Ecos del 24 de Marzo: Partido Revolucionario de los Trabajadores - PRT A 39 años… Se conmemoran 39 años del último golpe cívico-militar, pertrechado por la burguesía fascista de este país asociada a la burgues...

Ecos del 24 de Marzo: Partido Revolucionario de los Trabajadores - PRT

Foto 08

A 39 años…

Se conmemoran 39 años del último golpe cívico-militar, pertrechado por la burguesía fascista de este país asociada a la burguesía financiera imperialista. Este golpe, uno de los más sangrientos de Latinoamérica, tuvo dos objetivos: por un lado, desarticular a la vanguardia política, organizada a partir de los hombres y mujeres más consciente de este pueblo; por otro, establecer y consolidar los planes económicos del capital financiero internacional, que TODOS los gobiernos posteriores han sabido sostener y profundizar. Dichos planes consistieron, entre otras cosas, en: desmantelamiento del aparato productivo con su consecuente masa de trabajadores desocupados; privatizaciones a mansalva de sectores estratégicos de la economía, que anteriormente estaban en manos del estado; entrega de recursos energéticos y naturales a grandes corporaciones multinacionales; estatización de deudas privadas de la banca y empresas, deudas que hasta el día de hoy siguen siendo pagadas con el sudor de los trabajadores y el pueblo.

A la par de estas políticas económicas orientadas en contra de nuestra clase, los trabajadores sufrimos la caída del poder adquisitivo de nuestros salarios y la pérdida de derechos laborales conquistados mediante la lucha en décadas anteriores. También nuestro “salario real” se fue a pique, por ejemplo en la gran baja de la calidad en educación y salud pública, como consecuencia de una sostenida desinversión del estado.

Debemos tener presente que, para articular su proyecto, la burguesía debió y debe valerse de políticas de estado que están directamente orientadas contra nuestra clase, ejecutadas por gobiernos de distinto tinte político pero siempre afines a los intereses de los explotadores. Actualmente en la Argentina, dentro de un contexto de crisis del capitalismo mundial, lo anteriormente dicho se traduce en una creciente represión a las luchas de los trabajadores a lo largo y a lo ancho del país; en la implementación de las leyes antiterroristas que son el as bajo la manga que se guarda el estado burgués para cuando la lucha de clases recrudezca; en la droga y el gatillo fácil, que tienen como principal objetivo desmovilizar a nuestra juventud; en la utilización de la burocracia sindical como medio de desmovilización, contención y amedrentamiento a los trabajadores… No es casualidad que el pretendido gobierno de los “derechos humanos” haya designado como jefe del ejército a un genocida como Milani -acusado directamente por la desaparición de personas- y a un carapintada como Berni a cargo de la dirección de las “fuerzas de seguridad”. Tampoco es casualidad que esté al frente de una de las centrales obreras un personaje de la calaña de Moyano, del que se sabe que fue partícipe de la represión a través de la Triple A.

Mientras los explotadores tengan el poder, no habrá descanso para nuestra clase y tampoco estamos exentos de intentonas golpistas y destituyentes. En la contienda geopolítica mundial en la que está inmersa la burguesía internacional, se divisan dos sectores claros: por un lado, el imperialismo representado en los países miembros de la OTAN con los yanquis a la cabeza y, por otro, el BRICS, hegemonizado por Rusia y China. En la Argentina existe un sector burgués aliado al gobierno nacional que se ve beneficiado con los acuerdos económicos realizados fundamentalmente con China y Rusia, y otro sector conservador y reaccionario vinculado a los intereses de la burguesía imperialista, encarnado en el partido militar. Es dentro de esta contienda política donde debe entenderse la preocupante utilización, por parte de este último sector, de la oscura muerte del fiscal Nisman, vinculado claramente a los servicios de inteligencia.

Ante este panorama general es que hoy debemos levantar más alto que nunca las banderas por las que lucharon nuestros 30.000 compañeros desaparecidos; recordarlos como los mejores hijos e hijas de este pueblo que, sin mezquindades, dieron su vida por derrotar este sistema injusto y alcanzar por medio de la lucha una sociedad más justa, que verdaderamente contemple los intereses de “todos y todas”: la sociedad socialista. Ese fue el gran acierto de esa generación, y por eso fue ferozmente masacrada.

Debemos insistir una y otra vez: el mejor homenaje que podemos hacer a nuestros caídos es continuar con su lucha, HASTA LA VICTORIA FINAL.

30.000 compañeros desaparecidos ¡PRESENTES!

PARTIDO REVOLUCIONARIO DE LOS TRABAJADORES

www.prt-argentina.org.ar

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