Declaración de la LADH sobre la propuesta de creación de la Policía Municipal. Los que creen en apagar el fuego con más gasolina                         …el vicegobernador Gabriel Mariotto impulsó en el Senado la creac...

Declaración de la LADH sobre la propuesta de creación de la Policía Municipal.

Los que creen en apagar el fuego con más gasolina  


                      …el vicegobernador Gabriel Mariotto impulsó en el Senado la creación de la Policía Municipal con una estrategia diferenciada del Ejecutivo y convocó  a intendentes del Gran Buenos Aires, entre ellos, Sergio Massa…  la iniciativa confronta con el proyecto de Scioli que también plantea la creación de un cuerpo bajo las órdenes operativas de los municipios .


El gobernador incorporó en la propuesta la dependencia orgánica y de funcionamiento de esa fuerza del ministerio de Seguridad , a cargo de Ricardo Casal.


En ese punto está la disidencia. Mariotto quiere a Casal fuera del control estratégico. Propone mayor descentralización…


Clarín, 15 de agosto.
 


LADH NUEVOA pesar de la contundencia del informe de la Comisión Provincial de la Memoria sobre la persistencia de la violencia institucional en toda la geografía de la provincia de Buenos Aires (El informe sostiene que en 2011 se registraron 10.458 hechos violentos en penitenciarías bonaerenses, a razón de 30 por día; y que el hacinamiento y las condiciones inhumanas de detención siguen sin modificación mientras que el Dr. Cañón sostuvo que “la tortura es cruel, inhumana y humillante. Es una actividad sistémica, corporativa, realizada por un aparato de poder dentro del Estado. ¿Pero cuánta autonomía tienen estos aparatos de poder? ¿Hasta dónde se admite que esa autonomía exista? ¿Hay pactos de gobernabilidad que consienten que la tortura exista?”. Pagina 12, 15 de agosto) al vicegobernador Mariotto y un grupo de intendentes del más diverso signo político que van desde el titular de Morón al de Tigre no se les ocurre otra idea que… crear más policía.


Ahora proponen ampliar las facultades de la llamada Policía Municipal, un engendro de los ' 90 claramente emparentado con el sistema policial norteamericano donde el poder local “conduce” su propia policía como si fuera un ejercito de ocupación contra los pobres y los indocumentados como se puede apreciar en cualquier película de Hollywood.


Desde la Liga Argentina por los Derechos del Hombre advertimos que es un serio error pensar en resolver el problema de la llamada “inseguridad” y mucho menos terminar con la tortura en sede policial y carcelaria con la creación de más cuerpos policiales, por el contrario se trata de “depurarlos” de las incrustaciones culturales, que se expresan en hombres y mujeres con cargos en toda la estructura estatal policial, carcelaria y judicial,  que sufrieron por efecto del compromiso de las fuerzas policiales, penitenciarias y judiciales en el Terrorismo de Estado primero y en la represión del conflicto social después, pasando por las amplias redes de corrupción y pactos con las mafias que manejan la droga, la prostitución y el juego en el territorio.


Desde la Liga Argentina por los Derechos del Hombre denunciamos que la subordinación de estas nuevas policías conlleva el peligro que se repita el caso ya denunciado del Coordinador de la Policía Urbana de San Miguel, Marcelo Mauricio Osores un ex suboficial carapintada, exonerado del ejército por su participación en el levantamiento de Mohamed Alí Seineldín, nacionalista de derecha cercano al Opus Dei que se dedica a amedrentar a todos los que cuestionan al poder local y articula con un grupo neo nazi autodenominado Congreso Nacional de Suboficiales Argentinos que realiza entrenamiento militar a sus adherentes ante la pasividad del Estado en todas sus dimensiones.


El caso de Osores, aunque extremo, permite visualizar los peligros que se abren al poner fuerzas policiales en manos de los barones del conurbano por lo que reiteramos nuestra propuesta sobre las fuerzas de seguridad, incluida en el llamamiento por el 75º aniversario de la Liga:


“La completa depuración de todas las Fuerzas estatales de seguridad (no solo las Fuerzas Armadas, también Gendarmería, Prefectura, el Servicio Penitenciario y todas las Policías: la Federal, las provinciales y las nuevas como la Metropolitana o las comunales de la provincia de Buenos Aires) de todos los elementos que hayan servido en el periodo de despliegue del terrorismo de Estado, hayan estado comprometidos en hechos de represión a la protesta social, tráfico de drogas, trata de personas o de corrupción.


Derogación del articulo dela Ley de Agencias privadas de Seguridad que obliga a la contratación de personal retirado de las Fuerzas de seguridad para su dirección. Directa responsabilidad administrativa, política y penal de los gobernantes nacionales y provinciales por los crímenes cometidos por las fuerzas bajo su mando.


Nunca Más una sola desaparición forzada de personas como la de los compañeros Julio López o Luciano Arruga; Nunca Más una sola víctima del Gatillo Fácil, la tortura en sede policial o carcelaria o los apremios de todo tipo contra los jóvenes, las prostitutas, travestis o hermanos latinoamericanos residentes en el país.


Basta de criminalizar y judicializar la protesta social. Donde hay una necesidad hay un derecho y la represión es la señal de la voluntad del Poder de no renunciar a los privilegios que agravian y despojan al pueblo de sus derechos. El Federalismo no puede servir de excusa para el consentimiento del gobierno nacional y el Parlamento sobre los crímenes de la Bonaerense, la Policía Santafecina, Jujeña o Formoseña, para nombrar a las más brutales y represoras de las policías provinciales. Es totalmente inaceptable que las seccionales de las policías y las cárceles sean escenarios cotidianos de torturas, vejámenes, violaciones sexuales, ataques a las personas en estado de prostitución y otros sectores de los más vulnerables de la sociedad y todo tipo de atropellos a la dignidad humana. Nada lo excusa.


La Liga seguirá al lado de todos los que luchan por la vivienda digna, la educación pública y el trabajo de ocho horas en condiciones sanas y con una paga suficiente para vivir dignamente y seremos solidarios con todos los reprimidos por el estado cualquiera sea su identidad política y los modos de ejercer el sagrado derecho a luchar por los derechos humanos, primer derecho a defender, no importa quien lo agravie ni el modo en que se defienda.”

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