Por Norberto Ganci, Director de "El Club de la Pluma"
Desde estos editoriales, hace años, venimos señalando las posibilidades de sufrir una intervención a gran escala en toda la región. Apuntamos, sistemáticamente, los elementos con que cuenta el imperio mundial para poder llevar adelante su intentona injerencista.
Tal vez pueda que, como en otras oportunidades, nos señalen de loquitos fanáticos de las teorías “conspira-sionistas”, que la fantasía copó nuestras mentes y las mismas no nos permiten analizar con justeza el panorama actual.
Tal vez, pero preferimos optar por una actitud alerta y analítica en relación a todo lo que está ocurriendo en Nuestra Patria Grande, por más descabellado que se suponga.
En reiteradas oportunidades dábamos cuenta y detallamos las bases del Comando Sur de los EE. UU. en nuestro continente. Como así también del resucitar la IV Flota.
El Comando Sur no es algo nuevo, tiene sus orígenes a inicios del siglo XX, en 1903. Su cometido estaba signado por controlar la conexión entre el Atlántico y el Pacífico. Es cuando aparece Panamá en el mapa geopolítico.
Posteriormente aumentaron las apetencias del gigante del norte, por lo que comenzó por diseminar en el territorio sus bases. Las conocidas excusas del combate contra el narcotráfico y responder ante eventuales catástrofes naturales, aún persisten en sus manifiestas expresiones con las que pretenden justificar su accionar.
Para más información, el Comando Sur de Estados Unidos o USSOUTHCOM (United States Southern Command en inglés) es uno de los diez comandos pertenecientes a los Estados Unidos desplegados en el mundo que abarca el área relativa al sur del continente americano, América Central y el Caribe. Dicho comando se halla ubicado en la ciudad de Miami, Florida.
En el 2009 Manuel Zelaya fue víctima del accionar imperial, al ser derrocado por un golpe de estado. Éste ocurrió inmediatamente después de que, el hoy depuesto presidente hondureño, cerrara la Base de Escucha de Soto Cano.
A este golpe de estado le siguió el de Paraguay contra Fernando Lugo, donde se utilizó la matanza de campesinos para generar desestabilización.
Estos dos casos los citamos como para ejemplificar en algo el accionar imperial.
Las estrategias no siempre son las mismas; las variantes pueden ir desde la utilización de la fuerza en gran escala, a la manipulación de resortes jurídicos/institucionales que puedan servir a sus propósitos, simulaciones varias de supuestos atentados terroristas, hoy conocidos como atentados de falsa bandera o falsos positivos, etc.
En el 2012 se denunciaba la instalación de una Base de entrenamiento en Concon -Chile- y, paralelamente la intención de habilitar una similar con el disfraz de la ayuda humanitaria en Resistencia -Chaco, Argentina- ésta última suspendida luego de las movilizaciones de organizaciones sociales que entendían se escondía detrás la intención de controlar los recursos y bienes naturales de esa parte de la región, como así también intentar completar el cerco.
Consideramos que a partir de allí los tiempos comenzaron a acelerarse en cuanto a las necesidades del imperio por controlar la región.
Máxime teniendo en cuenta el giro hacia la izquierda de varias de las naciones latinoamericanas.
El abanico desestabilizador se ha abierto y está mostrando las variables que pueden utilizarse, según la región, las diferencias sociales y políticas.
En Venezuela, desde el intento destituyente contra el Comandante Hugo Chávez en el 2002, se han sucedido acciones con las que han pretendido poner a esa nación en una enorme zozobra institucional. La solidez de las estructuras construidas permite sostener y reforzar la legitimidad política y social.
Algo similar ha ocurrido en Ecuador, con prácticamente los mismos resultados.
Para lograr los objetivos planeados por el injerencismo desestabilizador, luego de haber cooptado funcionarios y profesionales, recurren a herramientas camufladas de institucionales, tal el caso del aparato judicial, siempre apoyado por los monopolios de desinformación que, históricamente han estado en la vereda opuesta al pueblo.
Tales intentos malogrados por parte de los sectores pro golpistas, resultan en una mayor virulencia en sus acciones. La aparición de muertes en escena, marca el recrudecimiento del accionar demostrando que nada habrá de detener su marcha.
Decíamos que las estrategias, los medios, las alternativas para hacer caer gobiernos, conforman un gran abanico. También decíamos que su utilización depende de diversas características y situaciones. Lo que hoy está caracterizando el accionar de los traidores, es la manipulación de un sector de la sociedad que es empujado, desde la ignorancia, a tomar partido. Los medios hegemónicos realizan tareas fundamentales: desinformar, tergiversar, descontextualizar.
Ante tanta acción golpista, a diferencia de lo que nos ocurría en las décadas de los ' 60 y ' 70, existe un importante número de personas que vienen tomando partido por la paz.
