Por Raúl Antonio Capote.
Nos hemos referido varias veces en las páginas de este blog, en los libros "Enemigo" y "La guerra que se nos hace", y en una decena de artículos en diversos medios de prensa, fundamentalmente digitales, al proyecto Génesis de la CIA dirigido a provocar o al menos a ayudar a la derrota de la Revolución Cubana. Ha sido tema de debates, conferencias, charlas en universidades cubanas y de otros países, es, pudiéramos decir nuestro tema recurrente.
La peligrosidad de este proyecto merece que volvamos sobre él, todas las veces que sea necesario, estudiarlo, desentrañarlo y denunciarlo se convirtió en tarea vital y necesaria, porque a pesar de la denuncia del 2011 y su efectividad, el enemigo mimetizando, aprendiendo de la derrota y buscando variantes más efectivas continúa su desarrollo, hoy aparecen sus tentáculos por varios lugares y de diversas formas.
En esta oportunidad regresamos a Génesis porque nos encontramos en enero del 2016, hace apenas unos días celebramos un nuevo aniversario del triunfo de la Revolución. El 2016 será un año clave en la historia nacional, no creo que existan dudas sobre eso, año del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba, de nuestro Partido.
El General de Ejército Raúl Castro, nuestro Presidente, miembro de la dirección histórica de la Revolución, es posible que no acepte su candidatura para ser electo de nuevo a la máxima dirección del país, cuando se celebren las próximas elecciones generales. Su labor de años terminaría dando paso a otros compañeros, no estaría entonces al frente del gobierno y posiblemente del Partido alguien que, por méritos propios ganados en toda una vida de sacrificios y entrega a la patria, se ganó el puesto y la confianza de su pueblo.
Los cubanos sabemos de que se trata esto, no vivimos en un país de democracia “representativa” burguesa, no vivimos en un Estado burgués, de juegos políticos y entresijos electoreros, nuestro Estado socialista nació de una revolución profunda, el pueblo tomó el poder, quien tenga dudas sobre este término que manejo, que lea "La Historia me Absolverá", ahí Fidel define cual es el concepto de pueblo; para nosotros, los comunistas cubanos.
Nuestros máximos representantes son héroes de la Revolución, han sido electos por el pueblo en un sistema democrático que abolió partidos políticos electoreros y que encontró su propia fórmula y modelo mucho más justo, participativo y democrático que el modelo burgués. Están ahí por su prestigio, por su fuerza moral, por la confianza ganada en años de entrega y porque el pueblo decidió soberamente que estuvieran. Los próximos que serán elegidos de las nuevas generaciones revolucionarias, como decimos en buen cubano, tendrán la vara bien alta.
Comienza una nueva etapa de la Revolución en condiciones internacionales complejas, la derecha gana terreno en América Latina y amenaza con retomar el poder en países vitales en las relaciones continentales. La estrategia del golpe suave se dirige a debilitar la integración regional y aislar a Cuba y Venezuela.
2016 es el año previsto por la CIA para cuajar el Proyecto Génesis, un mes antes del Congreso del PCC debería salir a la luz pública, una organización no gubernamental, integrada por estudiantes universitarios, académicos, intelectuales y artistas vinculados a las universidades y centros culturales más importantes de la capital del país. génesis debería presentarse como proyecto alternativo, adelantarse, crear confusión, dividir, romper la unidad, esos eran los objetivos inmediatos.
Discurso de izquierda, caras nuevas, glamour, alegría, construcción de imagen, de inmediato la Fundación Génesis para la Libertad, nombre que tomaría la organización nacida de Génesis, recibiría un gran apoyo mediático. Los principales medios de prensa del mundo se encargarían de presentarla como alternativa democrática, juvenil, viable, moderna, serían los actores del cambio en Cuba.
Una vez alcanzado el espacio virtual de los medios, había que ganar el espacio público, plazas, universidades, instituciones, poco a poco se generaría una gran movilización, la estrategia del golpe suave alcanzaría etapa tras etapa su propósito de tomar los espacios públicos y ganar las simpatías del pueblo mediante un discurso creíble y una bien diseñada propaganda, sencilla y efectiva.
