Por Justo Cruz
Foto: Virgilio Ponce
Para aquellos que dicen y piensan que lo del bloqueo contra Cuba es un cuento (cubanos incluidos), aquí les dejo una pequeña anécdota de lo que le pasó a un ciudadano europeo.
Jan Franke es un ciudadano holandés que tiene planificado pasar sus vacaciones en Cuba. Como la cosa más normal del mundo, decidió trasferir su dinero de su cuenta de ahorro en el Banco Amsterdam Trade Bank hacia su cuenta corriente en el ING - Diba. El dinero debía ser utilizado durante su viaje a Cuba. A los dos días de haber hecho la transacción, el señor Franke se da cuenta que el dinero todavía no había sido transferido a su cuenta corriente por lo que decidió preguntar a su banco. Grande fue su sorpresa al escuchar de parte de un empleado del mismo que su dinero había sido confiscado porque al hacer la transacción vía online había escrito la palabra “Cuba” como asunto. El señor Franke se apresuró a explicarle al empleado del banco que el destino del dinero sería sus vacaciones en Cuba, por eso había escrito “Cuba” como “asunto”.
Esa misma noche, y por suerte, el señor Franke recibiría su dinero de vuelta. Unos días después recibiría la explicación por la cual el banco había confiscado su dinero: “Por motivos políticos y de negocios se deben verificar minuciosamente transacciones que estén relacionadas con determinados países. Para autorizar esas transacciones es necesario verificar ciertas informaciones sobre esos clientes. Por esa razón se confisca el dinero hasta tanto no se reciban esas informaciones”.
Esa fue la explicación recibida de parte del empleado del banco. A modo de disculpa, el señor Franke recibió de parte del banco ING - Diba 10 Euros como bonificación.
Como fundamento jurídico para tomar dicha decisión el empleado del banco hizo alusión al artículo 25h de la Ley de Bancos de Créditos que en su inciso 2 estipula que: “Todos los bancos están obligados a vigilar todas las cuentas de sus clientes para evitar transacciones dudosas, destinadas al lavado de dinero o para cometer actos terroristas”.
A mí, como cubano, me gustaría saber en cuales de esas categorías se encuentra mi pequeñita isla del Caribe.
Espero que el señor Franke no desista de su idea de visitar a Cuba.
A tí, amigo, recuerda, a partir de ahora debes tener mucho cuidado a la hora de utilizar la palabra “Cuba”, te puede salir muy caro…
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