Por Néstor García Iturbe
Todo parece indicar, según un artículo publicado en Estados Unidos, el día 12 de junio, por los periodistas de Washington, Lesley Wroughton y Matt Spetalnick, que la apertura de las Embajadas, la estadounidense en La Habana y la cubana en el Distrito de Columbia, está cerca y se espera que el anuncio se realice en los primeros días de julio.
Según se plantea en el mencionado artículo, a mí no me crean nada, ambas partes consideran que en la primera semana de julio los acuerdos estarán concluidos y tendremos el horror, digo el honor, de que el propio Secretario de Estado, John Kerry sea el que venga a izar la bandera de las barras y las estrellas en el edificio de Malecón y M.
Como es natural en estos casos, la fuente no quiso identificarse, pero, según los periodistas, es una persona de gran experiencia en estos asuntos y se encuentra involucrada en las negociaciones.
Según mi criterio, el artículo publicado tiene un serio error, salvo que la fuente utilizada por los periodistas tenga alguna información a la cual yo no tengo acceso.
Se plantea en el mencionado artículo, que el restablecimiento de relaciones será la más reciente fase en el proceso de normalización. En mi criterio es la última fase en el restablecimiento de relaciones, pero el proceso de normalización, de acuerdo con el criterio que el gobierno de Cuba ha expresado, todavía no ha comenzado.
Se dice también que este proceso, el de normalización, será lento, debido a los problemas de Cuba en relación con las violaciones de los derechos humanos y el bloqueo, que se mantiene, pues solamente el Congreso puede eliminarlo.
(Restoration of relations would be the latest phase in a normalization process, which is expected to move slowly because of lingering problems over issues such as Cuba’s human rights record. A U.S. embargo will remain in place, and only Congress can lift it)
Cuando se adopten los acuerdos necesarios para la apertura de ambas Embajadas, según lo planteado por los periodistas, la administración Obama tendrá que informar al Congreso de la intención de abrir la Embajada en La Habana, lo que según la ley, debe notificar al cuerpo legislativo, por lo menos con 15 días de anticipación.
(The sources said the administration hoped to formally notify Congress within the next two weeks of its intention to reopen the Havana embassy. The State Department is required by law to give Congress at least 15 days’ notice of such an action)
Todo parece indicar, según el artículo recibido, que aún se discuten varios problemas, imagino que uno de ellos sea lo relacionado con la cantidad de personal en ambas Embajadas, seguramente la posibilidad de Estados Unidos está pidiendo de poder hacer su trabajo (eso quiere decir dirigir, financiar y contactar a los disidentes y otros grupos que se oponen a la Revolución) e inclusive determinar cuántos contenedores podrán traer para la reparación de la Embajada de La Habana, donde seguramente incluirán los más modernos y sofisticados equipos de espionaje con que cuenta la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos.
Hasta aquí lo planteado en el artículo, con pequeños aportes de mi cosecha.
Las Embajadas se van a establecer, no me queda duda de eso ni estoy en contra, todo lo contrario, el problema es el cómo, lo cual considero muy importante.
Recuerdo ahora a mi maestra del primer grado: “ARBOL QUE CRECE TORCIDO, JAMÁS SU TRONCO ENDEREZA”, seguramente ustedes se sabían este dicho, el problema no es sabérselo, sino aplicarlo.
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