Un discurso desde la izquierda, aparentemente socialista, que proclamase proteger los intereses de la mayoría y seguir los principios de la revolución, no se trataba, debía repetirse sin cansarnos, de destruir la obra sino de “modernizarla”, el discurso de los “viejos” es obsoleto, hay que renovar, llevar la Revolución al mundo de hoy, serían frases claves en ese “nuevo discurso”.
Mensajes simples, sin aparente trasfondo, sin complicaciones “teologales”, mucho símbolo prefabricado, fácilmente identificable, probados algunos ya en el terreno como, por ejemplo, las famosas pulseras “cambio”, color blanco, etc.
Esperarían la reacción de las autoridades. Todo estaba listo, según sus planes, el proyecto sería ganar - ganar, sin la dirección histórica en el poder, el nuevo gobierno colapsaría luego de una bien agresiva ofensiva de calle, de una intensa guerra mediática, de una serie de acciones en el campo económico que generarían descontento en la gente y sobre todo, una gran desmovilización popular fruto de la intensa guerra cultural y según ellos, los errores que cometerían los nuevos gobernantes, menos diestros y con menos fuerza moral para enfrentar este tipo de guerra. (Dicen ellos).
Calculaban que el discurso de izquierda sería mucho más efectivo en las actuales condiciones, dada la tradición revolucionaria y la fuerza de estas ideas en el imaginario colectivo cubano. Por lo tanto ese sería el escogido, bajo las banderas de una supuesta izquierda se intentaría acabar con el socialismo en Cuba.
El objetivo central era provocar la ingobernabilidad, generar enfrentamientos y crear las condiciones para ocupar militarmente el país, disfrazando lo más posible dicha ocupación, tras el manto de ayuda humanitaria, de colaboración interamericana, de los “buenos vecinos de siempre” ayudando a un pueblo en caos.
Existen hoy alternativas posibles a Génesis. La denuncia de 2011 a través de la serie Las Razones de Cuba, fue un duro golpe a esos planes, pero proyectos similares, creados por el enemigo histórico de la nación cubana han aparecido por doquier. Creen que esa es la forma más efectiva, están convencidos del posible éxito de un proyecto como este. En el contexto de los intentos por mantener relaciones diplomáticas justas e igualitarias entre los dos países; sin dudas, aprovecharán las ventajas que tiene el nuevo escenario para ganar terreno. Las nuevas condiciones internacionales y nacionales les han permitido variaciones tácticas, ha perfeccionado Génesis, pero la estrategia sigue siendo la misma.
El uso de nuevas plataformas mediáticas, la aparición de sitios, portales, revistas, aparentemente inofensivas, de perfil bajo, muchas de ellas ancladas firmemente en estereotipos probados de guerra cultural; el pago a periodistas, usando estrategias para atraer a personas con prestigio en el mundo de la prensa cubana, con técnicas probadas de mercadeo que permiten una rápida difusión de los materiales realizados por éstos, formas de pago superiores con mucho a las posibilidades de nuestros medios; enmascaramiento de las reales intenciones de estos medios, tras una supuesta postura crítica y de libertad de expresión, son algunas de las nuevas tácticas aplicadas de variantes tácticas conocidas. Siempre han pagado a los mercenarios de la pluma y la palabra, solo que ahora pagan un poco más y esconden mejor las intenciones para adormecer la ética de algunos y darles la posibilidad de autojustificar el suicidio ético.
Siempre el antídoto ideal para enfrentarlo individualmente es la conciencia y hacernos la vieja pregunta ¿De dónde viene el dinero?
Estemos alerta y vigilantes, no pequemos de ingenuos y confiados ante un enemigo que ha jurado ponernos de rodillas. Cuba cuenta con las fuerzas necesarias para vencer. Nuevos cuadros revolucionarios asumirán la máxima dirección, hijos del pueblo, nacidos de sus entrañas y educados en la escuela de Fidel y de Raúl, con larga experiencia en diversos frentes. La sabiduría del pueblo sabrá elegir a los mejores y más capaces, como siempre ha hecho, para representarnos. Fortaleceremos nuestro democracia, haciéndola aún más participativa, más práctica y consecuente, la llevaremos a los niveles soñados, haremos de nuestras instituciones un bastión de virtud, dignidad, decoro y efectividad, el socialismo cubano, próspero y sustentable, será un escudo difícil de vulnerar.
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