvertidos” en Miami, ciudad con muchos cubanos “que ven a Fidel Castro como un dictador y rechazan el sistema comunista de la isla”.

Pero una reciente y famosa encuesta de la Atlantic Council, con sede en Washington, demostró que el 79 por ciento de los consultados de origen cubano en la Florida respaldan normalizar esos lazos.

El pasado 14 de febrero The New York Times opinó al respecto: “se trata del fracaso de una política de aislamiento hacia La Habana”.

De esa política que menciona el Times existe hoy otra clara variante en Miami, el caso de los periodistas cubanos asentados allí, Max Lesnik y Edmundo García.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario