Por el Prof. Juan Carlos Sánchez, Director Editorial de Gacetillas Argentinas
Pasaron treinta días desde la instalación de la carpa en pleno Obelisco, donde las finanzas y el entretenimiento solamente llegan a la clase media, para gritar por una urbanización con radicación en los asentamientos y villas de la Ciudad. Militantes, artistas, periodistas alternativos y unas y unos cuantos ciudadanos de a pié fueron y siguen yendo a ese símbolo de un justo y necesario reclamo añejado por quienes tienen la obligación de cumplir con la normativa vigente en materia de vivienda y que, inclusive, se dan el lujo de desoír los fallos judiciales.
La huelga de hambre se fue renovando cada cinco días. Militantes de diversas organizaciones sociales vienen poniendo el cuerpo para acompañar esta lucha para salir de la estigmatización permanente que supone vivir en una villa. Y siguen haciéndola para que el Ejecutivo porteño se digne a cumplir con las leyes sancionadas por la Legislatura y de esta manera, dignificar la vida de los más de 200.000 habitantes de las villas porteñas.
Sin embargo, el reclamo viene siendo ninguneado por los medios hegemónicos y aunque fue difundido por los alternativos, algunos de ellos apenas esbozan algún párrafo o hacen alguna nota para cumplir. En el primer caso, no resulta extraño por cuanto Clarín, La Nación y Perfil protegen al gobierno macrista a cambio de su generosa pauta publicitaria; en cambio, Página 12 apenas lo mencionó y sigue las pautas emanadas del kirchnerismo que también elude sus propias responsabilidades.
Urbanizar es dignificar y prevenir
El informe "Una cuestión urbana: las villas en la Ciudad", de Victoria Mazzeo, Jefa del Departamento Análisis Demográfico (DGEYC - GCBA), cuyos datos hemos reflejado en el artículo "Vivir con dignidad", brinda un panorama significativo acerca de la situación en la cual se encuentran los ciudadanos y habitantes, aunque en sus "Reflexiones finales" destaca que "es importante que los programas públicos no sean asistencialistas sino que integren a los habitantes de las villas como sujetos sociales a la Ciudad. Entre ser villero y ser porteño se extiende una frontera social y simbólica que se ha dado en llamar “estigmatización residencial”. Sus habitantes en los setenta eran llamados marginales y en la década de los noventa pobres urbanos. Es necesario transformar la imagen negativa de villero en una imagen positiva de vecino de la Ciudad".
Publicado en Población de Buenos Aires, la revista semestral de la Dirección General de Estadísticas y Censos del GCBA, refleja las verdaderas intenciones del gobierno macrista, el cual pretende una "integración" a través de una transformación que lleve a constituir a los habitantes de las villas como "vecinos" pero ello constituye una verdadera falacia, toda vez que se requieren acciones tendientes a una verdadera inclusión para derribar la frontera mencionada anteriormente.
Lo que no se dice en el mentado informe es la verdadera cara del accionar macrista, la que tiende a la expulsión sistemática de pobres para construir una Reina del Plata acorde con los valores de Del Cioppo, intendente durante la última dictadura cívico - militar, quien expresara que "hay que merecer vivir en Buenos Aires". Toda una definición si se trata de las políticas que actualmente lleva a cabo el macrismo.
Si existe la voluntad política de derribar la estigmatización que sufren ese conjunto poblacional, ella debiera dirigirse hacia una urbanización para la prevención de enfermedades y de discapacidades que suelen adquirirse en el actual contexto socio - sanitario en el cual se encuentran sus habitantes y ciudadanos como también dignificarlos con una vivienda y un barrio que merezca ser vivido. Pero se piensa en ellos como habitantes y vecinos, no como ciudadanos, siendo una concepción destinada al cercenamiento de derechos tal como lo indica el credo neoliberal.
194.228 personas viven en las villas de la Ciudad, de acuerdo a las estadísticas del año 2012, según el gobierno porteño (1). De acuerdo al Censo 2010, en la Ciudad de Buenos Aires hay 316.844 personas con algún tipo de discapacidad; es decir, el 11,2% y de los cuales, 25.948 son menores de 20 años y 168.515, mayores hasta los 69 años de edad. Ahora bien, ¿hay datos oficiales sobre la población con discapacidad en las villas porteñas?. No fue dado a publicidad por el Gobierno de la Ciudad y menos aún, por el Gobierno Nacional. Sin embargo, podemos estimarla en 21.754 personas (2).
Esta estimación, tal vez poco precisa, puede darnos una idea de la dimensión de la incidencia de la discapacidad en la población villera, sin contar con aquellas que son adquiridas en el trabajo informal y que, por ende, carecen de la protección de las ART o que son producto de otras causales derivadas de las deficiencias en las mismas viviendas, entre otras causas.
