Ayer anticipábamos el cierre de la causa por la muerte de Juan Pablo Torroija por parte de la justicia española, la que convalidó la tesis policial del intento de ahorcamiento mientras estuvo detenido en una comisaría de Girona.
Asimismo, anticipándose a una negativa judicial afirmó que recusará a la magistrada interviniente y sostuvo que, en ese caso, "hay mala fe, una cadena de la policía, el juzgado, el hospital y el gobierno español para encubrir el caso".
Por otra parte, sostuvo que "no nos vamos a quedar quietos y si (en España) quieren jugar de manera sucia no vamos a parar nunca".
Recordamos que el joven vivía como "okupa", junto a su hija y su novia, a 100 km. de Barcelona y había sido detenido el pasado 11 de julio, día en que fue internado en el Hospital "Josep Trueta" de Girona, falleciendo el sábado 14, lo que no fue notificado a la familia y al Consulado argentino en Barcelona.
La hipótesis familiar acerca del asesinato se sustenta en lo referido por un joven italiano que se acercó a la casa de Mariano, uno de los pocos conocidos de Juan Pablo en la nueva ciudad, para contarle que el joven argentino estaba en el hospital y que unos policías lo habían ahorcado, durante la jornada del pasado 13 de julio, describiendo todo lo sucedido con señas y casi en silencio para despedirse luego, porque iba a marcharse debido a las amenazas de los Mossos d’Squadra pues temía por su vida.
Dicen que fue un suicidio, pero nadie cree la versión del gobierno fascista español.



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