Foto: Ria Novosti
Por Oglis Ramos
La situación en el Medio Oriente se torna más tensa, esto debido a las amenazas que viene ejecutando Turquía y Arabia Saudita; amenazas que no solo van contra el gobierno legítimo del presidente sirio Bashar al Assad, sino contra las negociaciones que se llevan a cabo en Ginebra y con ello apagar la esperanza de miles de sirios que anhelan una paz luego de más de 4 años de conflicto; y es que el gobierno sirio, tiene la gran posibilidad de salir triunfante ya que ha recuperado una gran cantidad de territorio que hasta ayer estaba en manos de los terroristas del estado islámico; así como también la diplomacia y el apoyo de Moscú le ha permitido a Damasco mantenerse en la arena política internacional. Turquía y Riad apoyados por los Estados Unidos han convertido a la región en un campo de asesinatos en masas y de pruebas para los experimentos que realizan las agencias de inteligencias al servicios de las grandes corporaciones de la guerra. El gobierno de Erdogan como buen promotor del terrorismo juega sus cartas a las excusas atacando a los kurdos sirios los cuales han mostrado un gran avance en la guerra antiterrorista que se libra en siria.
Ahora bien, los ataques del ejército de Turquía contra las posiciones kurdas en Siria son una respuesta a las pérdidas de petróleo sirio que Ankara ha dejado de percibir por parte de los terroristas del ISIS; asimismo, el régimen de Erdogan y sus aliados saudí buscan posicionarse en la región como los amos y señores bajo la anuencia de la Unión Europea, la OTAN, ya que Turquía es miembro pleno y por supuesto del Pentágono. Estos tres elementos de intervencionismo mundial se presentan ante al mundo y vociferan antes los medios solicitando a las hienas de las guerras entrenadas (Turquía, Arabia Saudita) que no ejecuten acción militar en siria; todo esto para aparentar un falsa bandera, mientras que por el otro lado preparan el escenario de guerra contra la desbastada siria gobernada por al Assad y así mismo contra sus aliados lo que desencadenaría una catástrofe más atroz que la ya han causado.
El accionar de Moscú con músculos militares poderosos no solo le mostró a los terroristas que se pueden combatir con terror, sino que le mostró a los que aún piensan dominar al mundo de una manera unipolar que el Kremlin puede y tiene como cambiar las correlaciones de fuerzas en cualquier escenario. Mientras la OTAN intenta crear un cerco militar y mediático, y para lo cual destinó miles de millones de dólares y décadas; Moscú lo derrumbó de un solo soplido generando incertidumbre y temores en los estrategas militares del Pentágono y dejando golpeados psicológicamente a las grandes agencias de inteligencias al servicio del imperialismo.
Las acciones de Arabia Saudita y Turquía también tienen como centro de respuesta a los hechos de que el Hezbolá e Irán respalden al presidente Bashar al Ásad y a su gobierno en la lucha que libran contra los mercenarios terroristas del autodenominado estado islámico. En ese mismo contexto, la agresión turco - saudí ve con interés tratar no solo de desafiar a Moscú sino de cercar al gobierno de Irán y así seguir los pasos del juego de la guerra indicados por los EE. UU. en función de apoderarse totalmente de la región.
Ante todo este desorden mundial que intentan generar los turcos y los saudí; la diplomacia de Moscú agotará todas las vías necesarias incluyendo las de continuar persuadiendo al régimen de Erdogan a que desistan la locura de poner sus botas en el territorio sirio tal y como lo vienen vociferando, y así mismo Ankara tratara de conllevar a la OTAN a un enfrentamiento contra Rusia para lo cual ya le han metido suficiente leña al fuego de la guerra que no ardió en Europa; pero que sí lograron encender la sensible chimenea del Medio Oriente.
El reciente autoatentado en Turquía es, sin lugar a dudas, la falacia que las agencias de inteligencias quieren vender para justificar una falsa lucha contra sus socios terroristas obteniendo a través del terror la excusa perfecta para entrar al territorio sirio. Ante esta avaricia e insensatez, la ONU como máximo órgano no tendrá más remedio que seguir siendo un instrumento mediático y permisible ya que los Estados Unidos y los gobiernos pro imperialistas así lo dictaminarán
Fuente: Telesur
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