Para la actual gestión del Gobierno de la Ciudad, conviene recordarlo, las personas con discapacidad son parias; es decir, y con perdón de la expresión que vamos a utilizar, son desaparecidos sociales por cuanto nunca llega la asistencia necesaria y cuando ello ocurre, llega tarde y mal.
Y hasta hace muy poco tiempo, la responsable de las políticas porteñas en la materia era Marina Klemensiewicz...
De responsabilidades y de responsables
La Secretaría de Hábitat e Inclusión, dependiente del Ministerio de Desarrollo Económico del gobierno porteño, tiene la misión de "promover la transformación e inclusión urbana y social de las villas, núcleos habitacionales transitorios y complejos habitacionales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, favoreciendo el rol activo de la comunidad en los procesos de mejoramiento del hábitat" (3).
Según EcuRed (4), hábitat es "aquel ambiente o espacio que se encuentra ocupado por una determinada población biológica, la cual, reside, se reproduce y perpetúa su existencia allí porque el mismo le ofrece todas las condiciones necesarias para hacerlo, es decir, se siente cómoda en el porque cumple con todas sus expectativas. Es un término que hace referencia al lugar que presenta las condiciones apropiadas para que viva un organismo, especie o comunidad animal o vegetal. Se trata, por lo tanto, del espacio en el cual una población biológica puede residir y reproducirse, lo que supone la posibilidad de perpetuar su presencia". Ahora bien, en términos ecológicos, puede definirse como "el ambiente que ocupa una población biológica" (5).
Si tenemos en cuenta las políticas llevadas a cabo por la dependencia mencionada, podemos afirmar que, con respecto a la urbanización, son nulas por cuanto subsisten los incumplimientos ya mencionados en esta nota.
No obstante, debemos dimensionar su gravedad para tener una idea acerca del incumplimiento de lo encomendado y si bien todas y todos conocemos las características de las villas porteñas, debemos enfatizar sobre los efectos socio - sanitarios que se derivan de ello.
La ausencia de cloacas y los terrenos contaminados son dos causales importantes de las enfermedades que allí se producen, a lo que debe sumarse el hambre provocado por la creciente desocupación y/o trabajo marginal de estos ciudadanos de segunda. Muchas veces, no alcanza con un CESAC (6) o un CMB (7) pues las patologías suelen agravarse por la falta de medios económicos para la compra de medicamentos o bien, tienen dificultades para acceder al hospital público. Por ende, resulta imperativa la construcción de hospitales en las villas de la Ciudad para facilitar el acceso al derecho humano a la salud que tienen estas y estos ciudadanos.
Pero además, no podemos olvidar que el agravamiento de las enfermedades o su falta de tratamiento lleva a discapacidades perfectamente evitables, al igual que la cuestión nutricional. Ambas también son responsabilidad del Estado, quien debe garantizar ese derecho hoy soslayado, ninguneado y negado.
Lo mismo acontece con lo educativo, porque suele ocurrir que la escolaridad de las y los niños y jóvenes debe realizarse en escuelas fuera de las villas, con el consiguiente gasto en transporte que ello supone y que no están en condiciones de afrontar.
Marina Klemensiewicz es la actual titular de la Secretaría de Hábitat e Inclusión que, con anterioridad, fuese Presidente de COPIDIS (Comisión para la Plena Participación e Inclusión de las Personas con Discapacidad) y que fuese elegida Diputada de la Ciudad en las últimas elecciones, aunque prefirió refugiarse en el Ejecutivo porteño.
Basta ver su currículum para darnos cuenta de su verdadera concepción de lo social y de la discapacidad. Fue Directora del Desarrollo de Comunicaciones de la Fundación Par, organización no gubernamental presidida por la Sra. Jacqueline C. de de las Carreras y que cuenta en su Consejo Asesor Voluntario a la actual Senadora Nacional Gabriela Michetti y al ex Ministro de Educación de la Ciudad Mariano Narodowski (8).
