Por Ana Hernández
En el quehacer periodístico, hace unas horas leí que el señor James Clapper, Jefe de la inteligencia estadounidense, en su informe para la Comisión de Asuntos Militares del Senado destacó a Cuba como la principal amenaza en el Hemisferio Occidental, a la vez que subraya que la inteligencia cubana “continúa viendo a Estados Unidos como una amenaza primaria”.
Estas expresiones llegan luego de un año y más, del anuncio de restablecimiento de relaciones entre Washington y La Habana, las que a decir de ambas partes, se han hecho bajo un clima de respeto, a pesar de las profundas diferencias.
No obstante a las intenciones de entendimiento, tanto gobierno como pueblo cubanos han escuchado y entendido muy bien lo expresado por el Presidente Barack Obama el pasado 17 de diciembre en cuanto a que la táctica y la estrategia de la Casa Blanca con respecto a Cuba tendría que ser diferente, porque hasta ahora esa había fracasado, pero que el fin para el gobierno de EE. UU. seguía siendo el mismo.
Por lo tanto ante tales confesiones del mismísimo presidente, no debe extrañarle al Señor Jefe de la Inteligencia en la nación imperial, que Cuba en su amplio espectro social, político y de defensa esté debidamente preparada para la más mínima eventualidad contra nuestro país, esté o no en la máxima dirección la generación histórica de esta Revolución.
Dice el informe que las autoridades de EE. UU. estiman que las reformas económicas, sobre todo en el sector privado, “continuarán pero a un ritmo lento” a causa de la “previsible resistencia de los altos líderes y funcionarios gubernamentales preocupados porque rápidos cambios puedan provocar disturbios”.
El presidente Raúl Castro Ruz, lo ha reiterado en múltiples ocasiones, y sin la necesidad de pedirle permiso a nadie, que los cambios dentro de nuestro proceso revolucionario se harán y se hacen, sin pausa, pero sin prisa… Y no necesariamente tienen que ser las reformas económicas al antojo y usanza de los deseos del imperio, esta es una Revolución de los cubanos y por los cubanos, sin permitir injerencias de foráneos, porque es auténticamente nuestra.
Por otra parte, está preocupado Mr. Clapper por quién o quienes ocuparan el poder tras la lógica “transición”. Parece que este funcionario desconoce que Cuba tuvo una transición en el año 1959, cuando el dictador Fulgencio Batista huyó como una rata ante los impetuosos barbudos de la Sierra, con el invicto Fidel al frente de la tropa.
Una preocupación así de su parte, es el esclarecimiento más genuino a su desamparo cognitivo acerca de cómo ha sido escrita la historia de Cuba, desde Carlos Manuel de Céspedes con sus vibrantes campanadas libertarias en La Demajagua, pasando por Martí, Maceo, Mella, Villena, Valiño, José Antonio, Fidel, el Che, Camilo…, lo que quiero decir con esto es que este señor no sabe, ni tantico así, que en Cuba ha existido una sola Revolución, que se renueva, se transforma de generación en generación, sin que por ello se negocien los principios y convicciones, que la han guiado hasta este minuto.
Ese informe del señor James Clapper, donde señala a Cuba como la principal amenaza en el Hemisferio Occidental para la nación norteña, es más de la misma sucia política de EE. UU. con mi Patria, es más del doble rasero y la doble moral de un gobierno que quiere limpiar sus trapos con este pueblo que no se ha dejado doblegar por más de 50 años de bloqueo, pero que tampoco lo doblegarán con cuanta táctica y estrategia utilicen…
Señor Clapper, si por necios, por no doblegarnos, no vender el alma al diablo, no alzar los brazos en señal de rendición, nos cuentan en esa lista, ¡¡ Venga pues !!! “Los que vamos a morir le enviamos un saludo”
Fuente: Guajirita Soy
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