Ello ha quedado demostrado en reiteradas oportunidades tanto en Ecuador, como en Venezuela y Argentina, puntualmente.
Ello hace recrudecer las acciones de los enemigos, quienes, acelerando los tiempos propuestos en sus planes, pretenden provocar mayor agitación y desconcierto. Asimismo y como si fuese otra más de sus estrategias, ya no disimulan la intromisión descarada en estados soberanos. El desembarco de más de tres mil soldados norteamericanos en Perú, es una clara muestra de ello.
De que la región está en peligro, no caben dudas. La casi simultaneidad de intentos desestabilizadores, en Argentina, Venezuela, Brasil, Ecuador y, aunque algunos no lo consideren, también Chile, nos deben poner alertas y preparados para responder ante la agresión imperial.
Cabe en este punto destacar que, cuando hablamos del imperio, no nos referimos como suelen sindicar profesionales y neófitos a Norteamérica, nos referimos al “nazi-sionismo imperial”, socio fundador y principal estratega y ejecutor del ya conocido Club Bilderberg.
Sus ramificaciones son casi incontables y, hasta en oportunidades indetectables. El entramado tejido alrededor del planeta para ejercer su dominio, ha provocado que no se pueda tomar consciencia cierta y concreta de su poder y control.
Ni la más formidable novela de intriga y suspenso puede compararse al accionar de este genocida mundial.
Cuando pretendemos analizar la situación geopolítica, solemos fragmentar la mirada deteniéndonos, por ejemplo, a lo que ocurre en Medio Oriente. No solemos vincular lo que allí sucede con las provocaciones y acciones criminales que ocurran en Latinoamérica. Suponemos empíricamente que nada tienen que ver, porque así nos lo han implantado en el inconsciente.
Al no tomar real dimensión de lo que sucede en el planeta y circunscribir nuestros enfoques a una sola parte del globo, la distracción hace su juego en procura del descuido que nos deje más vulnerables ante el avance imperial.
Y nos lo han querido hacer ver como un enfrentamiento entre superpotencias, entre supuestos enemigos. Y consiguientemente pretenden ponernos a favor de un bando o el otro. Es otra de sus estrategias distractivas.
Lo mismo sucede cuando presenciamos, por ejemplo y casi de manera simultánea, las “conversaciones por la paz” entre las FARC y el gobierno colombiano y los “acercamientos” entre Cuba y los EE. UU. Paralelamente se fogonean las ya tristemente conocidas “guarimbas” en Venezuela, las denuncias contra las mandatarias Dilma Rousseff, Cristina Fernández de Kirchner y Michelle Bachelet.
Hay una clara intención por romper las alianzas logradas en la región e intentar desmantelar UNASUR, ALBA y CELAC.
Para ello también se pretende dar mayor impulso a la denominada “Alianza Pacífico”, que tiene como actores principales a Chile, Perú, Colombia, México y la posible incorporación de Panamá.
Julio César y Napoleón expresaban y practicaban el: “Divide et Impera”. Frase también atribuida a Maquiavelo en su obra “El Príncipe”, pero aggiornada a su tiempo y espacio con el “Divide y Reinarás”.
Para la implementación del divide y reinarás, el nazi-sionismo imperial cuenta con abyectos cipayos que, distribuidos en diferentes espacios, promueven desde, en el caso de medios periodísticos, la desinformación y la confusión, a jueces y fiscales que manipulan y enlodan tanto causas como normas del derecho.
Ante todo lo expuesto debemos asumir el compromiso ineludible de responder a todos los ataques que nos propinen, con mayor unidad y celeridad en acciones concretas que impidan sus avances destructivos.
Proteger nuestro derecho a decidir por nosotros, a ejercer la libertad en su máxima expresión e invalidar el accionar criminal de quienes nos pretenden someter, es una tarea ineludible y que precisa que nuestra fuerza, la de la razón y la libertad, sea suficiente para sostener lo alcanzado, e ir por más.
Son horas decisivas las que transcurren y el modo y forma en que las transitemos nos dirán en la historia que se habrá de relatar en el futuro, si hemos sido dignos hijos de los promotores de la libertad del pasado y este presente, en Nuestra Patria Grande.
Que así sea.
Notas, referencias y material consultado
http://www.voltairenet.org/article174818.html
http://www.voltairenet.org/article174475.html
https://geopoliticaargentina.wordpress.com/bases-militares-de-la-otan/
http://www.mindef.gov.ar/publicaciones/pdf/Cuadernos4.pdf
http://www.voltairenet.org/article186818.html
http://www.aporrea.org/actualidad/n265662.html
http://opinion.ubicatv.com/falsos-positivos-por-patricio-haro-ayerve/
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