La dicha de haberte tenido Por Mónica Raquel Alegre Hoy, Lú, te diría una sola cosa, gracias, gracias por tus palabras, ésas que no supe valorar en su momento, ésas...

La dicha de haberte tenido

Luciano pibe 2

Monica Raquel Alegre

Por Mónica Raquel Alegre

Hoy, Lú, te diría una sola cosa, gracias, gracias por tus palabras, ésas que no supe valorar en su momento, ésas a las que vuelvo todos los días, una y otra vez: “Ya vas a ver cuando te paren en la calle para preguntarte si sos la mamá de Luciano Arruga”. Gracias, gracias por tus retos, ésos que no supe asimilar en su momento, ésos a los que vuelvo todos los días, una y otra vez: “No sabés nada, mamá, la vida te va a pasar por arriba”. Pasaron 7 años. Y sí, hijo, la vida me pasó por arriba, pero aprendí.

Soy ésta, soy yo. Sé que todavía me falta mucho para alcanzarte a vos, que con apenas 16 años me enseñaste a respetar la vida, a sostener valores, a defender con orgullo lo que somos. Pero estoy acá, como me ves, haciendo lo que puedo. Y voy a seguir por vos, por tu recuerdo, por todo eso que te mantiene vivo. Por vos, que también sos todos esos pibes caídos, todas esas chicas desaparecidas, todas esas víctimas de la represión, que no paró, que no para. Y no, no sé si lograré hacerlo bien, pero que lo voy a hacer, lo voy a hacer.

Con la mirada en alto y sin bajar los brazos, tal como lo hiciste vos por este camino que me marcaste, voy a marchar cada vez que haga falta y voy a gritar por todos lados que acá estoy, que soy ésta, que soy yo, que soy Mónica Raquel Alegre, la mamá de Luciano Arruga, ese negrito villero que se fue con sus convicciones, sin claudicar, después de negarse a robar para la Policía.

Dentro de poco, el 29 de febrero, vas a cumplir 24 años. Y aunque no será una fecha fácil, ni para mí, ni para tus hermanos, nosotros sentimos que todos los días estás acá, acompañándonos. ¿Y sabés qué? Nunca me hice un tatuaje porque me da miedo, pero hoy tengo ganas de llevar en la piel una frase que me dijo una amiga, cuando necesitaba fuerzas para no caer: “Que el dolor de haberte perdido, no me quite la dicha de haberte tenido”.

Yo te tuve 16 años, sentí ese privilegio, como ahora siento este orgullo... Y por eso, hoy te abrazaría con el alma, para decirte esa sola cosa: gracias negrito, gracias por ser mi hijo.

Te amo,

Mamá.

Fuente: La Garganta Poderosa

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