Por Iroel Sánchez
En una entrevista que realicé a Silvio Rodríguez hace algún tiempo, este hizo una de las definiciones más completas y sintéticas que he visto sobre las redes sociales e Internet:
“Las redes sociales y la Internet, como todo lo que fabrica el hombre, se puede convertir en un arma y también en un escudo, incluso en un fin en sí mismo. Todo depende de quién lo use y para qué. Pero más allá de la ideologización, lo cierto es que la Internet, como la televisión o las ondas de radio, nos enlazan con el mundo distante. No se borran fronteras, pero se trasgreden. La Internet es la más reciente prueba de lo rápido que puede viajar cualquier idea, lo mismo sea verdad que mentira. Es otro espacio humano más, donde lo único objetivo es la tecnología.”
Los días que transcurren alrededor de la situación en Venezuela dan razón a esta definición. Las redes sociales han sido la plataforma para que los amantes de la libertad de prensa entendida como libertad de empresa difundieran imágenes de sucesos ocurridos en Chile, Cataluña, Grecia, Ucrania, Egipto y Siria como provenientes de las calles caraqueñas pero también para que estas fueran inmediatamente denunciadas como falsas del otro lado.
Desde Twitter y Facebook grandes medios de comunicación han tomado sin dudar los testimonios fabricados y los han brindado a sus audiencias. Algunos de ellos -como el diario madrileño El País y CNN en Español- han llegado a convocar directamente las manifestaciones opositoras contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Celebridades de la industria cultural asentada en Miami y Hollywood, han probado su falta de independencia y la incapacidad de distanciarse de sus empleadores y han salido -cuando la realidad ha ido apareciendo y la calma retornando- a trasgredir fronteras y mantener el patrón que los medios desean imponer. Si el cantante de Calle 13 René Pérez, la folclorista Cecilia Tood, el propio Silvio Rodríguez, o el mismísimo Diego Armando Maradona, tienen una posición diferente, para sus argumentos hay silencio mediático e insultos desde el sector que en la redes sociales dice pretender la democracia. Sin embargo, son los perfiles en Twitter de usuarios chavistas, sus blogs o los espacios en la web de medios como Russia Today y TeleSUR los que nos han permitido saberlo.
Han sido las inversiones de la empresa pública CANTV y las políticas sociales del gobierno chavista las que han posibilitado que sea Venezuela el país con más alto uso de Internet en Latinoamérica, lo que unido a la eliminación del analfabetismo y el acceso gratuito a todos los niveles de la educación permite que las bases de la Revolución bolivariana disputen la hegemonía en la Red de redes en circunstancias como las presentes.
No son los humildes los que más tiempo y dinero tienen para gastar en redes sociales e Internet. Pero si en 18 elecciones el chavismo ha impuesto su popularidad real, la última de las cuales ganó con casi el 60% de los votos el pasado diciembre, ahora está -minuto a minuto- luchando porque la verdad alcance a la mentira en la Red de redes. (Publicado en CubAhora)
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