Por Gisela Ruiz, guerrillera del 7 Frente de las FARC - EP
No es casual que en la Plataforma para un gobierno de reconstrucción y reconciliación nacional, el primer punto que planteamos las FARC - EP sea la solución política al grave conflicto social y armado que padece nuestro país. Desde nuestro surgimiento hemos enarbolado las banderas de la paz con justicia social y hoy persistimos en esa necesidad.
Convencidos de que la Nueva Colombia es posible, hemos asistido a uno y otro proceso de diálogo, todos ellos fracasados por las negativas de los gobiernos de turno en representación directa de la burguesía y el capitalismo, insistiendo en la posibilidad de la derrota militar de la insurgencia, posibilidad esta que está lejana a la realidad puesto que las FARC - EP nacimos como respuesta al terrorismo de Estado y representamos los intereses de las mayorías.
51 años de lucha nos han dejado como resultado un cúmulo de experiencia política y militar que nos permite plantear alternativas para la concreción del proyecto bolivariano por el que han ofrendado su vida un sin número de camaradas, hombres y mujeres fieles a la causa revolucionaria a quienes hoy homenajeamos.
Esta no será la excepción. En La Habana, Cuba, agotaremos todos nuestros esfuerzos y nos dirigiremos al mundo en búsqueda de la concreción del proyecto inconcluso que dejo El Libertador.
Este es el mismo proyecto por el que desde hace medio siglo nos sacrificamos las mujeres hijas del pueblo, sin cesar un instante. Optimistas y convencidas de la posibilidad del cambio seguiremos aportando nuestros esfuerzos, hombro a hombro con nuestros compañeros y recorriendo los senderos de Manuel Marulanda Vélez, gestor de este valeroso proyecto.
Aprovecho la ocasión para hacer la invitación en cada rincón de la geografía colombiana, a las mujeres que sientan amenazados sus intereses de clase, a unir esfuerzos en búsqueda de la paz con justicia social.
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