Por Norelys Morales Aguilera
Ya me refería a la hipocresía de Estados Unidos en materia de derechos humanos, a lo cual prontamente respondió China con las violaciones estadounidenses sobre el tópico. (1)
El titular de Exteriores de Estados Unidos, John Kerry, no se referiría a Cuba si de verdad tuviera un compromiso con "un mundo donde decir tu opinión no te lleve a ser procesado, donde practicar o cambiar tu fe no te lleve a prisión y donde protestar pacíficamente en las calles no haga que te den una paliza en un callejón o incluso te maten a plena luz del día".
Y si quisiéramos creerle a Kerry que su imperio hace un ejercicio evaluativo de 200 países, “en favor del rendimiento de cuentas y poner fin a la impunidad”, aún mantendría a Honduras en su “lista negra”, pues desde el golpe de Estado de junio de 2009, cuando el entonces Presidente Manuel Zelaya fue destituido con el apoyo las fuerzas armadas, la impunidad ha sido un grave problema, existe un uso excesivo de la fuerza contra del disenso civil, y continuas amenazas y ataques en contra de las/os defensoras/es de derechos humanos y de los periodistas, según fuentes del país.
Algo debían decir de México, para ponerse una hojita de parra, y señalan la corrupción y los abusos por parte de la policía y las fuerzas armadas, y de Colombia, una tímida mención a la impunidad y la ineficiencia del sistema judicial, mientras el presidente, Juan Manuel Santos, reconocía en junio del 2013 que “El Estado ha sido responsable… de graves violaciones a los derechos humanos e infracciones al derecho internacional humanitario a lo largo de estos 50 años de conflicto armado interno”.
Pero, el talante interesado el Departamento de Estado en su informe unilateral “Reporte por país de prácticas de derechos humanos para 2013”, (Country Reports on Human Rights Practices for 2013) destaca en Latinoamérica a Cuba, Venezuela y Ecuador como los tres países más problemáticos. (2)
En Ecuador cuestiona las cada vez mayores restricciones sobre libertad de expresión tanto en las calles como en los medios, y en particular la violencia e intimidación contra mujeres, niños y grupos indígenas. En Venezuela la concentración del poder en el Ejecutivo y medidas para suprimir la libertad de expresión de la oposición, y hasta por reportes de homicidios ilegales. En Cuba critica el uso de amenazas, intimidación y detención por parte del gobierno para suprimir la libertad de expresión y de asamblea pacífica. (3)
Tanto Ecuador como Venezuela respondieron a Washington. Cuba no ha respondido o a lo mejor, ni la Cancillería se toma el trabajo de recordarles los mismos argumentos a quienes silencian intencionadamente la masiva y flagrante violación de los derechos humanos de los cubanos con el bloqueo económico, comercial y financiero que afecta la vida en la Isla y hasta la salud de sus niños.
Una vez más, los argumentos estadounidenses, machacones y anticuados, apuntan a sostener el castigo inmerecido que practican contra la nación cubana y que es rechazado por la mayoría de los estados del mundo, con la sola exclusión de EE. UU., Israel y alguna que otra nación sojuzgada.
Tampoco Kerry como su gobierno van a referirse al financiamiento público o secreto y las acciones que ejecutan para “promover una transición pacífica al sistema democrático basado en el respeto a la ley y a los derechos humanos individuales y abrir sistemas económicos y de comunicación” como sin recato alguno enuncia la página web de la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en La Habana. Todo lo cual viola todos los derechos con pretextos engañosos. (4)
Y, menos aún los señores de la guerra evaluadores de los derechos humanos en el planeta cuestionarán la dudosa validez de las denuncias que usan sistemáticamente contra Cuba, provenientes de sus asalariados en la Isla, a quienes importa más vivir del negocio de la contrarrevolución, que hacer algún aporte valedero a las transformaciones que se verifican en la Isla. Mientras medios de prensa del gobierno norteamericano que trabajan contra Cuba y el Partido Mediático del capital transnacional tejen la “leyenda negra cubana”.
Está bien. “Me importa un carajo lo que digan en Washington”, que es lo que dice mi vecino.
Notas
(1) http://islamiacu.blogspot.com/2014/02/derechos-humanos-estados-unidos.html
(2) http://www.state.gov/j/drl/rls/hrrpt/humanrightsreport/index.htm#wrapper
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