Esta organización no gubernamental considera que "hay una gran diferencia entre considerar a la persona con discapacidad como un sujeto de derecho y ejercer una política cuyo eje vertebral es el asistencialismo, tal como sucede desde el Estado argentino. Desde Fundación Par apostamos a la autodeterminación de las personas con discapacidad, incentivándolas a que sean ciudadanos proactivos e independientes para valerse en esta sociedad como un par,como uno más", siendo la filosofía que sustenta la misión de "promover la inclusión de personas con discapacidad y fortalecer en la sociedad el derecho de igualdad de oportunidades. Enfocamos nuestra acción en la formación e integración laboral competitiva, la inclusión educativa y la promoción de los derechos humanos y ciudadanos de las personas con discapacidad" (9)
Proactividad y formación e integración laboral competitiva forman parte del neoliberalismo que supimos conseguir y que está más vivo que nunca. Y más aún lo reafirman los "aliados" con los cuales cuenta esta organización: Google, Citibank, Fundación Telefónica; Fundación YPF, Fundación Bunge y Born, las embajadas de Gran Bretaña, Australia y Canadá, entre otros. (10) Inclusive, en el periodo 2008 - 2009 recibió U$S 98.950 del Banco Interamericano de Desarrollo para el Programa de inclusión social de la población con discapacidades en la ciudad de Buenos Aires que llevó a cabo con la ex COPINE (hoy COPIDIS). (11)
Con estos antecedentes, puede explicarse la falta de respuestas al reclamo de urbanización por cuanto considera que lo social debe partir desde lo individual y no, desde lo estatal. Asimismo, al estar la COPIDIS bajo su órbita no queremos pensar en la triste realidad de la desidia del GCBA con respecto al resto de las personas con discapacidad, tal como hemos indicado con anterioridad.
La decisión política, hasta el momento, ha sido ningunear el reclamo. Ni siquiera atenderlo, salvo que ello convenga a los buitres inmobiliarios que acechan las tierras que ocupan las villas. Es la misma estrategia que usó el duhaldismo y el kirchnerismo para evadir sus responsabilidades en todas las cuestiones sociales. Antes, con los piqueteros y ahora, con los villeros.
Sin embargo, el Gobierno Nacional también es responsable, porque parte de las tierras están en jurisdicción de la Nación y por ende, en manos del Arq. Rubén Pascolini, Presidente de la Comisión Nacional de Tierras para el Hábitat Social "Padre Carlos Mugica", dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación, por cuanto es la que "coordina la ejecución de las políticas de provisión de tierras para fines sociales fijadas por la Jefatura de Gabinete, promoviendo la participación de las organizaciones sociales involucradas, a cuyos fines desarrollará programas de regularización dominial de tierras, que prevean la facultad de proponer la adquisición de tierras libres para la localización de proyectos sociales".
¿Será por esta cuestión el coqueteo de Macri con la Presidenta?. No sería nada extraño, aunque los unen muchos temas más tales como el protestódromo, la represión explícita e implicita que vienen ejerciendo y el ninguneo permanente a las personas con discapacidad que el Ejecutivo Nacional encubre mediante el otorgamiento de pensiones asistenciales y, a la vez, deniega sistemáticamente las jubilaciones por la Ley Nº 20.475 (jubilación para minusválidos) a quienes tienen el privilegio de trabajar, sosteniendo los principios establecidos en el baremo menemista de 1998.
Nada puede esperarse de ambos gobiernos. Por ello, continuará la resistencia en la Carpa Villera, con huelga de hambre y debates, con murga y música, y sin cortar la calle. Ocurre que el derecho a la vivienda deberá ser arrancado mediante la lucha. Y eso alentamos y acompañamos.
NOTAS:
(1) Una cuestión urbana: las villas en la Ciudad, de Victoria Mazzeo, Jefa del Departamento Análisis Demográfico (DGEYC - GCBA), profesora titular regular de la Cátedra de Demografía Social (FSOC - UBA) e Investigadora del Instituto Gino Germani (FSOC - UBA). Puede encontrarse en Población de Buenos Aires: revista semestral de datos y estudios sociodemográficos urbanos - Octubre 2013 - http://www.buenosaires.gob.ar/areas/hacienda/sis_estadistico/poblacion_2013_018.pdf
(2) Aún con errores metodológicos, consideramos el 11,2 % de la población villera como una estimación de la población con discapacidad. Cabe recordar que el Censo 2010 incluía a quienes tenían el Certificado Nacional, Provincial o Municipal de Discapacidad como a los que no lo poseían.
(3) Tomado del sitio web del GCBA: http://www.buenosaires.gob.ar/habitat/institucionalsechi
(4) Enciclopedia cubana en la Red - Ver más en: http://www.ecured.cu/index.php/H%C3%A1bitat
(5) Idem anterior.
(6) Centro de Salud y Acción Comunitaria
(7) Centro Médico Barrial
(8) Tomado del libro "La discapacidad en la Argentina", editado por la Fundación Par (2006)
(9) Tomado del sitio web de la Fundación Par - Ver en: http://www.fundacionpar.org.ar/#!institucional/cl0u
(10) Ver en: http://www.fundacionpar.org.ar/#!nuestros-aliados/ck3k
(11) Ver en: http://www.iadb.org/projectDocument.cfm?id=1564283
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